Funcionarios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa sugirieron que los países deberían considerar recomendar a los pasajeros que usen mascarillas en vuelos de larga distancia para contrarrestar la última subvariante Ómicron del coronavirus, dada su rápida propagación en EE. UU. Lo hicieron durante una conferencia de prensa el 10 de enero.
En Europa, la subvariante XBB.1.5 del SARS-CoV-2 se está detectando en cantidades pequeñas pero crecientes. Por tanto la funcionaria principal de emergencias de la OMS para ese continente, Catherine Smallwood, indicó que se debe sugerir a los pasajeros que usen mascarillas en entornos de alto riesgo, como vuelos de larga distancia.
En declaraciones que cita la agencia Reuters, agregó que "esta recomendación debe hacerse a los pasajeros procedentes de cualquier lugar donde haya una transmisión generalizada de COVID-19".
XBB.1.5, la subvariante de Ómicron más transmisible detectada hasta ahora, representó el 27,6% de los casos de COVID-19 en EE.UU durante la primera semana de enero, dijeron funcionarios de salud de ese país.
No está claro si XBB.1.5 causará su propia ola de infecciones en todo el mundo. Las vacunas actuales continúan protegiendo contra los síntomas graves, la hospitalización y la muerte, según los expertos.
Smalwood dijo que “las medidas de viaje deben implementarse de maneras no discriminatorias”. Estas conductas incluyen la vigilancia genómica y la orientación de los pasajeros que llegan de otros países, siempre que no desvíe los recursos de los sistemas de vigilancia nacionales.
Otros ejemplos incluyen sistemas de monitoreo de aguas residuales que pueden observar las aguas residuales alrededor de los puntos de entrada, como los aeropuertos.
XBB.1.5 es otro descendiente de Ómicron, la variante más contagiosa del virus que causa el COVID-19 y que ahora es globalmente dominante. Es una rama de XBB, detectada por primera vez en octubre, que en sí misma es un recombinante de otras dos subvariantes de Ómicron.