Un hombre que a los 96 años de edad aún se sorprende de los homenajes que recibe nos recibió en su casa con la cordialidad y el afecto de los grandes maestros. Con la pasión intacta por el conocimiento, el Dr. Jacobo Halac nos emocionó con una exhibición de humildad y con su palabra austera, tan lejos de la arrogancia y el culto a sí mismo con que tantas veces nos encontramos. IntraMed viajó a Córdoba para que el testimonio de un colega ilustre y silencioso quede grabado en nuestra galería de maestros de la Medicina.
Duración: 10 minutos
Por Magela Demarco. Edición: Roxana Lavazza. Fotos: Ary Kaplan Nakamura.
Jacobo Halac (neonatólogo)
El Prof. Jacobo Halac se graduó en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba en 1938, comenzando su experiencia médica en el área de la Obstetricia en la Maternidad Nacional. Poco después, se volcó hacia la Pediatría, con particular énfasis en las cuestiones vinculadas al Recién Nacido.
En esta primera etapa, son numerosas sus participaciones en congresos, jornadas y demás eventos científicos. Numerosas publicaciones de su autoría, dan fe de su infatigable tránsito inicial por la medicina del neonato, cuando, aún todavía en la Maternidad Nacional, la sección dedicada al cuidado de los recién nacidos era conocida como Servicio de Puericultura.
En esas etapas iniciales de la década de 1950, Jacobo viajó a Nueva York para pasar un tiempo en el Servicio de recién nacidos del Prof. Wiener, llegando en el momento oportuno en que Wiener y su colaborador Landsteiner, describían el Factor Rh, escribiendo un nuevo capítulo en la historia de la medicina moderna. Cabe recordar que hasta ese entonces, los problemas debidos al aún ignoto factor Rh se atribuían a la sífilis, y, a menudo eran tratadas con la administración de sulfamidas al neonato.
Luego de esa experiencia, Jacobo se radicó en Chicago, para trabajar en el entonces novedoso “Servicio de Prematuros” que dirigía el Prof. Julius Hess, reconocido hoy por análisis, su música forma parte del programa de estudio de algunos haber sentado las bases científicas sobre el uso de la incubadora.
A su regreso siguió vinculado a los problemas del recién nacido. Fue el creador y propulsor del entonces mas moderno sanatorio privado de la época: el Sanatorio San José, sito en Avenida Colon esquina Jujuy, luego expropiado, en 1956, por la Fuerza Aérea, y hoy mas conocido como Hospital Aeronautico. El Ministro de Salud de la Provincia de Córdoba, el Dr. Julio César, lo designa, en 1960, al frente del Servicio de Puericultura de la entonces llamada Maternidad Provincial, en el Barrio de San Vicente, de la ciudad de Córdoba. Curiosamente, en el mismo año, pero en Baltimore, el Prof. Alexander Schaffer da origen a la palabra “Neonatología” y escribe las primeras normas de atención para el recién nacido.
Fruto de sus ingentes esfuerzos, consigue inaugurar en el año 1966 el primer servicio de Neonatología de la Argentina, en su querida Maternidad Provincial, según las normas que por entonces se requerían para la planta física, equipamiento y plantel de médicos y enfermeras.
Para ese logro, solicitó y obtuvo el apoyo de la OPS y de la OMS, organizaciones éstas que le brindaron la ayuda necesaria para llevar a cabo esa tarea. Uno de esos apoyos trascendentales lo obtuvo a partir de la visita del Prof. Jorge Howard, por entonces titular del servicio de recién nacidos del Hospital Calvo MacKenna de Santiago de Chile. El Prof. Howard vino a Córdoba durante 4 períodos cada uno de un mes, para aceitar los mecanismos del naciente emprendimiento.
Sin embargo, aún faltaba generar el plantel más importante: enfermería. Para ello, el Prof. Howard envió a su Jefa de Enfermeras y estrecha colaboradora, la Srta. Grace Thompson, quien durante dos períodos de 6 meses trabajó intensamente para crear las normas de enfermería del nuevo Servicio. Las primeras enfermeras fueron entonces nombradas por un estricto concurso. Finalmente, el corolario a tamaño esfuerzo, se logra, cuando hacia fines de 1966 el mismísimo Prof. Schaffer viene de visita a Córdoba, y conoce esta nueva obra.
Jacobo viajó por el país, desde la Quiaca hasta Ushuaia y desde Entre Ríos hasta Mendoza, pero no una, sino innumerables veces. A todos sus colegas les contagió el entusiasmo y ayudó en la organización de servicios en cada ciudad. Justo es reconocer que la ciudad de Mendoza, y la de San Rafael, así como Chilecito y La Rioja reconocieron su esfuerzo bautizando servicios de neonatología con su nombre. Participe de l creación del Hospital Infantil Municipal, contribuyo a desarrollar las redes de atención y de control de embarazadas y de recién nacidos originalmente asistidos en este ámbito, y a formar a muchos de sus medios en la disciplina del cuidado neonatal.
La vieja y querida Maternidad Provincial, hoy Hospital Materno Provincial, pero por entonces y casi por siempre, única en el recuerdo, permitió la formación de más de 100 médicos y de por lo menos doscientas enfermeras. Retirado de la Jefatura de su querido Servicio hospitalario, repitió su labor en su Institución privada.
Además de haber sido designado Profesor en las Universidades Nacional y Católica, accedió a un sillón en la Academia de Ciencias Médicas de Córdoba, de la que aún es miembro titular y consultor. La Ciudad de Córdoba reconoció su trayectoria, cuando en 1999 lo designó Ciudadano Ilustre.
*Fuente: sitio web ciudad de Córdoba