Por: Un nuevo medicamento destinado a las mujeres podría convertirse en breve en lo que el Sildenafil resultó para los hombres. Se llama LibiGel, está probándose en la Universidad de Virginia y será comercializado a partir de 2010 por la farmacéutica BioSante, siempre que la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de los Estados Unidos le dé el visto bueno. "LibiGel es un producto en gel embotellado que se unta en la parte alta del antebrazo para que la piel absorba sus elementos y lleguen a la sangre", explicó en declaraciones periodísticas el director del laboratorio, Stephen Simes.
El producto en cuestión contiene testosterona, una hormona que puede ayudar a que aumente el apetito sexual femenino cuando se presentan desórdenes de este tipo. Según sus creadores, el gel está diseñado para ser absorbido en un lapso de 24 horas, tiempo en el que incrementa la libido y la satisfacción sexual. Aunque es una hormona esencialmente masculina, la testosterona también se presenta en las mujeres y su deficiencia se ha vinculado con la caída de la libido o con disfunciones en la excitación sexual.
Hasta ahora, las mujeres no cuentan con medicamentos que les ayuden a enfrentar las disfunciones sexuales. En caso de que la FDA dé los permisos necesarios será probablemente el primer medicamento en su tipo en los Estados Unidos. "Sabemos que va a funcionar, ya se han pasado varias pruebas. En una de ella se demostró que se incrementó el 283 por ciento la satisfacción en las mujeres que lo probaron", dijo Simes.
La doctora Anita Clayton es quien encabeza los exámenes de la fase final del producto en la universidad. Por ahora, se espera que convoque a 25 mujeres de entre los 30 y 65 años para tomar parte en el estudio nacional. En esta parte del proceso se buscará demostrar su tolerancia y que no provoca afecciones cardiovasculares. El fármaco se está probando "en mujeres con un bajo deseo sexual tras una histerectomía y que tienen ambos ovarios quirúrgicamente removidos", explicó Clayton.
Las cirugías de ovarios y la menopausia pueden desencadenar el desinterés sexual, porque los ovarios producen casi la mitad de la testosterona en el cuerpo de la mujer. Esta sustancia es vital para el deseo sexual de las personas. El estudio terminará probablemente a principios de 2009. Se deberán analizar los datos, publicarlos, y preparar la presentación ante la FDA.