Resumen |
Las enfermedades periimplantarias son complicaciones frecuentes que ocurren alrededor de implantes endoóseos osteointegrados y son el resultado de un desequilibrio entre el desafío bacteriano y la respuesta del huésped. Las enfermedades periimplantarias pueden afectar únicamente a la mucosa periimplantaria (mucositis periimplantaria) o también afectar al hueso de soporte (periimplantitis). La detección temprana de enfermedades periimplantarias y el tratamiento oportuno es importante para el éxito del tratamiento con implantes dentales. El sondaje periimplantario es esencial para evaluar el estado de salud periimplantario y debe realizarse en cada visita de control. Los odontólogos deben estar familiarizados con las características clínicas y radiológicas de ambas afecciones para poder realizar un diagnóstico preciso y determinar el tratamiento adecuado requerido. Este artículo tiene como objetivo proporcionar a los médicos una comprensión de las diferencias clave entre la salud periimplantaria, la mucositis periimplantaria y la periimplantitis.
PUNTOS CLAVE |
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Introducción |
Las enfermedades periimplantarias, la mucositis periimplantaria y la periimplantitis se refieren a afecciones inflamatorias asociadas a biopelículas que afectan los tejidos periimplantarios. Tanto la mucositis periimplantaria como la periimplantitis son complicaciones frecuentes después del tratamiento con implantes y es importante que los médicos puedan realizar un diagnóstico correcto para poder tomar decisiones de tratamiento adecuadas.
La mucositis periimplantaria se considera la precursora de la periimplantitis, una afección que puede progresar rápidamente y provocar una pérdida ósea avanzada, lo que resulta en la pérdida de un implante.
La detección temprana de la enfermedad periimplantaria y la intervención temprana son clave para prevenir la progresión de la enfermedad, preservar la longevidad del implante y garantizar la satisfacción general y la calidad de vida de los pacientes. En esta revisión narrativa, se presentan las características clínicas, radiológicas e histológicas clave de la mucositis periimplantaria y la periimplantitis, destacando las diferencias entre las dos afecciones inflamatorias.
Signos clínicos de salud periimplantaria |
Se pueden lograr tejidos blandos periimplantarios sanos (denominados mucosa periimplantaria) cuando un implante se coloca correctamente (es decir, en una posición tridimensional adecuada rodeado por un volumen adecuado de hueso) y se restaura con una prótesis bien diseñada y fabricada en un paciente con buen control de placa y salud bucal. Una vez finalizada la rehabilitación oral con implantes dentales, el médico debe medir y registrar las profundidades de sondaje circunferenciales periimplantarias y los niveles de tejido blando (de cuatro a seis sitios) para establecer una base para futuras comparaciones. También se recomienda evaluar y registrar el ancho de la mucosa periimplantaria queratinizada que rodea el implante.
La mucosa periimplantaria sana debe tener una apariencia similar a la de la encía sana. No debe haber signos visuales de inflamación como eritema (enrojecimiento) o edema (hinchazón) y cuando el surco periimplantario se palpa circunferencialmente (en cuatro a seis sitios) utilizando una sonda periodontal con una fuerza de sondaje ligera (aproximadamente 0,2 N), no debería haber sangrado.
Signos radiológicos de salud periimplantaria |
Después de la colocación del implante y durante el período de cicatrización, se produce la remodelación ósea fisiológica y los niveles de hueso marginal periimplantario se establecen en la porción más coronal de la parte endoósea del implante, o ligeramente por debajo de ella. Una vez restaurado el implante, se debe realizar una radiografía intraoral (periapical o de mordida) para identificar los niveles óseos periimplantarios en las caras mesial y distal del implante. Esto establece los niveles basales de hueso marginal en salud y sirve como referencia para monitorear los cambios en los niveles de hueso marginal a lo largo del tiempo (Figura).
Figura: a) Mucosa periimplantaria sana en la corona implantosoportada en el sitio del primer premolar superior derecho. b) Radiografía periapical que muestra niveles de hueso marginal después de la remodelación sin pérdida de hueso de soporte.
Signos clínicos y radiológicos de mucositis periimplantaria |
Los principales criterios para la definición de mucositis periimplantaria son la inflamación de la mucosa periimplantaria y la ausencia de pérdida ósea marginal periimplantaria continua. El principal signo clínico de inflamación es el sangrado después de un sondaje suave (0,2 N), mientras que los signos adicionales pueden incluir enrojecimiento, hinchazón y supuración (pus). Cuando hay mucositis periimplantaria, también puede haber una profundización de las profundidades de sondaje periimplantario en comparación con las mediciones de sondaje iniciales realizadas después de la colocación de la prótesis implantaria. Cuando se detectan estos signos clínicos durante el examen, una radiografía que demuestra la ausencia de pérdida ósea marginal confirma el diagnóstico de mucositis periimplantaria.
