Una peligrosa tradición

¿Hay que abandonar la bata blanca?

Fueron identificadas como fuentes potenciales de infecciones nosocomiales

Autor/a: Marian E. Phinder, Saúl Rayo Rodríguez, Héctor David Meza, Javier Mancilla Galindo, et al.

Fuente: The White Coat: An Outdated Tradition

La bata blanca: una tradición obsoleta

En el siglo XIX, los médicos no usaban batas blancas con regularidad. En cambio, usaron un traje negro muy similar a un esmoquin, una prenda que transmitía no solo una sensación de elegancia, sino también la sutil noción de que buscar atención médica era el último recurso antes de la muerte. El uso de la bata blanca fue popularizado por las enfermeras hasta principios del siglo XX.

La bata blanca como fómite

La costumbre de usar batas blancas fue introducida formalmente en 1910 por el Dr. George Armstrong, presidente de la Asociación Médica Canadiense. La blancura de los abrigos se asoció con la limpieza, la pureza, la benevolencia y la tranquilidad. Desde entonces, se han convertido en una característica que distingue a los médicos de los demás. Durante la década de 1990, las batas blancas fueron identificadas como fuentes potenciales de infecciones nosocomiales.

Wong y sus colegas examinaron cultivos obtenidos de las batas blancas de 100 médicos y encontraron que los puños y los bolsillos de las batas eran las áreas más contaminadas. Cabe destacar que se aisló Staphylococcus aureus de ~25 % de los abrigos examinados. De manera similar, Banu y sus colegas aislaron microorganismos patógenos como Staphylococcus aureus y Pseudomonas aeruginosa del cuello, los bolsillos y los costados de los abrigos. Además, al examinar los patrones de susceptibilidad antimicrobiana de los aislamientos, encontraron similitudes con otros patógenos nosocomiales en su hospital, lo que muestra un vínculo potencial entre los abrigos contaminados y estas infecciones.

El alcance de la contaminación microbiana va mucho más allá de la bata blanca, ya que las corbatas, los estetoscopios y otros artículos que usan los profesionales de la salud también pueden ser fuentes de infección.

Recomendaciones internacionales

El uso de la bata blanca está prohibido en las instituciones de salud del Reino Unido desde 2007 bajo la política de "desnudo debajo de los codos" (BBE) que tenía como objetivo reducir la incidencia de infecciones nosocomiales. La política de BBE considera que el uso de camisetas de manga corta en lugar de batas blancas durante la actividad de atención al paciente es una buena práctica.

Además, las joyas pueden dificultar la higiene eficaz de las manos. En 2009, la Asociación Médica Estadounidense aprobó una resolución alentando la adopción de pautas para vestirse de manera que minimicen el riesgo de infecciones nosocomiales, aunque finalmente recomendaron más investigación en lugar de eliminar el uso de batas blancas o adoptar una política similar a la BBE.

Si bien la bata blanca sigue siendo un símbolo de la profesión médica, es un conocido vehículo de transmisión de patógenos nosocomiales. Por tanto, debería revisarse su uso, particularmente en los países en vías de desarrollo, donde la bata blanca tiende a ser obligatoria bajo la justificación de “aparentar profesionalidad”.

Hay tres recomendaciones importantes sobre el código de vestimenta para los profesionales de la salud, con el objetivo de prevenir la aparición de infecciones nosocomiales:

  1. Usar uniformes con los antebrazos descubiertos, sin batas blancas, corbatas, mangas largas o accesorios como relojes, pulseras o anillos.
     
  2. Realice la higiene de manos con agua y jabón o una solución desinfectante. Recuerda los Cinco Momentos para la Higiene de Manos propuestos por la Organización Mundial de la Salud.
     
  3. Limpie los estetoscopios y cualquier dispositivo de examen físico después del contacto directo con el paciente con toallitas a base de alcohol.
Extendemos respetuosamente una invitación a médicos, funcionarios gubernamentales y profesionales de la salud en general para que reconsideren el uso de la bata blanca en los centros de salud. En América Latina, existe una expresión popular “no solo hay que ser médico, sino parecerlo”.  No obstante, la competencia de un médico tiene poco que ver con su atuendo.