Inyección intralesional de corticosteroides

Presión de inyección elevada durante inyección intralesional de corticosteroides en hemangiomas capilares.

Las presiones de inyección que superan a las presiones arteriales sistémicas ocurren rutinariamente durante la aplicación de inyecciones intralesionales de corticosteroides dentro de los hemangiomas capilares

La inyección intralesional de corticosteroides es un tratamiento efectivo para los tumores de cabeza y cuello. Sin embargo, en algunas circunstancias puede traer aparejadas complicaciones tales como la pérdida de visión.  Un estudio realizado en la Universidad de Minnesota, EE.UU., decidió investigar el mecanismo por el cuál esta complicación se produce.

Tres oftalmólogos pediátricos que realizaban una pasantía de entrenamiento participaron del estudio de manera no enmascarada. Cuatro pacientes recibieron 5 sesiones separadas de tratamiento con una inyección intralesional de una mezcla 50-50 de diacetato triamcinolone (40mg/ml) y fosfato de sodio betametasone y acetato betametasone (6mg/mL), aplicada  dentro de los hemangiomas capilares. La presión de inyección fue obtenida en tiempo real empleando una cánula diseñada para esta ocasión. La presión máxima, la media, y el volumen de corticosteroide fueron medidos para cada inyección. 
Un total de 71 inyecciones (límite, 8-33 inyecciones por paciente) fueron aplicadas. El total del volumen de corticosteroide osciló entre 0.9 y 2.1mL. En 63 de 71 inyecciones, la presión máxima superó los 100 mm Hg (límite, 18.65-842.18 mm Hg).  Además, cada cirujano realizó presiones de inyección mayor a las presiones arteriales sistémicas de cada paciente.

A partir de la evidencia recolectada, los investigadores concluyeron que las presiones de inyección que superan a las presiones arteriales sistémicas ocurren rutinariamente durante la aplicación de inyecciones intralesionales de corticosteroides dentro de los hemangiomas capilares. Asimismo, cirujanos experimentados que participaron de un protocolo no enmascarado fueron incapaces de prevenir presiones de inyección elevadas de corticosteroide. Un volumen suficiente de corticosteroide inyectado a presión de inyección elevada explicaría la embolización de partículas de corticosteroide dentro de la circulación ocular del flujo arterial retrógrado. Finalmente, los investigadores recomendaron limitar el volumen de corticosteroide y realizar una oftalmoscopía indirecta en todos los pacientes que reciben inyecciones de corticosteroides de acción prolongada dentro del tejido blando orbital y periorbital.