Escalas pronósticas

Características de cuatro escalas de ACV para la detección de cambios en los signos clínicos en la fase aguda del ataque

Las distintas escalas difieren considerablemente entre sí en relación a su estructura interna. Por su mayor sensibilidad para la detección de cambios en los signos del ataque, la escala NIH es la más recomendada.

La detección de cambios menores en los signos clínicos en el accidente cerebrovascular (ACV) podría resultar interesante cuando se evalúa las intervenciones por tratamiento. Un estudio desarrollado analizó la estructura interna de cuatro escalas de ACV que se emplean  frecuentemente. Además, los investigadores compararon las escalas entre sí para examinar la sensibilidad de cada una de ellas para detectar cambios en los signos neurológicos en la semana siguiente al ataque agudo.

El método empleado consistió en un cohorte de 77 pacientes hospitalizados por ataques agudos, a quienes se les asignó una puntuación según las escalas de Mathew, del Instituto Nacional de Salud (NHI) de los EEUU, lo Escandinava y la Orgogozo. Dicha puntuación se realizó en dos ocasiones: la primera, a las 48 horas posteriores al ingresó al hospital y, la segunda, 7 días más tarde.

Los resultados a los que arribaron los investigadores demuestran que las puntuaciones efectuadas utilizando las diferentes escalas estaban en estrecha relación entre sí. Las escalas reflejaron cambios significativos en relación al ingreso de pacientes para reexaminación: para la escala Escandinava p = .0013 (p = 0 .004 para pronóstico y p = .009 para items a largo plazo, respectivamente), para la escala Orgogozo p = .00009; para la escala Mathew p = .000007; y para la escala NIH p < .000001. Esta diferencia en la sensibilidad coincidió con el número de factores extraídos a través del análisis del componente principal: la sensibilidad más elevada de una escala fue asociada con un número más grande de factores. La puntuación inicial difirió significativamente entre los pacientes que habían sido dados de alta, los que habían fallecido, y entre aquellos que permanecieron hospitalizados por 7 después del primer examen (Kruskal-Wallis ANOVA, p < .01 para todas las escalas).

El estudio concluyó que existen diferencias considerables en la estructura interna de las distintas escalas tal como lo refleja el número diferente de factores extraído de los items de la escala. Al mismo tiempo, los investigadores recomiendan la aplicación de la escala NIH debido a su mayor sensibilidad para la detección de cambios en los signos del ataque.