Cuando el talento está al servicio de la emoción

Luis Salinas: una guitarra sutil y conmovedora

Apuntes sobre un músico excepcional y un hombre extraordinario.

Autor/a: IntraMed

¿Quién es Luis Salinas?

Nació en Argentina, Monte Grande, ciudad muy cercana a Buenos Aires.

La influencia de su padre y de su padrastro, ambos músicos, lo animaron a tocar la guitarra desde edad muy temprana.

La ductilidad del guitarrista y el músico se combinan logrando una fusión impecable, se trata de un virtuosismo musical no meramente técnico.

Podría decirse que es un músico libre. Transita sin ataduras por distintos estilos. Acerca de su arte George Benson señala: " Es uno de mis guitarristas favoritos ... "
Chick Corea habla de él como "Uno de los grandes músicos argentinos".

Scott Henderson afirma "Es increíble. Será sin duda un héroe de la guitarra". O las palabras de Badem Powel "Es un guitarrista loco y genial".

Esta versatilidad ha logrado que músicos como B.B.King y Hermeto Pascoal lo hayan invitado a compartir su escenario.
Es compositor de la mayoría de los temas que toca en sus conciertos y discos.

Salinas innova en la música argentina.

Compartió experiencias con auténticos ídolos del folklore y del tango, como Adolfo Ábalos y Horacio Salgan. Se da el lujo de tocar un zamba con Jaime Torres o grabar un disco de tango con María Graña.

Músico autodidacta. No estudió en ningún conservatorio. Improvisador nato con una original capacidad interpretativa dice: "Todo tenemos una condición natural para algo.

No es lo que te gusta sino lo que podés hacer. El resto es trabajar. No pretendo ser mejor que alguien. Quiero ser el mejor Salinas posible. Mi música más que nada tiene que ser fluída y sincera, si uno no se emociona, el público tampoco.

Premios
Gardel 2003 Argentina  Mejor álbum de folklore " Música Argentina Volumen 1 y 2 " 
Gardel 2004 Argentina  Mejor álbum de jazz "Ahí Va"
Konex 2005  Argentina  Mejor solista instrumental de la última década 
Gardel 2006 Argentina  Mejor álbum de jazz "Luis Salinas y amigos en España" 

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Entrevista Página 12:

El músico está presentando en ND Ateneo un álbum que lo lleva indefectiblemente a mirar hacia atrás. Con eje en el latin jazz, Salinas pasea por todos los géneros y dice que todo lo que le pasa en la vida se escucha luego en su guitarra.
Por Karina Micheletto

“El verdadero artista es el que sorprende al que dice que no entiende nada de música”, subraya Salinas.Luis Salinas dice que en estos casi treinta años de carrera le pasaron muchas cosas y que es posible escucharlas en su música. Lo cual es toda una definición de lo que implica ser intérprete y compositor. Por eso, asegura, cuando escuchó su último trabajo terminado se dio cuenta de que era como mirar todo el camino recorrido, parado en un punto presente. Y así llamó a este CD doble: Muchas cosas. El guitarrista está presentando este disco en el teatro Ateneo y las entradas para hoy y mañana ya están agotadas. Eso sí: todavía quedan lugares para la última función del domingo.

Hace tiempo que Salinas trascendió los límites del jazz y se erigió como un intérprete virtuoso capaz de internarse en diferentes géneros, reconocido por colegas de lo más diversos. Su CD anterior, Luis Salinas en vivo, grabado en el Rosedal, es otro resumen posible de este recorrido personal: allí interpreta clásicos del folklore, boleros, candombes y tangos. Esta vez, el recorrido hace pie en el latin jazz, pero se extiende hacia otros géneros. La mayoría son temas propios, pero está, por ejemplo, el bolero Lamentablemente, de Chico Novarro, abordado a la Salinas.

