Una revisión Cochrane no encuentra evidencia de eficacia

Magnesio para los calambres del músculo esquelético: ¿es útil?

Es improbable que los suplementos de magnesio proporcionen una profilaxis de los calambres

Autor/a: Scott R Garrison, Christina S Korownyk, Michael R Kolber, G. Michael Allan, Vijaya M. Musini, Ravneet K Sekhon, Nicolas Dugré

Fuente: Magnesio para los calambres del músculo esquelético

Antecedentes

Los calambres del músculo esquelético son frecuentes y a menudo se producen asociados al embarazo, la edad avanzada, el ejercicio o trastornos de la motoneurona (como la esclerosis lateral amiotrófica). Típicamente, estos calambres no tienen una patología subyacente obvia, por lo que se denominan idiopáticos. Los suplementos de magnesio se comercializan para la profilaxis de los calambres aunque la eficacia del magnesio para propósito no está clara.

Esta es una actualización de una revisión Cochrane publicada por primera vez en 2012, y realizada para identificar e incorporar estudios más recientes.

Objetivos

Evaluar los efectos de los suplementos de magnesio en comparación con ningún tratamiento, control con placebo u otros tratamientos para los calambres en pacientes con calambres del músculo esquelético.

Métodos de búsqueda

El 9 de septiembre de 2019, se realizaron búsquedas en el Registro Especializado de Ensayos Controlados del Grupo Cochrane Neuromuscular (Cochrane Neuromuscular Specialised Register), CENTRAL, MEDLINE, Embase, LILACS, CINAHL Plus, AMED y SPORTDiscus. También se realizaron búsquedas en la ICTRP de la OMS y en ClinicalTrials.gov para encontrar ensayos registrados que pudieran estar en curso o no publicados, y en ISI Web of Science para encontrar estudios que citaran los estudios incluidos en esta revisión.

Criterios de selección

Ensayos controlados aleatorizados (ECA) de suplementos de magnesio (en cualquier forma) para prevenir los calambres del músculo esquelético en cualquier grupo de pacientes (es decir, todos los cuadros clínicos del calambre). Se consideraron las comparaciones del magnesio con ningún tratamiento, control con placebo u otro tratamiento.

Obtención y análisis de los datos

Dos autores de la revisión seleccionaron de forma independiente los ensayos para la inclusión y extrajeron los datos. Dos autores de la revisión evaluaron el riesgo de sesgo. Se intentó establecer contacto con todos los autores de los estudios cuando surgieron preguntas y se obtuvieron datos a nivel de los participantes para cuatro de los ensayos incluidos, uno de los cuales no estaba publicado. Se obtuvieron todos los datos sobre efectos adversos a partir de los ECA incluidos.

Resultados principales

Se identificaron 11 ensayos (nueve grupos paralelos, dos cruzados) que incluían a un total de 735 participantes, de los cuales 118 participantes del ensayo cruzado, además, actuaron como sus propios controles. Cinco ensayos incluyeron a mujeres con calambres en las piernas asociados al embarazo (408 participantes) y cinco ensayos incluyeron a personas con calambres idiopáticos (271 participantes, con 118 adicionalmente cruzados al control). Otro estudio incluyó a 29 personas con cirrosis hepática, de las cuales sólo algunas sufrieron calambres musculares. En todos los ensayos se suministró magnesio como suplemento por vía oral, salvo en uno que lo hizo como una serie de infusiones intravenosas lentas. Nueve ensayos compararon el magnesio con el placebo, un ensayo comparó el magnesio con ningún tratamiento, el carbonato de calcio o la vitamina B, y otro ensayo comparó el magnesio con la vitamina E o el calcio.

Se consideró que el único ensayo en personas con cirrosis hepática y los cinco ensayos en participantes con calambres en las piernas asociados al embarazo tenían un alto riesgo de sesgo. Por el contrario, se calificó el riesgo de sesgo alto en sólo uno de cinco ensayos en participantes con calambres idiopáticos en reposo.

