Un estudio reciente halla que la mayoría de los casos de infecciones en el torrente sanguíneo (sepsis) entre recién nacidos en Estados Unidos se deben a estreptococos del grupo B (EGB) y a la E. coli.
La sepsis, también conocida como envenenamiento de la sangre, tiene lugar cuando la bacteria invade el torrente sanguíneo y causa una infección en todo el sistema. Puede conducir a complicaciones graves y representa un alto riesgo de muerte entre los recién nacidos.
Aunque los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. recomiendan la evaluación universal de las mujeres que están entre las semanas 35 y 37 de embarazo para detectar el GBS y antibióticos para las que están infectadas, los investigadores apuntaron que muchos profesionales de la salud no realizan tales pruebas, ni siquiera a algunas mujeres en riesgo.
Este estudio a nivel nacional de casi 400,000 recién nacidos encontró que la tasa global de sepsis fue de 0.98 por 1,000 nacimientos vivos, y que 0.41 por cada 1,000 tenían que ver con el GBS y 0.28 por cada 1,000 con la E. coli.
El GBS es la causa más común de sepsis en los recién nacidos a término y la E. coli es la causa más común entre los prematuros.
"Las infecciones tienen lugar en casi uno de cada mil nacimientos vivos", señaló la investigadora principal, la Dra. Barbara Stoll, profesora y presidenta del departamento de pediatría de la Facultad de medicina de la Universidad de Emory, en un comunicado de prensa de la universidad.
"Con aproximadamente 4 millones de nacimientos al año en Estados Unidos, esto equivale a una carga sustancial de enfermedad. Calculamos que cerca de 3,000 bebés al año desarrollan sepsis de aparición temprana. Según las tasas de mortalidad actuales, alrededor de 300 a 350 muertes al año se relacionan con sepsis neonatal".
La sepsis de aparición temprana se refiere a la sepsis que ocurre en bebés de menos de 72 horas de nacidos.
"Nuestros hallazgos sugieren que las pruebas de diagnóstico precisas que se administran en el punto mismo de la atención médica en el momento en que llegan las mujeres al hospital para dar a luz podrían mejorar nuestra capacidad para identificar a las mujeres en riesgo", apuntó Stoll, que también recomienda incrementar el uso de los registros médicos electrónicos.
"Un registro de salud comunitario que vincule la historia clínica del consultorio del médico con el hospital donde la mujer recibe la atención podría mejorar la identificación y el tratamiento de las mujeres en riesgo", apuntó. "Si a una mujer se le ha hecho una prueba para detectar EGB y se sabe que está infectada, esta información debe estar disponible para el equipo de atención médica que cuida de ella mientras está de parto".
El estudio aparece en la edición en línea del 25 de abril y se publicará en la edición impresa de mayo de la revista Pediatrics.
FUENTE: Emory University, news release, April 25, 2011