Al escuchar Muchas cosas queda claro que, a pesar de que se trata de un disco solista, hay lugar para el lucimiento de todos los músicos. “Armé este disco primero en función del sonido de Martín Ibarburu (batería) y Javier Lozano (piano y teclados), que es como mi compadre musical: hace más de quince años que tocamos juntos y nunca habíamos hecho un disco”, confirma Salinas. “Después se agregó Cristian Gálvez, que es muy joven y para mí es el mejor músico de Chile”, halaga, y se entusiasma: “Este es uno de los discos que siento más propio”.

–¿Por qué dice eso?

–Es la primera vez que tengo el manejo total de la base. En otros discos de latin jazz hay toda una preproducción que hace que tengas muy poco tiempo: te encontrás con los músicos, tenés los temas y a grabar. Y encima con músicos diferentes. Están buenos los temas y los solos, pero en la base muchas veces te tenés que adaptar. Cuando grabé con Michael Bland, por ejemplo (ex baterista de Prince), sabía que tocaba increíble, pero a la salsa no la toca como yo quiero. En este caso, como tocamos juntos mucho tiempo sabíamos lo que queríamos. Y además, estos músicos son de los mejores del mundo, pueden tocar muchos estilos al mismo nivel.

–¿Cuáles son esas Muchas cosas que volcó en este disco?

–Se notan mis viajes a Estados Unidos, a Cuba y a tantos otros lugares. Está mi historia en cada tema. Domingo triste, por ejemplo, lo hice un domingo que había ido a tocar a Oliverio y no pude, porque se cortó la luz. Me fui a mi casa totalmente triste, porque era el único día que tocaba y estaba toda la semana esperando ese momento. Agarré la guitarra y salió ese tema. El tema que sigue, Oliverio, es un funkie con el que solía empezar en ese boliche, así que también es muy representativo.

–En estos casi treinta años, ¿cuáles son los hitos que marcaría?

–La vida y la muerte, puestas ahí adelante: en 2000 falleció mi madre, en el ’99 nació mi hijo.

–Le preguntaba más bien en lo artístico.

–¡Como si se pudieran separar! Todo lo que me pasa se escucha en mi música. Pero bueno, en lo estrictamente artístico puedo mencionar haber tocado con B.B. King, por ejemplo. Y después, los años de Oliverio, que fueron cerca de ocho. Lo que tenía de bueno es que cuando tocaba los domingos, caían todos. Era una época en que los artistas de afuera venían tres días, viernes, sábado y domingo. Los domingos ellos tocaban más temprano, y ya habían salido de farra después de los shows del viernes y el sábado. Entonces terminaban de tocar y pasaban por Oliverio. Se corría la bola y caían todos, estaban juntos los mejores músicos de acá y de afuera. Esa experiencia no la pude repetir en ningún lugar del mundo. Y quedó marcada en mi manera de tocar. Y después, de esos años de Oliverio salté a estar en un piso 50 de Manhattan, en la oficina de Tommy LiPuma (productor de Miles Davis, George Benson, Barbra Streisand y Diana Krall, entre otros).

–Sin escalas.

–Exacto. Y así todo. Mi primer viaje en avión fue para ir a tocar a Suecia. Para mí era como ir a Marte, en un trasbordador. Pero el verdadero disfrute no pasa por ahí, sino por la música. Si uno no disfruta cuando toca, la gente tampoco. Yo trato de hacer lo mío lo mejor que puedo, así esté tocando para una persona o para cinco mil. Así me voy a dormir tranquilo.

–¿Alguna vez tocó para una persona?

–Sí. Un domingo en Oliverio, que no salió el aviso y fue una persona que pasaba por ahí. Tocamos con unas ganas locas para que ese tipo se fuera feliz. Y para nosotros, sin más pretensión que el disfrute. La gente no tiene por qué saber de armonía o de ritmo; va a sentir.

Sin embargo, en el jazz hay cierto prejuicio que indica que es una música “para entendidos”.

