El papel de la dieta y el estilo de vida en la patogenia de la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) ha sido un tema controvertido durante décadas. La mayor parte de los estudios se centraron en la función energética y en los lípidos, pero sus resultados no mostraron que los factores dietarios puedan influir sobre la ERGE. Sorprendentemente, los carbohidratos no fueron investigados, a pesar del hecho de que entre 2% y 20% de ellos escapan a la digestión por parte del intestino delgado en el ser humano.
Los carbohidratos no absorbidos que alcanzan el ciego son en su mayoría metabolizados por la microflora en ácidos grasos de cadena corta (AGCC) e hidrógeno. La exposición de los AGCC al colon proximal contribuye a la regulación de la motilidad gástrica y a disminuir la presión del esfínter esofágico inferior (EEI). En un estudio, la fermentación colónica de lactulosa ingerida y de la infusión directa de AGCC resultó en una marcada relajación dependiente de la dosis en el estómago proximal, lo que a su vez, originó relajaciones transitorias del EEI.
En este estudio, se planteó la hipótesis de que la activación sostenida de la fermentación colónica tras la administración oral repetida de fructoligosacáridos (FOS), una combinación de glucosa y 2, 3 o 4 unidades de fructosa a través de uniones beta, influyó sobre la motilidad del EEI en pacientes con ERGE sintomático.
Pacientes y métodos
El estudio fue de diseño cruzado, a doble ciego y comprometió a 9 pacientes con ERGE sintomática que fueron sometidos a una dieta con bajos residuos (10 g fibra por día) durante dos períodos de 7 días cada uno, cada paciente recibió 6.6 g de FOS o placebo 3 veces al día después de las comidas. Cada período fue separado del otro por un “lavado” de al menos tres semanas. En el día 7 se midieron la motilidad esofágica y el pH en condiciones de ayuno y luego de una prueba alimentaria con 6.6 g de FOS o placebo. Además se midieron las concentraciones de hidrógeno en el aliento, que refleja la fermentación colónica y las concentraciones plasmáticas de péptido 1 similar al glucagón (GLP-1), péptido YY (PPY) y colecistoquinina.
Resultados
Adhesión y tolerabilidad
Los 9 pacientes completaron los dos períodos del estudio cruzado. En primer lugar, 5 pacientes recibieron placebo y 1 FOS sin que apareciera ningún efecto por arrastre. Un paciente informó diarrea leve tras la ingestión de FOS y otro distensión abdominal. El consumo energético y de nutrientes (lípidos, carbohidratos y proteínas) no difirió significativamente entre los dos períodos aunque hubo una leve tendencia, no significativa, para consumir más energía y lípidos durante el período FOS. Además, el paracetamol se detectó en el plasma de todos los sujetos estudiados, lo que confirmó la adecuada adhesión de los pacientes con ERGE respecto del consumo de FOS o placebo.
Relajaciones transitorias del EEI (RTEEI)
Los FOS, comparados con el placebo, produjeron aumento significativo en el número total de RTEEI (16.2 ± 2.3 vs. 25.6 ± 3.2, respectivamente, p = 0.006) y este aumento se observó con cada paciente. Como se esperaba, la prueba con alimentos aumentó la tasa de RTEEI con un aumento significativo para el grupo FOS durante la primera hora luego de la prueba alimentaria (5.8 ± 0.6 vs. 3.3 ± 0.4, respectivamente, p = 0.02). La tasa disminuyó posteriormente pero siempre se mantuvo más alta para los que recibieron FOS que para quienes recibieron placebo. Se observó una relación temporal entre la tasa de las concentraciones de hidrógeno (H2) en el aire espirado. En condiciones de ayuno, la ingestión crónica de FOS (pero no de placebo) produjo aumentos significativos de la concentración de H2.
Episodios de reflujo y exposición esofágica al ácido
Como era de esperar, la mayor parte de los episodios de reflujo gastroesofágico (RGE) se produjeron durante el período posprandial. La prueba alimentaria fue seguida por un aumento en el número de episodios de RGE, los cuales fueron significativamente más frecuentes luego de la ingesta de FOS que con placebo (9.4 ± 2.5% vs. 5.4 ± 1.3%, p = 0.04).
Los eventos motores asociados al reflujo en cada paciente no difirieron entre los períodos FOS y placebo. Una proporción mayor de eventos por reflujo tuvieron lugar durante las RTEEI (48.9 vs. 48.4% luego del placebo y FOS, respectivamente, NS).
Con respecto a los síntomas por reflujo, el grupo FOS informó aumento significativo de la pirosis y de los puntajes de regurgitación.
Concentraciones plasmáticas de GLP-1 y PPY
Comparadas con los niveles basales, las concentraciones del GLP-1 aumentaron en el período posprandial tanto en los períodos FOS, como en los placebo. Sin embargo, las respuestas integrales al GLP-1 fueron significativamente mayores luego de la ingesta de FOS. Las concentraciones de GLP-1 alcanzaron su estabilización máxima luego de 3 horas después de la ingesta y retornaron a sus valores basales. No hubo cambios significativos respecto de los niveles del PPY. Las concentraciones de colecistoquinina aumentaron significativamente luego de la prueba alimentaria, pero no hubo diferencias significativas entre FOS y placebo.
Discusión
Deben tenerse en cuenta algunos aspectos metodológicos. En primer lugar se seleccionaron pacientes con ERGE leve (ej.: esofagitis leve sin hernia hiatal) ya que recientemente se vio que en los pacientes con ERGE y hernia hiatal actúan mecanismos distintos de las RTEEI.
La administración de los FOS se adecuó a una situación fisiológica, ya que se los encuentra en una amplia variedad de alimentos como cebolla, ajo, salsifí, espárragos y otros y son producidos en escala comercial por hidrólisis de la insulina o por síntesis enzimática de la sucrosa o la lactosa. Debido a las propiedades fisicoquímicas y a su poder endulzante, los FOS son preferentemente utilizados por la industria pastelera y la de productos lácteos.
Aunque los mecanismos a través de los cuales la fermentación colónica influye sobre la motilidad del EEI son todavía poco entendidos, los datos obtenidos por los autores sugieren la participación de mecanismos humorales, algunos péptidos reguladores como el PPY y el GLP-1, que actúan desde las células endocrinas L del intestino distal.
En resumen, en pacientes con ERGE sintomática, el aumento de la activación de la fermentación colónica a través de la ingestión crónica de FOS incrementa significativamente la tasa de RTEEI. Este efecto se asoció con aumento del número de episodios de reflujo ácido y de la sintomatología concomitante. La relevancia terapéutica de estas observaciones debe confirmarse en el futuro a través de ensayos clínicos.
Resumen objetivo elaborado por el Comité de Redacción Científica de SIIC, sobre la base del artículo original completo publicado por la fuente editorial.
Copyright © Sociedad Iberoamericana de Información Científica (SIIC), 2005
www.siicsalud.com