Luego de que un adolescente de 14 años muriera a causa del virus Nipah en India, comenzó a crecer la preocupación sobre la propagación de esta infección. Según el comunicado sobre el fallecimiento del menor, 214 personas estuvieron en contacto con él y 60 de ellas son de "alto riesgo".
Los expertos señalan que algunas zonas de Kerala -lugar donde murió el paciente- corren mayor riesgo a nivel mundial de contraer la enfermedad debido a la rápida urbanización y la pérdida de árboles.
La infección por el virus de Nipah, una enfermedad zoonótica, se transmite a los humanos a través del contacto con animales infectados, como murciélagos y cerdos. La transmisión también puede producirse por contacto directo con una persona infectada, aunque esta vía es menos común.
Las personas infectadas por el virus de Nipah pueden experimentar síntomas graves, como infección respiratoria aguda y encefalitis mortal.
Las tasas de letalidad en los brotes de Bangladesh, India, Malasia y Singapur suelen oscilar entre el 40% y el 100%. Hasta el momento no hay tratamientos o vacunas eficaces disponibles para la enfermedad.
La única forma de reducir o prevenir la infección en las personas es sensibilizarlas sobre los factores de riesgo y las medidas preventivas para protegerse. La gestión de los casos debería centrarse en proporcionar a los pacientes tratamiento complementario y apoyo intensivo en el caso de complicaciones respiratorias y neurológicas graves.
Antecedentes |
Entre el 12 y el 15 de septiembre de 2023, el Gobierno del estado de Kerala notificó un total de seis casos de infección por el virus de Nipah confirmados en laboratorio, dos de ellos mortales. Todos los casos confirmados, notificados en el distrito de Kozhikode, en Kerala, eran hombres de entre 9 y 45 años de edad.
El primer caso, cuya fuente de infección se desconoce, tenía neumonía y síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA) e ingresó en el hospital a finales de agosto de 2023. Falleció a los pocos días del ingreso. Los otros cinco casos confirmados eran contactos directos del primero (dos familiares y distintos contactos en el hospital en el que fue tratado y falleció). El segundo fallecido fue una persona que acompañó a otro paciente al hospital en el que el primer caso estaba recibiendo tratamiento. Falleció después de presentar síntomas de neumonía.
Al 27 de septiembre de 2023, se habían rastreado 1288 contactos de los casos confirmados, incluidos contactos de alto riesgo y trabajadores de la salud que habían tratado a los casos confirmados y procesado sus muestras.
Evaluación del riesgo por la OMS |
Este es el sexto brote en la India desde 2001, cuando se notificó el primero en la ciudad de Siliguri, en Bengala Occidental (con 66 casos y una tasa de letalidad del 68%). Posteriormente se han notificado cinco brotes más: en el distrito de Nadia, en Bengala Occidental (con 5 casos y una tasa de letalidad del 100%), en Kozhikode y Malappuram, en Kerala, en 2018 (con 23 casos, entre los confirmados y los probables, y una tasa de letalidad del 91%), en Ernakulum, en Kerala, en 2019 (con un solo caso, que sobrevivió) y en Kozhikode, en Kerala, en 2021 (con un solo caso, que falleció).
Los siguientes factores pueden contribuir al riesgo asociado a este último brote:
•Sigue sin conocerse la fuente a la que estuvo expuesto el primer caso del brote;
•La presencia de una población de murciélagos que, tal y como se ha notificado, es portadora del virus de Nipah y que, por lo tanto, actúa como posible fuente de infección;
•Una alta tasa de letalidad notificada (33,3%) y un elevado número de contactos, y
• La ausencia de tratamientos y vacunas específicos para el virus de Nipah.
Consejos para su abordaje
A falta de una vacuna o de un tratamiento autorizado para el virus de Nipah, la única forma de reducir o prevenir la infección en las personas es concientizar. La gestión de los casos debería centrarse en la prestación de medidas de cuidados paliativos a los pacientes. Los tratamientos de apoyo intensivos son la opción recomendada para tratar las complicaciones respiratorias y neurológicas graves.
