Tratamiento de la ansiedad en niños y adolescentes

Fluvoxamina: Un tratamiento eficaz para los trastornos por ansiedad en niños y adolescentes

Un estudio clínico multicéntrico realizado en Estados Unidos, ha puesto de manifiesto la gran eficacia de la fluvoxamina para tratar los tres trastornos por ansiedad más frecuentes en niños y adolescentes: el trastorno de ansiedad por separación, la fobia social y el trastorno de ansiedad generalizada.

El ensayo valoró a 128 niños de 6 a 17 años que cumplían con los criterios para dichas condiciones y que no habían presentado respuesta favorable luego de tres semanas de tratamiento psicoterapéutico. Los niños fueron randomizados, y recibieron entre 50mg y 300 mg/d  de fluvoxamina o placebo durante 8 semanas siendo evaluados con escalas diseñadas para determinar el grado de ansiedad y mejoría.
El resultado fue que los pacientes medicados con fluvoxamina mostraron una notable reducción de los síntomas de ansiedad en comparación a los que recibieron placebo. El 76% de los niños tratados con fluvoxamina  contra el 29% de los tratados con placebo mostraron una mejoría significativa.
Este estudio resulta también muy importante a la luz de la tan debatida cuestión acerca de la conveniencia o no de utilizar medicamentos en los niños con trastornos psiquiátricos. En este sentido, la Oficina Internacional de Control de Narcóticos de las Naciones Unidas ha manifestado recientemente la inadecuada atención médica que se brinda a los niños y jóvenes con problemas de ansiedad en los países desarrollados,  a la hora de decidir si será suficiente con un apoyo psicoterapeutico o si es necesario el tratamiento farmacológico.

Los trastornos por ansiedad fueron considerados hasta hace unos 30 años condiciones neuróticas, pasibles únicamente de tratamiento psicoanalítico. El desarrollo de criterios diagnósticos adecuados permitió que los estudios epidemiológicos mostraran que dichos trastornos son los de mayor prevalencia entre las patologías psiquiátricas, absorbiendo en EEUU el 31% de los recursos económicos dedicados a la salud mental.
Estos trastornos frecuentemente se asocian entre sí y con depresión en un porcentaje de hasta el 70%. La comorbilidad de dichos trastornos con depresión eleva el riesgo de suicidio de 2 a 6 veces. Además, los trastornos por ansiedad suelen ir asociados con más altos niveles de dependencia de alcohol, tabaco y abuso de sustancias.

El ensayo es concluyente en cuanto a la eficacia de la fluvoxamina en el control de los síntomas por ansiedad, mostrándose además como un tratamiento bien tolerado.
Destaca el rol de  los fármacos en el tratamiento de los trastornos por ansiedad, restando evaluar varios aspectos como la comparación de este tratamiento con terapias psicológicas (especialmente de tipo cognitivo-conductual), la eficacia de otros ISRS y la efectividad a largo plazo.