Psicolexicología

En torno a la "homofobia"

Se describen los pormenores lexicográficos del término “homofobia”. Se detalla su etimología, su evolución a través de los últimos años y la incorrección de su uso.

Autor/a: Ernesto F. Martín-Jacod*

Indice
1. Introducción y etimología
2. Diacronía lexicográfica
3. Tabla: el término "Homofobia" y su relación con cinco obras lexicográficas
4. Consideraciones lexicológicas
5. Referencias bibliográficas

En este trabajo nos referimos al empleo de una voz nueva (o relativamente nueva) cuyo cuño ha sido mal tallado y cuyas acepciones parecen haber desbordado el marco conceptual dentro del cual se originó la palabra.

Etimología

El prefijo "homo" reconoce dos orígenes posibles, uno griego (con el sentido de igual o semejante) (2) y otro latino (con la significación de hombre) (4, 6). Por lo tanto, "homofobia", en sentido estricto significa miedo, temor o terror a los iguales o semejantes y miedo o temor al hombre en un sentido amplio (del latín, homo, hombre). Ambas acepciones se hallan bastante lejos del sentido que se le asignó primigeniamente a la palabra. Es decir, temor o terror a los homosexuales. Cabría entonces preguntarse ¿por qué se empleó el prefijo "homo" para significar homosexual/es? No lo sabemos a ciencia cierta. Una posible explicación es que se haya usado un vocablo de la calle, del slang. En inglés coloquial es común que se produzcan acortamientos de palabras. Algunas veces por comodidad, otras por presión publicitaria (el caso de la conocida bebida gaseosa "que refresca mejor") y otras por moda, esnobismo, pudor, tabuización o, simplemente, estigmatización. Lo cierto es que en el inglés coloquial "homo" significa homosexual (17,18). Si esta fuera la razón del empleo del prefijo "homo" para la conformación del término que aquí nos ocupa, podría cuestionarse la oportunidad o propiedad del empleo de una voz de la jerga popular, incluso con cierta connotación peyorativa, para acuñar una palabra técnica. El prefijo "homo", al parecer, ha dado problemas incluso a gente con cierta formación lingüística.

Transcribimos a continuación una interesante cita del lexicógrafo español José Martínez de Sousa sobre este asunto: "Según explica Camilo José Cela [Abc, 30/11/1993, 13 , hubo un tiempo en que los académicos de la Española suponían que la voz homosexual venía del latín homo, hombre, y no del griego homo, igual" (15). Es pertinente aclarar aquí, que la propia palabra "homosexual", en su forma sustantiva, es de por sí poco feliz. Decir que tal o cual persona practica la "homosexualidad" es terminológicamente aceptable. También lo es la palabra "homosexual " en su forma adjetiva, es decir como sinónima de "homoerótico" (2). Así, por ejemplo, tiene sentido decir que un determinado individuo exhibe características "homosexuales", es decir, relativas a la homosexualidad. Pero decir este paciente es un homosexual" es algo un tanto rebuscado a lo que se llegó por simetría y por incapacidad para hallar una palabra mejor.