Comentario del Editor

El trasplante cardiaco constituye la única solución para las formas más graves de insuficiencia cardiaca con falla biventricular irreversible. La supervivencia al año y a los 5 años con el trasplante es del 94% y 78%, respectivamente. Sin embargo, la demanda de donantes se duplicó en los últimos años y el promedio de tiempo de espera es de un año. Los costos de mantenimiento de estos pacientes son muy elevados ya que muchos necesitan medicación inotrópica intravenosa permanente o algún tipo de apoyo mecánico antes del trasplante.

El CardioWest Total Artificial Heart es una bomba biventricular, neumática, pulsátil, que reemplaza totalmente los ventrículos nativos y las 4 válvulas cardiacas. Su peso es de 160 g, está recubierto con poliuretano (Figura 1). Puede desarrollar un volumen sistólico máximo de 70 ml y un volumen minuto de hasta 9 litros por minuto. En los EEUU, este dispositivo es impulsado por una gran consola transportable, pero que impide el traslado del paciente fuera del hospital. En Europa se desarrollaron fuentes de energía portátiles.
Este artículo muestra los resultados con este equipo.

Figura 1. Esquema del CardioWest Total Artificial Heart

Métodos

Se trata de un estudio prospectivo del CardioWest Total Artificial Heart (SynCardia Systems, Tucson, Ariz).
Se operaron con este dispositivo 81 pacientes que reunían los criterios del protocolo y 14 pacientes que no reunían los criterios de inclusión pero que por razones humanitarias se les ofreció el procedimiento. Treinta y cinco pacientes sirvieron como controles. En todos los casos y por distintas razones, ambos ventrículos necesitaban apoyo.
Los criterios de inclusión exigían que el índice cardiaco fuera = 2 litros/minuto/m2 y que necesidad de algún inotrópico a dosis máximas.

Resultados

Se logró una supervivencia hasta el momento del trasplante del 79% en los pacientes que recibieron el corazón artificial y del 46% en los del grupo control (P<0,001).
La supervivencia global al año fue del 70% y del 31% para el grupo que recibió el corazón artificial y para el grupo control, respectivamente (P<0,001). La diferencia se mantuvo en los años subsiguientes (Figura 2).

En conclusión, la implantación del CardioWest Total Artificial Heart constituyó una estrategia exitosa como puente hacia el trasplante en muchos pacientes con insuficiencia cardiaca biventricular con poca respuesta a los inotrópicos y que por presentar hipertensión pulmonar severa o falla del ventrículo derecho asociada, no eran candidatos para un apoyo mecánico izquierdo. La supervivencia postrasplante de los pacientes que recibieron el corazón artificial fue similar a las estadísticas existentes.
El corazón artificial permitió recuperar la función hemodinámica y aumentó la posibilidad de estos pacientes de llegar al trasplante homólogo.

Figura 2. Curva de Kaplan Meyer de supervivencia entre el grupo control y el grupo que recibió el corazón artificial (CA)