El estudio incluyó a 572 mujeres, con una edad promedio de 39 años, a quienes se pidió en 2012-2014 que calificaran su nivel de preocupación sobre la deportación, de ellas mismas o de otros, como bajo (un 28 por ciento), moderado (un 24 por ciento) o alto (un 48 por ciento).
Los investigadores vincularon la preocupación con unos aumentos más grandes en la presión arterial sistólica.
Pero las tasas de hipertensión no fueron significativamente distintas entre las mujeres con distintos niveles de preocupación.
En seguimientos realizados en 2014-2016 y 2016-2018, las mujeres que estaban más preocupadas sobre la deportación tuvieron un aumento inicial más grande en la presión arterial sistólica y en la presión arterial promedio, encontró el estudio.
Entre las 408 mujeres sin hipertensión al inicio, las que tenían niveles moderados o altos de preocupación presentaban el doble de probabilidades que las demás de ser diagnosticadas con hipertensión.
El estudio aparece en la edición del 27 de noviembre de la revista Journal of the American Heart Association.
"Nuestros hallazgos sugieren que las preocupaciones sobre las políticas de inmigración y el cumplimiento de las mismas podría afectar de manera negativa a la salud cardiovascular a largo plazo de los inmigrantes, sus familias y su comunidad", señaló en un comunicado de prensa de la revista la autora principal, Jacqueline Torres, profesora asistente de epidemiología y bioestadística de la Universidad de California, en San Francisco.
"Justo como los profesionales clínicos podrían pensar en el rol de otros factores estresantes y su impacto en las vidas y la salud de los pacientes, este estudio sugiere que quizá también debamos considerar el impacto de las políticas como la inmigración en los niveles de estrés y el efecto subsiguiente en los resultados relacionados con la presión arterial", planteó Torres.
Los investigadores solo hallaron una asociación, no un vínculo causal. También anotaron que sus hallazgos quizá no apliquen a los migrantes de otras partes de Estados Unidos.
"Las mujeres de este estudio viven en una comunidad acogedora, mayoritariamente latina, y también están en California, donde quizá tengan menos miedo a la deportación porque es un estado santuario", señaló la autora sénior del estudio, Brenda Eskenazi, directora del Centro de Investigación Ambiental y Salud Infantil de la Universidad de California, en Berkeley. "Estos resultados podrían estar magnificados en otras regiones de Estados Unidos".
El estudio sigue en curso. Los investigadores planifican examinar cómo las preocupaciones sobre la deportación afectan al funcionamiento mental y físico de las mujeres a medida que lleguen a la mediana edad.
Las visitas de seguimiento tuvieron lugar en 2014–2016 y 2016–2018, 2 y 4 años después de la visita de referencia, respectivamente. Fuente: estudio CHAMACOS.
Conclusiones
Existe una necesidad urgente de comprender el impacto de la política de inmigración y los temores resultantes de deportación sobre los resultados de ECV y los factores de riesgo relacionados de los inmigrantes y sus familiares.
En uno de los pocos estudios para evaluar la relación entre la preocupación por la deportación percibida y los resultados de ECV, y el primero en evaluar estas relaciones longitudinalmente, observamos que la preocupación por la deportación se asoció con disparidades persistentes o cada vez mayores en los factores de riesgo clave de ECV y un mayor riesgo de hipertensión incidente entre una cohorte de mujeres principalmente de origen mexicano.
Las investigaciones futuras deberían continuar documentando los impactos de las políticas de inmigración y la preocupación por la deportación en la salud cardiovascular a largo plazo de los inmigrantes y sus familiares nacidos en los EE. UU., y expandir estos esfuerzos a otros subgrupos afectados y resultados de salud.
Perspectiva clinica En una cohorte comunitaria de mujeres latinas, una mayor preocupación por la deportación se asoció con trayectorias iniciales más pronunciadas de presión arterial sistólica y presión arterial media y un mayor riesgo de hipertensión incidente. No se observó asociación con el cambio en el índice de masa corporal, la circunferencia de la cintura o la presión del pulso. ¿Cuáles son las implicaciones clínicas? La preocupación por la deportación puede tener impactos adversos en la trayectoria de ciertos factores de riesgo cardiovascular y en el riesgo de hipertensión arterial. |