Puntos clave
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Resumen
El funcionamiento interno de los intestinos, en el que el cuerpo y el microbioma se entrecruzan para influir en la función intestinal y la salud sistémica, siguen siendo esquivos. El dióxido de carbono, el hidrógeno, el metano y el sulfuro de hidrógeno, así como una variedad de gases traza, son generados por las interacciones químicas y la microbiota dentro del intestino.
El perfil de estos gases intestinales y sus respuestas a los cambios en la dieta pueden revelar los productos y funciones de la microbiota intestinal y su influencia en la salud humana.
De hecho, se han desarrollado diferentes herramientas para medir estos gases intestinales, incluida la nueva tecnología de cápsulas de detección de gases. Los gases pueden, según su tipo, concentración y volumen, inducir o aliviar los síntomas abdominales, y también pueden tener efectos fisiológicos, patógenos y terapéuticos.
Por lo tanto, el perfil y la modulación de los gases intestinales podrían ser herramientas poderosas para la prevención y / o terapia de enfermedades.
Como las interacciones entre la microbiota, los constituyentes químicos y los sustratos fermentativos del intestino están influenciados principalmente por la ingesta dietética, la alteración de la dieta, que a su vez cambia los perfiles de gases, es el enfoque terapéutico principal para los trastornos gastrointestinales.
Una mejor comprensión de las complejas interacciones dentro de los intestinos que generan los gases mejorará nuestra capacidad para prevenir, diagnosticar, tratar y controlar muchos trastornos gastrointestinales.