Viñeta clínica Un hombre de 73 años se presentó con una lesión no pruriginosa levemente dolorosa en la oreja izquierda (Figura 1) que había estado presente durante 6 meses, y notó molestias al dormir sobre una almohada más firme en el lado izquierdo. No había antecedentes de trauma o exposición solar excesiva. El paciente se quitaba periódicamente la costra, que siempre reaparecía. Informó dormir exclusivamente sobre su lado izquierdo. A la exploración se objetivó una lesión de 3 mm en el polo superior del hélix de la oreja sin eritema. Había una costra central sobre un nódulo ulcerado sin secreción ni sangrado. El nódulo era doloroso a la palpación. |
Figura 1: En la presentación, la lesión en el hélix de la oreja izquierda del paciente era levemente dolorosa y no pruriginosa, con una costra central sobre un nódulo ulcerado.
Abordaje
Basado en la apariencia de la lesión y el historial de molestias del paciente después de cambiar a una almohada más firme, la lesión fue diagnosticada como condrodermatitis nodular del hélix (CNH).
A nuestro paciente se le aconsejó evitar presionar el oído y dormir del lado opuesto.
Condrodermatitis nodularis helicis
Clásicamente, la Condrodermatitis nodularis helicis (CNH) es un nódulo o pápula inflamatoria benigna y dolorosa en el hélix o antehélix de la oreja que es sensible al tacto o la presión. Las lesiones típicas son unilaterales, de 4 a 6 mm de tamaño, y consisten en un nódulo ulcerado con un cráter central. La formación de costras puede estar presente o no, y algunas lesiones pueden tener una apariencia quística.
La Condrodermatitis nodularis helicis (CNH) es más común en hombres de piel clara de mediana edad a mayores y tiene una proporción variable entre hombres y mujeres. La etiología de la CNH es multifactorial y puede ser el resultado del adelgazamiento de la piel y el cartílago observado con el envejecimiento y con la degeneración del cartílago por la presión. La CNH a menudo puede provocar trastornos del sueño cuando los pacientes continúan durmiendo sobre el lado afectado. La afectación del lado derecho puede ser más frecuente.
El diagnóstico diferencial puede incluir queratosis actínica o seborreica, carcinoma de células basales o de células escamosas, tofos gotosos y queratoacantoma.
Los pacientes a menudo son derivados a especialistas para la evaluación de biopsias. Sin embargo, tomar una historia detallada, específicamente sobre los patrones de sueño, en combinación con la ubicación de la lesión debería ayudar a establecer el diagnóstico adecuado.
La biopsia debe realizarse cuando el diagnóstico es incierto, cuando hay antecedentes de cáncer de piel o piel dañada por el sol, o cuando la lesión no responde a intervenciones no invasivas.
Tratamiento
Como se cree que la fisiopatología de la Condrodermatitis nodularis helicis (CNH) es similar a la de las úlceras por presión, el tratamiento suele consistir en medidas conservadoras, como evitar o aliviar la presión durmiendo sobre el lado contralateral, taponamiento de la oreja con esponjas o espuma y uso de una almohada en forma de rosquilla. La respuesta clínica a estas intervenciones puede obviar la necesidad de una biopsia.
Otras terapias no invasivas incluyen inyecciones intralesionales de esteroides, gel de nitroglicerina tópico, crioterapia, terapia con láser de dióxido de carbono o terapia fotodinámica que usa una fuente de luz para mejorar el flujo sanguíneo. Se debe considerar la resección en cuña cuando la lesión reaparece a pesar de múltiples intentos de intervenciones menos invasivas.
Resolución del caso clínico
En el seguimiento 2 meses después, nuestro paciente informó una mejoría significativa de los síntomas, lo que solidificó aún más el diagnóstico de Condrodermatitis nodularis helicis (CNH). La lesión era significativamente más pequeña y se le informó al paciente que la CNH puede reaparecer con frecuencia y que es posible que se necesiten otros tratamientos.