La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) es una condición recurrente que se relaciona con el flujo retrógrado de contenido gastroduodenal hacia el esófago u órganos adyacentes. Presenta un variado espectro de síntomas que pueden perjudicar la calidad de vida y puede presentarse con o sin daño tisular(1).
Dicha patología constituye un problema de salud muy frecuente, con una prevalencia que varía según diferentes regiones entre un 10 y un 50 % de la población general(2), siendo por tanto uno de los motivos de consulta más frecuentes en atención primaria y en la consulta gastroenterológica(3).
Los mecanismos patogénicos implicados en la ERGE son múltiples y algunos no del todo bien conocidos, atribuyéndosele a las relajaciones transitorias del esfínter esofágico inferior un papel protagónico.
Los principios de un tratamiento racional parten del conocimiento de la fisiopatología de la enfermedad, sin embargo aún no se conocen medicamentos que actúen en forma eficiente y segura sobre dicho mecanismo. Por este motivo, el tratamiento médico consiste en medidas generales (estilo de vida e higiénico-dietéticas) y en el uso de los distintos fármacos disponibles, cuyo efecto terapéutico se deriva de su capacidad para potenciar los mecanismos defensivos del reflujo gastroesofágico y/o para interferir con los elementos agresivos de éste, en concreto la secreción ácida gástrica.
Los cambios en el estilo de vida y las medidas higiénico-dietéticas son frecuentemente recomendadas en la estrategia terapéutica inicial de la ERGE sin embargo muchas de estas medidas son empíricas y existen pocos estudios que demuestren su real eficacia(4).
Recientemente se ha publicado un artículo de revisión basado en la evidencia disponible que intenta establecer si realmente las modificaciones del estilo de vida y de los hábitos higiénicos dietéticos son beneficiosos como parte del tratamiento en los pacientes con ERGE(5). Este reúne los resultados de una búsqueda en PubMed y en Ovid sobre la literatura publicada entre 1975 y el 2004, de trabajos que estudian la existencia o no de una posible asociación entre determinados factores que han sido implicados como perjudiciales o beneficiosos para la ERGE, dentro de los que se incluyeron: el habito de fumar, la ingesta de alcohol, la obesidad, la baja de peso, el café, el chocolate, las comidas especiadas, los cítricos, elevar la cabecera de la cama y acostarse pasado un tiempo después de comer.
Los resultados de este trabajo aportados por estudios caso-control (evidencia B) demuestran que bajar de peso, elevar la cabecera de la cama y adoptar el decúbito lateral izquierdo para dormir produce una mejoría significativa de la sintomatología de los pacientes que padecen ERGE. De manera contraria no existe evidencia publicada de que el abandono del hábito de fumar, el no comer chocolate, comidas ricas en grasas u otras intervenciones dietéticas produzcan una mejoría de la sintomatología (evidencia B).
Por lo tanto, y según los datos aportados por este estudio, el médico debería recomendar como parte del tratamiento integral de los pacientes con ERGE determinadas medidas a través de las cuales, según la evidencia con que hoy se dispone, es posible obtener un beneficio terapéutico, y también es tarea del médico ayudar a identificar y modificar los factores que pueden desencadenar o agravar su sintomatología.
Bibliografía:
1. Henry Cohen, Joaquim Prado P. Moraes-Filho, Maria Luisa Cafferata, et al. An evidence-based, Latin-American consensus on gastro-oesophageal reflux disease. European Journal of Gastroenterology & Hepatology 2006;18:349–368
2. Ruth M, Mansson I, Sandberg N. The prevalance of symptoms sugestive of esophageal disorders.Scand J Gastroenterol 1991;26(1):73-81.
3. Veldhuyzen van Zanten SJ, Flook N, Chiba N, Armstrong D, Barkun A, Bradette M et al. An evidence-based approach to the management of uninvestigated dyspepsia in the era
of Helicobacter pylori. Canadian Dyspepsia Working Group. CMAJ 2000;162(Supl.12):
S3-S23.
4. Meining A, Classen M. The role of diet and lifestyle measures in the pathogenesis and treatment of gastroesophageal reflux disease. Am J Gastroenterol 2000;95(10):2.692-2.697.
5. Tonya Kaltenbach, MD; Seth Crockett, MD; Lauren B. Gerson, MD, MSc. Are Lifestyle Measures Effective in Patients With Gastroesophageal Reflux Disease?. Arch Intern Med. 2006;166:965-971.
Puede consultar el texto completo del artículo de Arch Intern Med 2006;166:965-971.