Diferencias de sexo en la respuesta inmune: las mujeres desarrollan una respuesta inmune más fuerte al SARS-CoV-2 que los hombres, lo que podría ayudar a explicar los peores resultados entre los hombres, sugiere un estudio en Nature.
Los investigadores estudiaron las respuestas inmunes en 17 hombres y 22 mujeres que ingresaron con COVID-19 moderado.
Las mujeres produjeron más células T que los hombres; por ejemplo, los recuentos de células T CD8 fueron significativamente más altos entre las mujeres infectadas que entre los voluntarios sanos, mientras que no hubo diferencia entre los hombres infectados y los voluntarios sanos.
Además, cuanto mayores eran los pacientes masculinos, peor era la respuesta de las células T, y esto se asoció con la progresión de la enfermedad; no sucedió lo mismo con las mujeres.
Los investigadores dicen que sus hallazgos "sugieren que las vacunas y terapias para elevar la respuesta inmune de las células T al SARS-CoV-2 podrían estar justificadas para los pacientes masculinos".
Resumen Un creciente cuerpo de evidencia indica diferencias de sexo en los resultados clínicos de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19). Sin embargo, actualmente se desconoce si las respuestas inmunitarias contra el SARS-CoV-2 difieren entre los sexos y si tales diferencias explican la susceptibilidad masculina al COVID-19. En este estudio, examinamos las diferencias de sexo en las cargas virales, los títulos de anticuerpos específicos del SARS-CoV-2, las citocinas plasmáticas y el fenotipado de las células sanguíneas en pacientes con COVID-19. Al enfocar nuestro análisis en pacientes con enfermedad moderada que no habían recibido medicamentos inmunomoduladores, nuestros resultados revelaron que los pacientes masculinos tenían niveles plasmáticos más altos de citocinas inmunes innatas como IL-8 e IL-18 junto con una inducción más robusta de monocitos no clásicos.
Es importante destacar que encontramos que una respuesta deficiente de las células T se correlacionó negativamente con la edad de los pacientes y se asoció con un peor resultado de la enfermedad en los pacientes masculinos, pero no en las mujeres. Por el contrario, las citocinas inmunitarias innatas más altas en pacientes femeninas se asociaron con una peor progresión de la enfermedad, pero no en pacientes masculinos. Estos hallazgos revelan una posible explicación subyacente a los sesgos sexuales observados en COVID-19 y proporcionan una base importante para el desarrollo de un enfoque basado en el sexo para el tratamiento y la atención de hombres y mujeres con COVID-19. |