A pesar de que hasta la actualidad son varios los reportes que informan acerca de la hipersensibilidad a la distensión gástrica asociada con la dispepsia funcional, aún no han sido elucidadas sus características y la relevancia de sus síntomas.
Recientemente, a partir de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Leuven, Bélgica, se intentó definir la hipersensibilidad a la distensión gástrica y su asociación con síntomas específicos en la dispepsia funcional.
Durante la investigación, se estudió la sensibilidad gástrica empleando un baróstato gástrico en 80 sujetos sanos y en 160 pacientes con dispepsia funcional. En todos los pacientes fueron registradas las características gástricas, la evacuación gástrica, la presencia de Helicobacter pylori, la adaptación gástrica y el puntaje para los síntomas de dispepsia. Asimismo, fue evaluada la relación con la sensibilidad visceral utilizando análisis de univariable y multivarianza.
De acuerdo a los resultados obtenidos, los invetigadores encontraron que la expresión más apropiada de la sensibilidad para la distensión gástrica fue el incremento de la presión intra-balón sobre la presión intra-abdominal necesario para inducir la incomodidad o el dolor. Esto se debe a que dicho incremento produce un límite significativamente más bajo de lo normal, es independiente de la edad y del índice de masa corporal del paciente. La hipersensibilidad a la distensión gástrica fue identificada en el 34% de los pacientes; no se encontraron diferencias con otros sujetos con características demográficas y patofisiológicas diferentes. Los investigadores hallaron una asociación entre la hipersensibilidad a la distensión y una prevalencia más elevada de dolor postprandial, los eructos y la pérdida de peso.
Basados en los datos relevados, el grupo investigador belga cree que la hipersensibilidad a la distensión gástrica esta presenta en un subgrupo de pacientes con dispepsia funcional. Al mismo tiempo, ellos sostienen la existencia de una asociación de esta patología con el dolor epigástrico postprandial, los eructos y la pérdida de peso.