La Universidad de Oxford ha anunciado hoy en un comunicado que va a iniciar los ensayos de las fases 2 y 3 de su vacuna contra la COVID-19. Reclutará 10.260 adultos y niños sanos para inyectarles el candidato. Las franjas de edad serán de 56 a 59 años, de 5 a 12 años y más de 70 años.
En la fase previa (la 1) participaron 1.000 voluntarios de edades que iban entre los 18 y los 55 años y, según Andrew Pollard, jefe del Grupo de Vacunas de Oxford, “los estudios clínicos han progresado muy bien”.
Se ha ampliado la muestra para probar la vacuna en adultos de más edad y en niños. El objetivo es determinar si la respuesta inmunitaria varía en función de la edad y probar si puede proporcionar protección en la población en general
Ahora, en las siguientes etapas “se amplía la muestra para probar la vacuna en adultos de más edad y en niños, con el objetivo de determinar si la respuesta inmunitaria varía en función de la edad y probar si puede proporcionar protección en la población en general, dice Pollard.
Para evitar que la posible disminución de la prevalencia del virus retrase el avance de la investigación, la Universidad de Oxford dará prioridad a los voluntarios que sean grupo de riesgo por su exposición, como los profesionales sanitarios.
La universidad señala que los participantes adultos de los grupos de las fases 2 y 3 serán asignados al azar para recibir una o dos dosis de la vacuna ChAdOx1 nCoV-19 o una vacuna autorizada (MenACWY, para la meningitis), que se utilizará como control para la comparación.
Una versión debilitada del virus del resfriado
La ChAdOx1 nCoV-19 está hecha de un virus llamado ChAdOx1, una versión debilitada de un virus del resfriado común (adenovirus), que causa infecciones en los chimpancés y que ha sido modificado genéticamente de manera que es imposible que se replique en humanos.
“La velocidad a la que esta nueva vacuna ha avanzado en las últimas etapas de los ensayos clínicos es un testimonio de la innovadora investigación científica de Oxford", ha destacado Mene Pangalos, vicepresidetne ejecutivo de AstraZeneca.
La evaluación de la eficacia de la vacuna podría tardar entre dos y seis meses, según indica la universidad
Por su parte, la universidad detalla que para evaluar si la vacuna funciona, compararán el número de infecciones en el grupo de control con el del grupo vacunado. “La rapidez con la que se alcancen los números requeridos dependerá de los niveles de transmisión del virus en la comunidad. Si sigue siendo alta, se podrán obtener suficientes datos de eficacia en un par de meses, pero si los niveles de transmisión disminuyen, podría llevar hasta seis meses”
AstraZeneca ya ha firmado con socios en Reino Unido y Estados Unidos para la producción en masa de la vacuna, con el fin de que se pueda distribuir si finalmente se lograran pruebas concluyentes de eficacia y seguridad.
El anuncio de la Universidad de Oxford llega dos días después de que la biotecnológica estadounidense Moderna anunciara buenos resultados preliminares de su vacuna contra la COVID-19