Hipófisis

Hipertrofia pituitaria normal como causa frecuente de incidentaloma pituitaria

El agrandamiento de la glándula pituitaria es una causa frecuente de incidentaloma y de referencia para los endocrinólogos para la evaluación hormonal y el consejo terapéutico.

En series neuroradiológicas, del 25 al 50% de las mujeres saludables entre 18 y 35 años de edad tienen un contorno pituitario superior convexo, aunque la altura pituitaria excede los 9 mm en menos del 0.5% de los casos.

Este estudio fue realizado para brindar datos clínicos y hormonales minuciosos y datos del seguimiento a largo plazo por imágenes y endocrinológico sobre sujetos con hipertrofia pituitaria descubierta incidentalmente (altura > 9 mm). Siete mujeres nulíparas eugonadales, 15-27 años, evaluadas entre 1989 y 1998 con agrandamiento de glándula pituitaria diagnosticado incidentalmente (altura > 9 mm) y un tumor pituitario sospechoso, fueron estudiadas. En la presentación y en los intervalos anuales, los niveles en plasma de PRL  y la función pituitaria tirotrópica, somatotrópica y corticotrópica fueron medidos; y las dimensiones pituitarias y las señales sobre las imágenes por resonancia magnética (IRM), antes y después de la inyección de ácido iv pentaacético-triamina-dietilina-gadolinium, fueron evaluadas.

Los niveles de PRL en plasma fueron normales; y la función pituitaria tirotrópica, somatotrópica y corticotrópica fue considerada normal en todos los casos. En todas las mujeres, la frontera superior de la hipófisis era convexa, en las IMR, y tocaba el quiasmo óptico en cuatro casos. La hipófisis parecía ser normal, con una señal homogénea, en los estudios simples y dinámico con inyección de contraste iv. A pesar de los valores hormonales  iniciales normales, dos mujeres fueron sometidas a cirugía, por aproximación transesfenoidal, en otro centro. Durante la cirugía, la hipófisis parecía normal en ambos casos, sin evidencia de procesos tumorales o inflamatorios. Las muestras por biopsia evidenciaron las características morfológicas de una glándula pituitaria no-hiperplástica normal. Todas las 7 mujeres fueron observadas en intervalos anuales de 2-8 años (media, 4 años). El estado hormonal y clínico permaneció estable, al igual que la estructura y el tamaño de la hipófisis, según las IMR seriales. No ocurrió ninguna formación tumoral, que apoye el diagnóstico de hipertrofia fisiológica de la glándula pituitaria.
 
En conclusión, estas observaciones sugieren que la evaluación cuidadosa de los resultados de las IRM podrían ayudar a distinguir la hipertrofia pituitaria fisiológica de los tumores pituitarios y de las lesiones infiltradoras. El diagnóstico anterior esta confirmado por la función pituitaria inicialmente normal en los exámenes hormonales extensivos. La identificación correcta de  tales pacientes es importante para evitar la cirugía pituitaria innecesaria y los costos ocasionados por la vigilancia a través de IRM.