–Yo no me considero un guitarrista de jazz. Tipos del jazz son Oscar Alemán o Walter Malosetti, que vivieron para esa música. Del jazz sólo tomo el concepto de improvisar sobre diferentes ritmos. Todo lo que sea clasisismo para mí está mal, pero eso es sólo una visión, así lo entenderán algunos. Si pongo a Hermeto Pascoal a tocar el acordeón en la calle, seguro que se va a juntar un montón de gente a escucharlo, y no sólo “entendidos”. ¡A cualquiera le vuela la cabeza! O como me dijeron de Paco de Lucía: “Yo no entiendo nada de música... ¡pero toca bien el tipo!”. Ese es el verdadero artista: el que sorprende al que dice que no entiende nada de música.

Salinas tiene una relación especial con España. “Me siento halagado con el reconocimiento español porque esa es tierra de guitarras, allá están los mejores del mundo”, dice. Su disco Luis Salinas y amigos en España (con el que ganó un Premio Gardel) lo confirma. Después de una gira que lo llevará por la Argentina y por países como Holanda, Alemania y Francia, el guitarrista planea dos discos con españoles: uno con el productor Javier Limón y el percusionista El Piraña. Y otro con dos gitanos: su amigo Tomatito y el francés Bireli Lagreene. Es probable que allí también esté Paco de Lucía.

–¿Cómo surgió su relación con los músicos españoles?

–Con Tomatito nos conocimos cuando me llamaron para hacer el disco Palabra de guitarra latina. Nos hicimos amigos enseguida, ya desde los ensayos. Hoy en día es como un hermano. Lagreene es un gitano francés virtuosísimo, tocó con Pastorius, con los más grandes. Nos hicimos muy amigos sólo con la música: él habla francés e inglés y yo no. Pero cuando nos ponemos a tocar, no paramos. Es un amigo musical que me quedó para siempre. Así que estoy muy ilusionado con esta grabación. Vamos a ensayar en la casa de Tomate en Almería y de ahí nos metemos en un estudio en Madrid. Además de que la voy a pasar bárbaro, porque voy a estar entre amigos, va a ser pasar a jugar más en primera que nunca.

Usted es autodidacta. ¿Eso jugó a favor de su carrera o fue una casualidad?

–Mis mejores maestros fueron los discos: escucharlos una y otra vez, tocar, equivocarme y volver a tocar. Scott Henderson, que se estudió todo, una vez me dijo que lo importante es llegar a un punto y no cómo se llega: algunos llegan desde el estudio, otros desde la intuición, y las dos cosas tienen su valor. Supongo que ser autodidacta me jugó a favor en muchas cosas, pero no saber escribir música hace las cosas más lentas. A veces voy a una grabación y se me complica explicar cómo quiero las cosas sin saber escribir música. Además, si tuviera que trabajar como sesionista, me muero de hambre. Lo importante, finalmente, es manejar el instrumento para que el instrumento no te maneje a vos. Eso te lleva toda la vida. Después hay que llegar a decir algo con el instrumento. Eso te lleva toda otra vida.


La Ficha

Luis Salinas nació en Monte Grande y comenzó a tocar la guitarra desde muy chico, influido por su padre y su padrastro, ambos músicos. Su formación no incluyó academias y su carrera lo llevó a transitar sin ataduras tanto el jazz como el folklore, el tango, la bossa nova, el flamenco o el rock. Discos como Ahí va, Luis Salinas y amigos en España, los dos volúmenes de Música Argentina, el CD doble con DVD Luis Salinas en vivo en el Rosedal lo muestran en este recorrido personal marcado por la amplitud. Ese camino lo llevó a compartir experiencias con Adolfo Abalos, Horacio Salgán, Jaime Torres o María Graña. Y le hizo ganar admiradores como Luis Alberto Spinetta, que llegó a decir en un recital que no podía seguir tocando cuando descubrió a Salinas entre el público. También lo elogiaron B. B. King, Chick Corea, Scott Henderson, Hermeto Pascoal o Badem Powell. Las entradas agotadas para sus tres primeros shows del Ateneo confirman que el guitarrista tiene conquistado un lugar poco usual: el de un músico instrumental, señalado por su virtuosismo, con un amplio público propio.

