Se define dispepsia como el dolor o malestar persistente y/o recurrente en la parte superior del abdomen, sin causa orgánica demostrable.
Nos da la pauta de lo intrincado que resusta su estudio, la diversidad de nombres que ha recibido a través del tiempo, dispepsia no ulcerosa,m dispepsia funcional, dispepsia no orgánica, etc., lo cual nos habla de la diferencia de criterios, para evaluar a una entidad, que en la práctica diaria afecta a un gran porcentaje de la población en mi experiencia personal, cerca del 30% de las consultas gastroenterológicas, con un elevado predominio del sexo femenino (85%).
Esta entidad tiene múltiples formas de presentación y una gran diversidad de síntomas que van variando de un paciente a otro y aún en el mismo paciente con el transcurrir de los años.
Por ello se ha tratado de agrupar de acuerdo a los síntomas preponderantes en:
a) DISPEPSIA SIMIL REFLUJO: Donde el síntoma cardinal es la pirosis.
b) DISPEPSIA SIMIL ULCERA: Donde el dolor epigástrico es lo preponderante.
c) DISPEPSIA SIMIL DISMOTILIDAD: Donde los síntomas más frecuentes son la distensión abdominal, náuseas, meteorismo y trastornos del vaciado gástrico.
De todos modos, es muy difícil en la práctica diaria encuadrar a un paciente en un determinado grupo, dado que la mayoría presentan síntomas de dos o más grupos e incluso se entremezclan con síntomas de intestino irritable.
Este afán por agrupar los síntomas se explica sobre todo por la necesidad de ordenar las medidas terapéuticas a instituír en cada caso.
Se debe demostrar al paciente que su problema es de tipo funcional, o sea que no tiene organicidad, lo cual requiere de un impecable interrogatorio, una mejor semiología y el aporte de los métodos de diagnóstico al alcance de cada colega, de acuerdo a la zona donde se desempeñe, como la radiología, endoscopía, ecografías, biopsias, test del aire expirado, etc., lo cual debe ser usado en forma criteriosa y normalizada, buscando el máximo provecho y el menor costo posible, detalle tan importante en estas épocas.
Es importante concienciar al paciente que lo que hoy catalogamos como funcional, con el avance de los métodos diagnósticos, mañana puede tener otra explicación de tipo orgánico.
Los síntomas de tipo dispéptico, preocupan al paciente y a su entorno familiar, dado que independientemente de las molestias por sí mismas, limitan su vida de relación, llegando a la marginación social, reclusión domiciliaria u otras alteraciones de tipo psicológicas, que afectan el normal desempeño social y laboral, con las implicancias económicas que esto acarrea, dado que es causa de ausentismo laboral y falta de rendimiento.
Médicamente siempre es un desafío discernir entre una enfermedad orgánica y otra funcional y solo la experiencia y el apoyo de los métodos complementarios pueden inducirnos a un correcto diagnóstico y por ende al tratamiento.
Cuántos interrogantes se nos presentan a diario en la consulta cotidiana, difíciles de resolver, muchas veces imposibles de encuadrar en las clasificaciones de dispepsia y lo que es peor, con no muchas armas terapéuticas realmente efectivas con que enfrentarlas.
Los éxitos y los fracasos van de la mano, generando un deambular de los enfermos de médico en médico.
No debemos caer en el exitismo de prometer resolver el problema que muchos colegas antes no pudieron resolver.
Otro capítulo aparte es la relación entre el Helicobacter pylori y la dispepsia, lo cual en mi propia experiencia y en la de la literatura pública, no hay una relación probada o una respuesta favorable concluyente al erradicar el mismo.
Se deben tener en cuenta las alteraciones sensitivas viscerales y los factores psicosomáticos, aunque los rasgos personales de la mayoría de los enfermos son totalmente normales, pero a mi entender, este es el camino que en un futuro nos llevará al éxito en el tratamiento.
Es fundamental entablar una buena relación médico-paciente, pilar fundamental de contención y basamento del mejoramiento de muchos síntomas.
Siempre se debe concienciar al paciente que ésta es una enfermedad de tipo funcional y que el diagnóstico se hace, en una gran cantidad de pacientes, por descarte de otras patologías.
En el terreno terapéutico, la medicina está en deuda con estos pacientes y el campo de la investigación de nuevos fármacos nos dará la posibilidad de favorecer a nuestros futuros pacientes.
* Gastroenterólogo del Sanatorio Belgrano Mar del Plata, Buenos Aires, República Argentina