La fibromialgia, enfermedad que causa dolor intenso y generalizado en los músculos y tendones, no es una dolencia psicológica consecuente con un cuadro de depresión o ansiedad, como muchos expertos han defendido tradicionalmente, sino que tiene un origen orgánico. Así ha venido constatado por las conclusiones del estudio presentado en el día de hoy por investigadores del Hospital del Mar de Barcelona.
La investigación, realizada conjuntamente con el Instituto Municipal de Investigación Médica (IMIM) y financiada por el Ministerio de Sanidad y Consumo, muestra que los pacientes de fibromialgia presentan lesiones musculares e inflamación local en las zonas afectadas, especialmente en los momentos de aparición o empeoramiento de una crisis.
Hasta ahora ninguna prueba diagnóstica había detectado evidencias físicas del dolor que sienten los pacientes, lo que había llevado a pensar que se trataba de una enfermedad psicosomática –sufrimiento físico causado por sufrimiento psíquico.
El estudio, iniciado en 2006, estudió diferentes variables de daño tisular (daño en los tejidos) como moléculas inflamatorias, estrés oxidativo y moléculas ligadas a la reparación del músculo. En los pacientes de fibromialgia se encontró una presencia baja de la molécula inflamatoria TNF-alfa, encargada de reparar la estructura muscular.
Los resultados fueron presentados en octubre de 2008 en el congreso anual del Colegio Americano de Reumatología (ACR), si bien los investigadores no consideran que el estudio esté terminado y continuarán trabajando en el mismo.
Aunque la investigación se encuentra en una fase muy prematura, el descubrimiento abre nuevas vías terapéuticas. La fibromialgia afecta a un 3% de la población, especialmente a las mujeres de entre 20 y 50 años.
Descenso del TNF-alfa
La fibromialgia tiene un origen orgánico, no psicosomático
Los afectados presentan bajas concentraciones de TNF-alfa, molécula inflamatoria encargada de reparar la estructura muscular.