Nora Bär

En el país, los profesores luchan contra el desinterés de los adolescentes en las materias científicas, las universidades registran aplazos masivos en los cursos de ingreso, los programas científicos de los medios de comunicación jamás podrían rivalizar con los futbolísticos o de chimentos... Sin embargo, siete de cada diez argentinos consideran que la ciencia merece mayor reconocimiento y que está asociada con ideas positivas como "gratificante", "difícil" o "inspiradora".

Esto es lo que surge de un estudio realizado por Gallup para L´Oréal en todo el país, sobre 1010 personas de más de 18 años. Durante el trabajo, que tuvo alcance internacional e incluyó a otros nueve países (China, Dubai, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Italia, México, Sudáfrica, España y los Estados Unidos), se entrevistó en total a 10.000 personas.

"Si bien en la Argentina predomina una concepción favorable de la ciencia, todavía hay mucho espacio para mejorar su lugar en el país -afirmó ayer Constanza Cilley, directora comercial y de investigación de Gallup durante la presentación en la sala de actos del Conicet-. Otro punto de la encuesta revela que, para el 68% de la población, la escuela no actúa como un espacio generador de entusiasmo para que los chicos se interesen en la investigación, que es el momento y el espacio para sembrar el interés."

Otro de los temas sobre los que se indagó fue el papel de la mujer en la ciencia. El 86% de los que participaron consideran que la ciencia es tanto para mujeres como para hombres. Y el 77% cree también que los hallazgos que ofrece tienen aplicación en la vida cotidiana.

Un premio para las mujeres

"Estos resultados refuerzan nuestro compromiso por mejorar el estatus de la profesión científica y en particular el de las mujeres", dijo Silvia Tripoloni, directora de Relaciones Públicas y Comunicación de L´Oréal Argentina, que anunció durante la reunión una nueva edición del premio "Por las mujeres en la ciencia", organizado por esta compañía y la Unesco, y que este año está dedicado a las ciencias biológicas. La distinción reconoce anualmente a cinco investigadoras destacadas, una por continente, que hayan contribuido de manera significativa al avance científico, y otorga 15 becas de investigación internacionales a científicas jóvenes que cursen el doctorado o el posdoctorado.

En los últimos once años, fueron premiadas 60 investigadoras y fueron becadas 150 jóvenes.

Hasta el 29 de mayo, pueden optar por este premio científicas con grado de doctorado que investiguen en el país en ciencias de la vida, medicina, biología, bioquímica, veterinaria, biotecnología y fisiología. El premio se adjudica la semana del 20 de julio.

En la actualidad, a diferencia de lo que ocurría en décadas pasadas, especialmente en las ciencias humanas las mujeres representan la mayor parte de los recursos humanos del Conicet; en particular, ellas son seis de cada 10 de los becarios (el primer "escalón" de la carrera científica").

Esta tendencia se acentuó notablemente a partir de 2002, pero se invierte a medida que los científicos avanzan en la carrera y llegan a los escalafones más altos: sólo son mujeres el 19,32% de los investigadores superiores y el 31,66% de los principales. De los 11 centros multidisciplinarios que posee el Conicet en todo el país, sólo dos son dirigidos por mujeres.

Las mujeres representan el 46% de los integrantes de las comisiones asesoras, y la junta de calificaciones está compuesta por 15 hombres y siete mujeres.

Según subrayó la doctora Marta Rovira, directora del Conicet, luego de 50 años de historia por primera vez la institución es presidida por una mujer. Por otro lado, de los nueve cargos que conforman el directorio, sólo dos son ocupados por mujeres. "El más alto nivel de la línea técnica institucional está compuesto por seis gerencias; una de ellas, a cargo de una mujer", detalló.

En la actualidad, el Conicet está integrado por 15.000 personas, de las cuales el 54% son mujeres y el 46%, hombres.

Estos datos forman parte de un completo informe realizado por el Conicet a partir de 2005, en colaboración con la Red de Género, Ciencia y Tecnología.