Cabe señalar que, según la guía de práctica clínica S3 de la Federación Europea de Periodoncia sobre el tratamiento de enfermedades periimplantarias, publicada en 2023, la presencia de sangrado al sondaje (BoP) se refiere a más de un punto en una ubicación alrededor del implante, o la presencia de una línea de sangrado o sangrado profuso en cualquier lugar.
Signos clínicos y radiológicos de periimplantitis |
La periimplantitis es una condición patológica que ocurre en los tejidos que rodean los implantes dentales, caracterizada por inflamación en el tejido conectivo periimplantario y pérdida progresiva del hueso de soporte.
El sondaje periimplantario para identificar la presencia de BoP es esencial para el diagnóstico de periimplantitis. Los sitios con periimplantitis tienen signos clínicos de inflamación (BoP), aumento de la profundidad de sondaje y/o recesión de la mucosa periimplantaria en comparación con los registros iniciales. La inspección visual del sitio del implante puede identificar signos clínicos adicionales de inflamación, incluidos enrojecimiento, hinchazón o la presencia de un seno que drena. La palpación del sitio periimplantario también puede identificar supuración de la bolsa periimplantaria (Fig a y b).
Se requiere una radiografía intraoral para identificar la pérdida ósea marginal progresiva para confirmar el diagnóstico de periimplantitis.
Cuando no se dispone de radiografías previas para comparar, se pueden utilizar niveles de hueso marginal apicales a lo que se esperaría después de la remodelación fisiológica para estimar la cantidad de pérdida de hueso de soporte.
En ausencia de datos de exámenes previos (radiografías, mediciones de sondaje), se puede realizar un diagnóstico de periimplantitis basándose en la combinación de la presencia de BoP, profundidades de sondaje ≥6 mm y un nivel de hueso marginal ≥3 mm apical a la parte más alta porción coronal de la parte endoósea del implante.
La pérdida ósea periimplantaria suele ser circunferencial y la progresión puede ocurrir tempranamente (dentro de los primeros tres años de función) y de forma no lineal.
La detección de periimplantitis incipiente (temprana) requiere la evaluación de radiografías intraorales bien estandarizadas. Esto requiere el uso de un soporte de sensor/película estandarizado y una técnica de paralelismo para minimizar los errores de angulación y detectar con precisión los cambios en los niveles de hueso marginal. Se utiliza un umbral de 0,5 mm para la detección de cambios en el nivel óseo. Si bien las radiografías intraorales tienen la limitación de no proporcionar visualización de los niveles óseos periimplantarios bucales y orales, se consideran el estándar de atención para la evaluación de los niveles óseos periimplantarios. La radiografía tridimensional, como la tomografía computarizada de haz cónico (CBCT), puede proporcionar información sobre los niveles óseos faciales y orales, pero las exploraciones CBCT no se recomiendan como método de evaluación de rutina.
CONCLUSIONES |
• La mucositis periimplantaria afecta la mucosa periimplantaria (tejidos blandos) y se caracteriza por signos clínicos de inflamación (BoP) sin pérdida de hueso de soporte. • La periimplantitis se caracteriza por signos clínicos de inflamación (BoP) además de pérdida ósea progresiva. • Si bien no todas las lesiones de mucositis periimplantaria progresan a periimplantitis, la mucositis periimplantaria se considera un precursor y un factor de riesgo para la periimplantitis. • El inicio de la periimplantitis puede ocurrir temprano (dentro de los primeros tres años) y la progresión puede ser rápida. Las lesiones de periimplantitis se diferencian de las lesiones de mucositis periimplantaria en que se extienden más allá del epitelio de la bolsa, tienen un mayor tamaño de infiltrado de células inflamatorias y se caracterizan por grandes proporciones de células plasmáticas. • Se recomienda obtener radiografías iniciales y mediciones de sondaje periimplantario una vez finalizada la terapia con implantes. Estos datos de referencia registrados pueden servir como referencia para monitorear y detectar cambios en los niveles de hueso marginal y las profundidades de sondaje a lo largo del tiempo, lo que permite el diagnóstico temprano de enfermedades periimplantarias. • El sondeo periimplantario utilizando una sonda periodontal con una fuerza ligera (aproximadamente 0,2 N) es esencial para el diagnóstico del estado de salud periimplantario y debe realizarse en cada visita de control. • Cuando se detectan signos clínicos de inflamación (BoP, profundización de la profundidad de sondaje), una radiografía intraoral confirma el diagnóstico dependiendo de si ha habido pérdida ósea periimplantaria progresiva o continua (periimplantitis) o no (mucositis periimplantaria). |