El Hospital Odontológico de la UBA sigue funcionando, pero siguiendo las normas y protocolos vigentes que se explican detalladamente en la Guía General de Bioseguridad de la Facultad. El decano Pablo Alejandro Rodríguez destaca que sólo se atienden "las consultas odontológicas que sean consideradas urgencias, para evitar procedimientos innecesarios que expongan no solo al profesional odontológico, sino también al personal auxiliar y a los pacientes".
La atención odontológica es una de las tareas médicas de más alto riesgo de contagio
La cavidad bucal es la principal fuente de infección en la consulta odontológica, los profesionales trabajan en ella y en los tejidos que la rodean además, por razones obvias, al trabajar tienen una distancia que suele ser menor al metro recomendado.
El Hospital Odontológico de la UBA atiende, anualmente, a más de 200 mil pacientes y realiza cerca de 300 mil prácticas. ¿Qué sucede ahora? ¿Cómo está trabajando? Dialogamos con el decano de la Facultad de Odontología, el doctor Pablo Alejandro Rodríguez.
¿Qué protocolo está siguiendo la Facultad en materia de atención odontólogica?
El “control de la Infección” en la práctica odontológica sigue las Normas y Protocolos vigentes que se explican detalladamente en la Guía General de Bioseguridad de la Facultad, y a la cual se le han incorporado algunas recomendaciones adaptadas al momento epidemiológico mundial que estamos viviendo, las cuales se encuentran en revisión y actualización constante.
Respecto de la atención de pacientes, solo se deben realizar las consultas odontológicas que sean consideradas urgencias, para evitar procedimientos innecesarios que expongan no solo al profesional odontológico, sino también al personal auxiliar y a los pacientes. Así evitaríamos la infección cruzada.
En el caso de tener que realizar una consulta de urgencia, se debe confeccionar el cuestionario previo (preferentemente vía telefónica). Si el paciente estuviera en condiciones de ser atendido, se lo cita para la atención odontológica. En caso contrario, se lo deriva al Centro de Salud que le corresponda a su jurisdicción.
El profesional y personal de salud deben usar el ambo odontológico solo dentro del ámbito clínico. Es importante aclarar que el odontólogo debe cambiarse en el sitio de trabajo. No se pueden usar accesorios personales para la atención: como son anillos, relojes, pulseras, aros colgantes, etcétera.
El operador deberá trabajar idealmente a 6 (seis) o 4 (cuatro) manos. Si esto no fuera posible, es muy importante la organización de las tareas a realizar, minimizando la circulación en el consultorio y el contacto con superficies innecesarias. El operador no deberá moverse del Círculo Operativo Primario, el cual mide un radio de 1,5 metros, siendo la boca del paciente el centro de este. Así evitamos lo que llamamos C.A.S (Contacto, Aerolización, Salpicaduras).
En cuanto a la preparación personal, el decano de la Facultad de Odontología resalta la necesidad de uso de: - Camisolín, sobre el ambo. - Cofia. - Barbijo. (preferentemente N95) - Gafas de protección. - Guantes de látex. - Pantalla facial de protección. El decano Rodríguez, destaca que: - Se deben espaciar los turnos odontológicos para mantener el distanciamiento y dar tiempo a la preparación del ambiente de trabajo entre pacientes, quienes no deben ir acompañados a la consulta. - Deben retirarse los folletos y revistas de la sala de espera, la cual debe mantenerse ventilada. - Se ofrece alcohol en gel para el uso del paciente a su llegada, y en el baño deberá haber jabón líquido (con antiséptico) y toallitas de un uso. - En el caso de clínicas, los puestos de trabajo están separados a una distancia mínima de dos metros entre sillones odontológicos durante la atención. Respecto a la atención en sí misma, el decano de la Facultad de Odontología nos cuenta que: - Previo a la atención odontológica, el paciente debe realizar un buche previo con peróxido de hidrógeno al 1% (agua oxigenada de 10 vol líquida en partes iguales con agua), para disminuir la carga microbiana de la cavidad bucal. - El profesional debe trabajar con aislación absoluta del campo operatorio en todos los casos que sea posible, y aspirar con suctor de alta potencia para disminuir un 70% la aerolización. - Dentro de los procedimientos postatención, todo el material descartable se retira y se desecha en bolsa roja. - El ambo se transporta en bolsa roja al sitio de lavado, donde se lavará solo y a alta temperatura (95 C aproximadamente). - Se realiza la descontaminación de superficies con hipoclorito de sodio al 0,5% o alcohol al 70%. - Finalmente, se deben higienizar las partes del cuerpo que hayan sido expuestas al C.A.S, (manos, brazos, cara, cuello, etcétera). |