Mujeres bulímicas con antecedentes de abuso sexual

Asociación entre los índices de cortisona y serotonina con la bulimia nerviosa en la infancia

Recientemente, un grupo de investigadores ha llevado a cabo un estudio para explorar las relaciones entre el abuso en la infancia y las variaciones neurobiológicas presentes en la bulimia nerviosa.

A pesar de que desde hace ya un tiempo se ha reportado que la bulimia nerviosa (BN) coexiste con el abuso sexual en la infancia y alteraciones en la serotonina central (5-hidroxitriptamina [5-HT]) y en los mecanismos del cortisona, estos hallazgos también están unidos al abuso sexual en la infancia con una función anormal de la 5-HT y el cortisona. Sobre la base de estos antecedentes, un grupo de investigadores ha llevado a cabo un estudio para explorar las relaciones entre el abuso en la infancia y las variaciones neurobiológicas en la BN. 

Durante el estudio, fueron evaluadas un total de 35 mujeres bulímicas y 25 no bulímicas para determinar la existencia de abuso sexual y físico en la infancia, los síntomas de alimentación y las tendencias psicopatológica comórbidas. Los investigadores obtuvieron muestras de sangre para medir la paroxetina 3 ligada a hidrógeno plaquetaria y las respuestas seriadas del cortisona y la prolactina luego de la administración oral de meta-clorofenilpiperazina agonista del 5-HT parcial(m-CPP).

De acuerdo a los datos recabados por los investigadores, las mujeres bulímicas mostraron una densidad  SD media marcadamente menor (Bmax) de áreas de ligamiento de la paroxetina (631.12  341.58) compradas con las mujeres que tienen hábitos alimenticios normales (1213.00  628.74) (t54 = -4.47; P = .001). El ligamiento de la paroxetina no varió cuando se demostró la presencia de abuso sexual en la infancia. En contraste, las mediciones del cambio máximo en los niveles de prolactina luego de la administración de m-CPP ( - prolactina máxima) indicaron una respuesta pobre en las mujeres bulímicas que habían padecido abuso sexual (7.26  7.06), en las mujeres bulímicas que no habían padecido abuso (5.62  3.95) y en las mujeres con hábitos alimenticios normales que habían sido sometidas a abuso sexual (5.73  5.19), comparadas con las mujeres que no presentaban trastornos alimenticios y no habían padecido abuso sexual en la infancia (13.57  9.94) (F3,51 = 3.04, P = .04).

Las mujeres que reportaron abuso sexual en la infancia mostraron una disminución en los niveles de cortisona plasmáticos, comparadas con aquellas que no habían sido sometidas a abuso sexual y que tenían hábitos alimenticios normales.
Estos hallazgos implican que la BN y el abuso sexual en la infancia están generalmente asociados con un tono de la 5-HT reducido, pero también que el abuso sexual en la infancia puede estar de alguna manera unido a una actividad reducida de los niveles de cortisona (eje suprarrenal-hipófiso-hipotalámico).