Los mensajes educativos de salud pública deberían centrarse en:
• Reducir el riesgo de transmisión de murciélagos a personas. El jugo de palmera datilera recién exprimido debe hervirse, y las frutas deben lavarse a conciencia y pelarse antes de consumirlas. Las frutas con signos de mordeduras de murciélago deben desecharse.
• Reducir el riesgo de transmisión de animales a personas. La infección natural en animales domésticos se ha observado en cerdos de cría, caballos y gatos domésticos y salvajes. Al trabajar con animales enfermos o con sus tejidos, y durante los procedimientos de matanza y eliminación selectiva, deben usarse guantes y otra indumentaria de protección. En la medida de lo posible, las personas deben evitar estar en contacto con cerdos infectados. En las zonas endémicas, a la hora de establecer nuevas explotaciones porcinas, debe tenerse en cuenta la presencia de murciélagos frugívoros en la zona y, en general, el pienso y las naves porcinas deben protegerse de los murciélagos siempre que sea posible. De la manipulación de muestras procedentes de animales que se sospecha están infectados por el virus de Nipah debe encargarse personal capacitado que trabaje en laboratorios debidamente equipados.
• Reducir el riesgo de transmisión de persona a persona. Debe evitarse el contacto directo físico y sin protección con personas infectadas por el virus de Nipah. Después de cuidar o visitar a personas enfermas, hay que lavarse las manos periódicamente. Los trabajadores de la salud que atienden a pacientes que se sospecha o se ha confirmado que están infectados, o los que manipulan muestras de estos pacientes, incluido el personal capacitado que trabaja en laboratorios debidamente equipados, deben tomar siempre las precauciones habituales en materia de prevención y control de infecciones, así como precauciones para evitar la transmisión por contacto o por gotículas respiratorias, cuando presten cuidados o trabajen en las habitaciones de pacientes que se sospecha o se ha confirmado que están infectados con el virus de Nipah y cuando manipulen o manejen ropa de cama o desechos de pacientes con este virus. La gestión de casos debe centrarse en la prestación de cuidados paliativos a los pacientes. Se recomiendan tratamientos de apoyo intensivos para tratar las complicaciones respiratorias y neurológicas graves. Se requieren prácticas de entierro seguras para todos los casos confirmados y sospechosos de infección por el virus de Nipah.
• Prevención y control de las infecciones. En los entornos de atención de salud, los pacientes que se sospecha están infectados por el virus de Nipah deben ser aislados en habitaciones individuales bien ventiladas con baños y equipos exclusivos para ellos. Los pacientes que se sospecha están infectados por el virus de Nipah no deben ser ubicados en salas con otros pacientes. Los trabajadores de la salud que interactúan con pacientes con el virus de Nipah deben tomar precauciones para evitar la transmisión por contacto o por gotículas respiratorias cuando atiendan a esos pacientes. Deben tomarse precauciones para evitar la transmisión aérea, por contacto y por gotículas, en particular ubicar a los pacientes en salas previstas para evitar la transmisión aérea cuando se realicen procedimientos médicos que generan aerosoles. Si no se dispone de ese tipo de salas, deben utilizarse habitaciones individuales bien ventiladas de manera natural (abriendo las ventanas) y con las puertas a los pasillos cerradas. Todas las superficies de las habitaciones con pacientes que se sospecha o se ha confirmado que están infectados por el virus de Nipah deben limpiarse y desinfectarse al menos una vez al día. Después de limpiar las superficies con agua y jabón, debe aplicarse una solución desinfectante de hipoclorito de sodio al 0,5%, y no tocarlas durante cinco minutos. Siempre que se derrame sangre u otros fluidos corporales, debe procederse a una limpieza y desinfección inmediatas, así como a una limpieza de las superficies que más suelen tocarse. Los establecimientos de salud deben estar equipados con servicios de agua, saneamiento e higiene mejorados para dar respuesta a las necesidades del personal, los pacientes y las personas que los atienden. Los establecimientos de atención de la salud deben seguir unas prácticas seguras de control de desechos.