* Página 12

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Entrevista La Nación

"Siempre luché por tocar lo que me gusta"
Luis Salinas, con nuevo CD y shows

"Los músicos de jazz se olvidan de la gente y a veces terminan practicando solos sobre el escenario como si el público no existiera. Hay mucha neurosis en los solos de los jazzeros." La frase puede sonar rara en boca de un referente de la guitarra como Luis Salinas, que creció dentro del ambiente jazzero y que con el tiempo se transformó en un ícono de la música popular argentina. Pero eso es parte de su temperamento y de su honestidad. Cuando habla, Salinas no se guarda casi nada.

Es el mediodía en La Paz, su oficina informal. Llega vestido con un tapado otoñal y el ánimo ajetreado de la ciudad. "Charlemos 15 minutos", desliza. Hace un par de llamadas para asegurarse de que su hijo esté bien y se tranquiliza. Tiene una tos de perro, pero dice que llegará bien para la seguidilla de conciertos que arranca esta noche en el ND/Ateneo para presentar su nuevo disco "Muchas cosas". Pide un café con leche y tres medialunas, que no tocará hasta que termine la charla con LA NACION, que se extenderá por una hora y media.

Salinas aprendió a no definirse en un género. No le gustan las tribus cerradas y prefiere evitar los preconceptos alrededor de su música. Dispara: "Yo no me considero un guitarrista de jazz. Para mí un gran guitarrista de jazz es Walter Malosetti. Es verdad que uso el lenguaje del jazz como el espacio para la improvisación en mi música. Pero a mí me gusta de todo. Comencé tocando boleros en el Papagayo y me encanta cantarlos entre amigos. Por eso en mi nuevo disco grabé varios de esos boleros que me marcaron y otras cosas que fui tocando en mi vida. Es como un recorrido por mi historia musical", cuenta el artista con su soltura habitual.

En su nuevo material, "Muchas cosas", el guitarrista integra ese universo diverso donde aparecen el funk, el jazz, la salsa, el blues, los sonidos rioplatenses y los boleros. "Este es un disco muy especial porque fue la primera vez que trabajé como si fuera un grupo y no como un solista. Es la primera vez que logré armar una base tan sólida con músicos como Martín Ibarburu en batería y Cristian Gálvez en bajo, con los que siento que puedo tocar de todo muy bien. Y además es un disco reivindicatorio de la labor del «Negro» Javier Lozano, con quien trabajo hace mucho y es uno de los grandes pianistas que tenemos".

Su admiración por Adolfo Abalos y Joe Pass, su aprendizaje autodidacta, su crianza en Monte Grande, sus años tocando de todo en boliches de la noche como Papagayo y el sótano jazzero Oliverio formaron su carácter díscolo y ese camino solista en la guitarra que abrió un espacio mucho más amplio y de una convocatoria inusitada para alguien del género jazzero en la Argentina. Su anterior disco doble, grabado en vivo en el Rosedal, ante unas 15 mil personas, fue una prueba de eso. "Yo toco lo que me gusta. No especulo musicalmente. Entendí que es más fácil ser uno que ser otro. Por eso compongo mis temas con mi onda y ahí hay de todo. También podría tocar miles de notas, pero eso en este momento no me interesa tanto. En el mundo del jazz hay gente que toca bien, que toca más notas, otros que tocan menos, pero para mí los importantes son los que te emocionan con su sinceridad. La gente a veces no sabe de armonía o de técnica, pero registra cuando alguien es honesto cuando toca".

Futuros proyectos

Salinas produce un disco cada año y está lleno de proyectos por delante. Tiene en vista dos discos con músicos españoles: uno con el productor Javier Limón y el percusionista El Piraña, y el otro con Tomatito y un guitarrista gitano; además de una nueva edición de "Música argentina", que le dio muchas satisfacciones. "Siempre respondo a lo que tengo ganas de tocar en ese momento. El disco de «Música argentina» lo hice porque tenía muchas ganas de tocar la criolla; en «Ahí va» se notan las ganas de agarrar la viola eléctrica; en «Amigos...» era como estar tocando en un reunión con el equipo de los sueños; este «Muchas cosas » es como una mirada para atrás, de todo lo que hice pero desde mi presente. Cada uno de mis trabajos es como una postal del momento por el que estoy pasando", confiesa el guitarrista.

