Los adultos que habían sido diagnosticados con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) en la niñez tienen menos materia gris en ciertas áreas del cerebro en la adultez que las personas que no sufrieron del trastorno en la juventud, afirman investigadores.
"La mayoría de individuos con TDAH mejoran en la adultez, pero es algo decepcionante ver que incluso con la mejora, sigue habiendo desafíos para los que tienen TDAH", señaló el autor líder del estudio, el Dr. F. Xavier Castellanos, profesor de psiquiatría infantil y adolescente del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York, en esa ciudad.
Castellanos y su equipo también hallaron una tendencia a cambios cerebrales incluso más significativos entre las personas que seguían teniendo síntomas de TDAH en la adultez.
Los resultados del estudio aparecen en la edición de noviembre de la revista Archives of General Psychiatry.
El TDAH es un trastorno infantil común, según el Instituto Nacional de Salud Mental de EE. UU. Los síntomas incluyen una incapacidad de prestar atención o concentrarse, distraerse fácilmente, aburrirse rápidamente, soñar despierto con frecuencia y conducta hiperactiva.
Investigaciones anteriores han hallado un volumen cerebral reducido en los niños con TDAH, y esas reducciones son particularmente pronunciadas en áreas del cerebro que ayudan a regular la atención y la emoción, según la información de respaldo del estudio.
El estudio actual incluyó a chicos que habían participado en un estudio continuo que se inició en los 70. En ese momento, el estudio consistía de 207 chicos blancos de 6 a 12 años de edad y 178 chicos de la misma edad que no tenían TDAH como grupo de control.
La investigación de Castellanos incluyó a 59 de los voluntarios del estudio que habían tenido TDAH en la niñez y 80 que no. Su edad promedio era de 41 años. De los 59 que tenían TDAH, 17 seguían teniendo síntomas en la adultez, según el estudio.
Los voluntarios del estudio se sometieron a imágenes por resonancia magnética (IRM) en 2002, y fueron entrevistados sobre sus síntomas y uso de medicamentos actuales.
Los investigadores hallaron que la corteza cerebral era significativamente más delgada en las personas que habían tenido TDAH en la niñez, en comparación con las que no. Esos cambios se observaron en las personas que seguían teniendo síntomas de TDAH y las que no. Sin embargo, Castellanos dijo que hubo una tendencia constante entre los que seguían presentando síntomas a tener una corteza aún más fina.
Las áreas más afectadas por la reducción tienen que ver con el "control de arriba para abajo de la atención y la regulación de la atención", comentó Castellanos. Por ejemplo, explicó, la cantidad de atención que se da a una tarea es un complejo cálculo sobre lo que sucede alrededor, cuánto ruido hay, si otra cosa se mueve en la habitación, entre otros factores. Si uno escucha un ruido, se distrae al menos momentáneamente a menos que pueda explicarlo racionalmente, por ejemplo si hay una construcción cerca. Si el ruido se puede explicar racionalmente, uno puede volver a trabajar sin más distracción. Pero ese proceso no funciona tan bien en las personas con TDAH.
"Para mí, estos tipos de estudios son emocionantes porque llegan a la neurobiología real del TDAH", aseguró la Dra. Sara Hamel, pediatra de la conducta y del desarrollo del Hospital Pediátrico de Pittsburgh. Hamel señaló que algunas personas siguen considerando el TDAH como una debilidad de la personalidad o como una consecuencia de una mala crianza, pero este estudio y otros parecidos muestran que "el TDAH es un fenómeno fisiológico y un déficit neurológico real".
Ambos expertos señalaron que es importante que la gente se dé cuenta de que el TDAH realmente puede ser una afección de toda la vida, y que si los síntomas persisten en la adultez, no se debe ignorarlos.
"No es culpa de la persona. Es algo distinto en la forma en que está programada, y probablemente es heredado", explicó Hamel. Recomendó tanto fármacos como terapia conductual para las personas con TDAH.
Castellanos señaló que casi todas las personas del estudio habían tomado fármacos estimulantes para el TDAH, y aún así los cambios en el volumen cerebral persistieron en la adultez. Esto significa que aunque los medicamentos pueden ayudar a controlar los síntomas del TDAH de un día a otro, probablemente no tengan ningún impacto sobre la causa subyacente de la enfermedad.
FUENTES: F. Xavier Castellanos, M.D., professor of child and adolescent psychiatry, New York University Langone Medical Center, New York City; Sara C. Hamel, M.D., behavioral/developmental pediatrician, Children's Hospital of Pittsburgh, and associate professor of pediatrics, University of Pittsburgh School of Medicine, Pa.; November 2011, Archives of General Psychiatry