Introducción
Las pesquisas sobre el tratamiento del traumatismo de cráneo señalan que el manitol, la hiperventilación, el drenaje del líquido cefalorraquídeo y los barbitúricos se utilizan frecuentemente en el Reino Unido, en Europa y en Estados Unidos para tratar esta lesión. Sin embargo, la eficacia de estos tratamientos no está claramente demostrada.
El traumatismo de cráneo es una de las principales causas de muerte y discapacidad en el mundo y anualmente alrededor de 10 millones de personas sufren un traumatismo de cráneo que les produce la muerte o la necesidad de hospitalización.
¿Porqué existe incertidumbre sobre la eficacia de estos tratamientos?
El Cochrane Injuries Group lleva un registro especializado de estudios aleatorios controlados sobre tratamientos para traumatismos de cráneo incluyendo el empleo de manitol, hiperventilación, drenaje de líquido cefalorraquídeo y barbitúricos.
En1998, el Cochrane Injuries Group señaló la ausencia de evidencia sobre la eficacia de estos 4 tratamientos debido a que la búsqueda realizada detectó solamente 3 pequeños estudios con barbitúricos, ninguno de drenaje de líquido cefalorraquídeo, uno de hiperventilación y un pequeño estudio sobre manitol.
Las últimas búsquedas que abarcaron hasta enero 2008 indican que existe una falta de potencia estadística adecuada en los nuevos estudios que surgieron.
En cuanto al tratamiento con corticosteroides, el interrogante sobre su utilidad quedó prácticamente resuelto en un estudio de gran envergadura con 10.008 pacientes evaluados en forma aleatoria que demostró que los corticosteroides después de un traumatismo cerebral son más dañinos que beneficiosos.
¿Existe la posibilidad de que los estudios que están en marcha aporten evidencia relevante?
Hasta ahora se desconoce que existan estudios clínicos en evolución que tengan por objeto resolver estos interrogantes.
¿Qué se debe hacer ante estas dudas?
Es esencial que los médicos y las personas que prestan asistencia médica de primer nivel estén totalmente informados de la ausencia de evidencias sobre la eficacia de estos tratamientos tan frecuentemente utilizados. Hasta que no se verifiquen comprobaciones certeras los médicos deben continuar con decisiones terapéuticas basadas sobre la mejor evidencia disponible.
El traumatismo de cráneo es una de las áreas más desatendidas de la investigación debido a las siguientes razones:
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El traumatismo de cráneo es una afección aguda, inesperada con una alta tasa de mortalidad. Los pacientes que la padecen no están en condiciones de considerar la eficacia o incertidumbre del tratamiento y presionar para otros tratamientos.
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Estos pacientes no están en condiciones para dar conformidad escrita sobre algún tipo de tratamiento aleatorio o controlado.
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La industria farmacéutica tiene escaso interés, por obvias razones comerciales, en investigar la eficacia de agentes que de todas maneras se utilizan habitualmente como los barbitúricos y el manitol.
Necesidad de un enfoque diferente
Diez años después de que el Cochrane Injuries Group señalara la escasa evidencia de estos 4 tratamientos, el progreso realizado ha sido escaso y por lo tanto se necesita un nuevo enfoque. Cuando no se puede esperar apoyo de la industria farmacéutica, las decisiones y la ayuda económica deben provenir de los gobiernos y de organizaciones no gubernamentales. Asociaciones globales incluyendo organizaciones como el nuevo Carso Health Institute (que tomó conciencia del gran problema sanitario producido por los traumatismos en América Latina y los consideró de investigación prioritaria), constituyen ejemplos para generar los recursos financieros que permitan afrontar esta y otras indefiniciones en el terreno de los traumatismos.