Por Megan Brooks
NUEVA YORK (Reuters Health) - En un estudio sobre recién nacidos de muy bajo peso (RNMBP), una estrategia con presión positiva continua en las vías aéreas (CPAP, por sus siglas en inglés) de burbuja profiláctica seguida del uso temprano y selectivo de un surfactante, si es necesario, redujo el uso de ventilación mecánica sin aumentar la morbilidad y la mortalidad.
La estrategia, dentro del protocolo INSURE (intubación, surfactante, extubación), es para los autores especialmente importante para el manejo de los bebés prematuros del mundo en desarrollo, con pocos respiradores y poca disponibilidad de surfactante.
La CPAP de burbuja es un método no invasivo, pero intensivo, de asistencia respiratoria: las burbujas dentro de una botella de agua provocan presión, que se transmite al bebé por una cánula nasal.
El estudio se realizó en 12 unidades de terapia intensiva neonatal (UTIN) terciarias de cinco países sudamericanos: Argentina, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay.
"Nuestros resultados demuestran que es posible utilizar con éxito esta estrategia respiratoria no tan invasiva en los RNMBP de nuestra región", escribe el equipo en The Journal of Pediatrics.
El estudio incluyó 256 neonatos con respiración espontánea de entre 800 y 1.500 g.
Al azar, el equipo del doctor José L. Tapia, de la Pontificia Universidad Católica de Chile, en Santiago, utilizó la estrategia CPAP de burbuja/INSURE con 131 bebés y oxígeno suplementario (vía una máscara o una cánula nasal), surfactante y ventilación mecánica si era necesaria con 125 bebés (grupo tratado con oxígeno/VM).
"Si en el grupo con CPAP/INSURE no surgía el síndrome de distrés respiratorio (SDR), se suspendía la CPAP después de entre tres y seis horas. En cambio, si ocurría y la fracción de oxígeno inspirado (FiO2) era mayor a 0,35, se iniciaba el protocolo INSURE", escribe el equipo.
Y continúa: "En el grupo tratado con oxígeno/VM, ante la aparición del SDR se administraba oxígeno suplementario sin CPAP y si la FiO2 era mayor a 0,35, se utilizaba surfactante y ventilación mecánica".
La estrategia CPAP/INSURE redujo significativamente la frecuencia de uso de la ventilación mecánica (un 29,8 versus un 50,4 por ciento) y de surfactante (un 27,5 frente a un 46,4 por ciento).
No hubo diferencia significativa entre los grupos en cuanto a la mortalidad, el neumotórax o la displasia broncopulmonar, pero sí una tendencia a la reducción de la incidencia de cada una de esas complicaciones.
Las hemorragias intraventriculares de grado 3 y 4, el ductus arterioso persistente, la retinopatía del prematuro, la enterocolitis necrotizante y la sepsis tuvieron la misma frecuencia en ambos grupos. La estrategia CPAP/INSURE causó lesiones nasales leves (un 8,4 por ciento).
"El estudio tuvo varias limitaciones. No fue a ciego, aunque se utilizó un manejo estrictamente definido en ambos grupos. Sólo reunimos al 55 por ciento de la población total potencial. Una fortaleza fue la inclusión de bebés de 12 centros de Sudamérica", señala el equipo.
Tapia concluyó: "Una estrategia menos invasiva para el tratamiento del distrés respiratorio en los RNMBP es segura y reduce el uso de terapias más invasivas y costosas (como) la ventilación mecánica y el surfactante".
"Esa estrategia podría aplicarse en países en desarrollo sin efectos adversos. El enfoque podría transformarse en una terapia estandarizada en nuestra región y el mundo", finalizó.
FUENTE: Journal of Pediatrics, online 9 de marzo del 2012