Las palabras de Salinas parecen justificadas en una trayectoria donde aparecen figuras de distintos géneros que le profesan admiración o que compartieron escenario con él, como George Benson (su maestro), Tomatito, Lucho González, Jaime Torres, Dino Saluzzi, Rubén Juárez, Scott Henderson, Baden Powell, Reynald Colom y muchos otros. Cuenta anécdotas con esos músicos y desliza un encuentro reciente con Chico Novarro. "Para mí era como tener a mi ídolo ahí en mi casa escuchando cómo cantaba boleros. Fue muy fuerte."

Un hombre lo saluda y desvía la conversación. El ambiente del bar La Paz está agitado. Salinas comenta: "El otro día se me acercó un tipo y me preguntó qué hacía yo acá tomando un café. No sé qué idea se hace la gente de alguien que es un poco conocido".

-Pero es algo inusual que un guitarrista que hace música instrumental tenga esta adhesión popular.

-Estoy feliz de hacer lo que quiero, pero no lo digo desde la impunidad sino desde la sinceridad. Es algo por lo que trabajé muchos años. Puedo hacer lo que me gusta, pero siempre luché por lograr esa libertad en mi música.

Por Gabriel Plaza
De la Redacción de LA NACION

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¿Qué opinan los artistas de Luis Salinas?

"Ya es uno de mis guitarristas favoritas del mundo, hoy.", George Benson

"Un Guitarrista Loco y Genial.", Baden Powell 

"Un gran músico argentino.", Chick Corea 

"Cuando conocí a Salinas alumbró mi carrera. Aparte de ser un enamorado de su música y su talento, con Luis aprendí que la música es algo más que una expresión; que es una forma de desarrollarse artística y personalmente. Luis es uno de los mejores guitarristas del mundo, técnicamente y en gusto personal. Es simplemente completo. ", Tomatito
"Hemos tocado temas de jazz juntos, pero no tuvimos la oportunidad de grabar algo. Sé que me dedicó una canción en un disco suyo. Es un músico extraordinario, uno de los grandes guitarristas del mundo. " Ivan Lins
 
"Aparte de la admiración que le tengo, quiero decir que la guitarra y él son la pareja perfecta. Luis es el amante perfecto, y como buen caballero, la deja ir adelante; verlos es un orgasmo musical.", Rubén Juárez 

"Es uno de los guitarristas más grandes que he conocido en el mundo. Y yo conozco mucha gente. ", Lenny Andrade (Cantante Brasileña)
"Es muy buena persona y un guitarrista con muchas buenas ideas. Además de ser un amigo, admiro su foma de tocar.", Ubaldo de Lio

"Es un intérprete improvisador inimaginable e impredecible. Como un grande de verdad, es respetuoso como pocos. Siempre agradece a sus maestros y a sus pares. Da gusto ser su amigo.", Jaime Torres

"Se ha constituido en una figura fundamental en el pensamiento del mapa de nuestro país. Es una maravillosa libertad musical y emocional, conjugado con una increíble técnica. Su presencia le hace bien a aquellos que entendemos a la música como una alternativa del afecto y la emoción.", Manolo Juárez 

"Es fabuloso. Cuando lo escuché en la casa de Egle Martín quedé impresionado. Es de los que tocan no sólo bien, sino también lindo. Soy una admirador de su sonido y de su mérito de ser autodidacta. Es uno de los grandes guitarristas del mundo y aborda todos los géneros con belleza.", Adolfo Abalos.

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Audiotraks de Luis Salinas

Dulce (bossa)

Funky en Si menor

Volver (tango)

Uno (tango)

Candombes

Rosario

Bésame mucho

RTM Blues

La Pobrecita

Nada

* Página web oficial de Luis Salinas