En el caso de los calambres idiopáticos, principalmente en adultos mayores (edad media 61,6 a 69,3 años) con sospecha de calambres nocturnos en las piernas (el cuadro más habitual), las diferencias en las medidas de la frecuencia de los calambres al comparar el magnesio con el placebo fueron pequeñas, no fueron estadísticamente significativas y mostraron una mínima heterogeneidad (I² = 0% a 12%). Las mismas incluyen el desenlace principal, el cambio en el porcentaje desde el inicio en el número de calambres por semana a las cuatro semanas (diferencia de medias (DM) ‐9,59%; intervalo de confianza [IC] del 95%: ‐23,14% a 3,97%; tres estudios, 177 participantes; evidencia de certeza moderada) y la diferencia en el número de calambres por semana a las cuatro semanas (DM ‐0,18 calambres/semana, IC del 95%: ‐0,84 a 0,49; cinco estudios, 307 participantes; evidencia de certeza moderada).

El porcentaje de personas que experimentaron una reducción del 25% o mayor en la tasa de calambres desde el inicio tampoco mostró diferencias (RR 1,04, IC del 95% 0,84 a ‐1,29; tres estudios, 177 participantes; evidencia de certeza alta). De igual manera, no se encontró ninguna diferencia estadísticamente significativa a las cuatro semanas en las medidas de la intensidad ni en la duración del calambre. Esto incluye el número de participantes que califican sus calambres como moderados o graves a las cuatro semanas (RR 1,33; IC del 95%: 0,81 a 2,21; dos estudios, 91 participantes; evidencia de certeza moderada); y el porcentaje de participantes con la mayoría de las duraciones de calambres de un minuto o más a las cuatro semanas (RR 1,83; IC del 95%: 0,74 a 4,53; un estudio, 46 participantes; evidencia de certeza baja).

No fue posible realizar el metanálisis de los ensayos de los calambres en las piernas asociados con el embarazo. El único estudio que comparó el magnesio con ningún tratamiento no logró encontrar efectos beneficiosos estadísticamente significativos en una escala ordinal de tres puntos de la eficacia general del tratamiento. De los tres ensayos que comparaban el magnesio con el placebo, uno no encontró ningún efecto beneficiosos en las medidas de frecuencia o intensidad, otro encontró efectos beneficiosos para ambos, y un tercero informó de resultados incongruentes en cuanto a la frecuencia que no se pudieron arreglar.

El único estudio realizado en personas con cirrosis hepática fue pequeño y la notificación de los calambres fue limitada, pero no encontró diferencias en cuanto a la frecuencia o la intensidad de los calambres.

El análisis de los episodios adversos agrupó todos los estudios, independientemente del entorno en el que se produjeron los calambres. Los principales episodios adversos (que se produjeron en 2 de los 72 participantes que recibieron magnesio y 3 de los 68 que recibieron placebo), y los retiros debidos a episodios adversos, no fueron significativamente diferentes de los del placebo. Sin embargo, en los cuatro estudios en los que se pudo determinar, más participantes experimentaron episodios adversos leves en el grupo de magnesio que en el grupo de placebo (RR 1,51; IC del 95%: 0,98 a 2,33; cuatro estudios, 254 participantes; evidencia de certeza baja). En general, el magnesio por vía oral se asoció a eventos adversos principalmente gastrointestinales (por ejemplo, diarrea), experimentados por el 11% (10% en el control) al 37% (14% en el control) de los participantes.

Conclusiones de los autores

Es improbable que los suplementos de magnesio proporcionen una profilaxis de los calambres clínicamente significativa en el caso de los pacientes mayores que presentan calambres del músculo esquelético. Por el contrario, en el caso de las que presentan calambres nocturnos asociados con el embarazo, la bibliografía es contradictoria y se necesita investigación adicional en esta población de pacientes.

No se encontraron ECA que evaluaran el magnesio para los calambres musculares asociados al ejercicio o los calambres musculares asociados al estado de enfermedad (por ejemplo, esclerosis lateral amiotrófica/enfermedad de la motoneurona), salvo un único estudio pequeño (no concluyente) en personas con cirrosis hepática, de las cuales solo algunas sufrieron calambres.