Programa único en su tipo

Médicos estadounidenses prescriben recetas “energéticas” (solares)

El Boston Medical Center buscó brindar una solución a los electrodependientes vulnerables. Instaló un panel solar y brindó créditos de “energía limpia” para ayudar a pacientes con sus facturas.

Durante el año pasado, médicos del Boston Medical Center (BMC) escribieron cientos de cartas a las compañías de energía para evitar que se cortaran los servicios públicos de sus pacientes. De hecho, Massachusetts aprobó en 2009 una ley que protege a las personas con enfermedades contra la interrupción de los suministros

Los médicos del BMC estuvieron examinando a sus pacientes en busca de inseguridad energética desde 2017, con el fin de identificar dificultades para pagar una factura de electricidad o calefacción. Aunque las cartas ayudaron a mantener las luces encendidas para muchas de estas personas vulnerables, no eran una forma sostenible de abordar la tensión financiera que las facturas de energía pueden tener sobre los enfermos. Entonces, el otoño pasado, el BMC inició un programa para abordar esta necesidad social mediante una nueva receta: energía limpia.

El novedoso programa utiliza créditos en las facturas de energía generados por un nuevo panel solar de 365 kW en el edificio administrativo de BMC para reducir las facturas eléctricas de los pacientes. El panel solar envía la electricidad no utilizada a la red, que prácticamente se mide y valora en créditos de energía limpia. BMC dona los créditos a las cuentas de energía de los participantes en el programa Clean Power Prescription, el primero de su tipo en el país.

"La electricidad es fundamental para calentar en invierno, enfriar en verano y para hacer funcionar los dispositivos médicos", como máquinas de presión positiva continua en las vías respiratorias, nebulizadores y máquinas de diálisis en el hogar, señaló la doctora Anna Goldman, médica de atención primaria en el BMC y cofundadora del programa. Además mencionó que los  pacientes necesitan refrigeración (que depende de la electricidad) para almacenar alimentos frescos y algunos medicamentos.

Después de notar cuántas cartas escribían tanto ella como sus  colegas a compañías energéticas, Goldman contactó al Director de Sostenibilidad de BMC, Bob Biggio, con quien más tarde lanzarían el programa de prescripción de energía.

Biggio ya estaba planeando instalar un panel solar en uno de los techos de BMC para mejorar la sostenibilidad en todo el hospital y le gustó la idea de contribuir a la misión de ayudar a los pacientes con sus facturas energéticas. Además, la “prescripción energética” parecía una extensión  natural de lo que el hospital venía haciendo con la inseguridad alimentaria. “BMC tiene una larga historia de intentar avanzar y mantener saludable a su comunidad con nuestra cocina y escuela de alimentos en lugar de simplemente tratar afecciones médicas”, dijo.

La nueva iniciativa está financiada por BMC y el Programa de Crédito de Bonificación para Comunidades de Bajos Ingresos de la Ley de Reducción de la Inflación de 2022, que aumenta la cantidad de créditos fiscales para inversiones en energía limpia en comunidades de bajos ingresos. BMC es uno de los primeros sistemas de salud en utilizar este crédito fiscal y devolverlo directamente a los pacientes a los que atiende, según Biggio.

Actualmente en su fase piloto, el programa proporcionará a unos 80 pacientes créditos de energía mensuales de u$s 50 durante un año. Para calificar dentro de él, los participantes deben dar positivo en la prueba de inseguridad energética, tener Eversource como su proveedor de energía y vivir en una de las 33 ciudades en la zona de carga del noreste de Massachusetts, el territorio de la red donde se encuentra el panel solar. También deben estar inscritos en el Programa de Gestión de Atención Compleja del hospital, que incluye pacientes en el programa WellSense Medicaid del sistema de salud que tienen visitas frecuentes y al menos una condición crónica.

"La idea es que si tratamos de abordar los determinantes sociales de la salud de estos pacientes y nos aseguramos de que acudan a las citas, entonces tal vez podamos evitar visitas innecesarias al departamento de emergencias, admisiones hospitalarias innecesarias y mejorar su situación y resultados”, dijo Goldman.

La energía como determinante social de la salud

La inseguridad energética es un problema creciente para millones de hogares estadounidenses. En 2020, la Encuesta de Consumo de Energía Residencial de la Administración de Información Energética de EE.UU. encontró que una cuarta parte de todos los hogares informaron haber experimentado alguna inseguridad energética. Según el informe, los hogares con niños, inquilinos y miembros de grupos minoritarios raciales y étnicos se vieron afectados de manera desproporcionada por tensiones financieras relacionadas con la energía. Además, instituciones como el BMC comenzaron a detectar a la inseguridad energética como determinante social de la salud.

"Los pacientes de bajos ingresos se ven afectados de manera desproporcionada por los altos costos de la energía", dijo Evan Michael Shannon, profesor asistente de la Universidad de California en Los Ángeles y miembro del Centro Médico VA de West Los Ángeles, quien investiga cómo el racismo estructural y los determinantes sociales de la salud impactan en el acceso a la atención médica y en pronóstico en poblaciones vulnerables.

"Es posible que acaben teniendo que tomar decisiones difíciles sobre si pagar los servicios públicos o la atención sanitaria", indicó y se focalizó en evaluar los pacientes que viven en las zonas urbanas más calurosas.

Según Shannon, los sistemas de salud rara vez detectan la inseguridad energética, pero por fortuna, el tema recientemente atrajo la atención de los expertos en salud ambiental. Por ejemplo, a principios de este año, investigadores de la ciudad de Nueva York informaron los resultados de “la primera encuesta representativa de la ciudad sobre inseguridad energética y salud”. Los residentes que experimentaban inseguridad energética tenían mayores chances de sufrir enfermedades respiratorias, de salud mental y cardiovasculares que las personas con seguridad energética.

Queda por ver si el programa de prescripción energética de BMC puede mejorar la salud de los afiliados. Goldman y su equipo están investigando  los resultados del programa con cuestionarios que preguntan a los pacientes cómo los créditos de energía impactaron en su salud física, mental y su bienestar financiero.

Desafíos para la implementación

Otros hospitales y sistemas de salud se acercaron con la esperanza de adoptar un programa similar en sus propias comunidades, dijo Goldman. Pero el costo inicial de instalar un panel solar es una barrera importante. BMC recibió cierta financiación inicial del banco TD Bank para implementar el proyecto y está buscando donantes corporativos adicionales en el futuro, con el fin de instalar más paneles para ayudar a más pacientes vulnerables.

Mientras tanto, Goldman y Biggio están pidiendo a las empresas locales, promotores inmobiliarios y otras empresas que donen créditos de energía generados a partir de sus propios paneles a los pacientes de BMC. “Estamos reclutando socios externos que puedan utilizar un panel solar existente, ya que es un buen modelo para llevar energía renovable más barata y más limpia para los pacientes que más la necesitan”, dijo Goldman. Es un acuerdo mutuamente beneficioso, explicó: “Si las empresas aportan al programa BMC al menos el 50% de los créditos generados por un panel solar, pueden ser elegibles para recibir el Crédito de bonificación para comunidades de bajos ingresos a través de la Ley de Reducción de la Inflación, lo que compensa sustancialmente el costo de la instalación de paneles solares”, concluyó.

*JAMA. Publicado online el 21 de junio de 2024. doi:10.1001/jama.2024.10993