Recomendación de la Agencia Europea del Medicamento (EMA)

Primer aerosol nasal para reacciones anafilácticas

Ante un shock alérgico agudo se podrá optar por un método menos invasivo que las inyecciones intramusculares

Fuente: El Mundo

La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) ha dado luz verde a Eurneffy, un tratamiento con epinefrina (adrenalina) en forma de espray nasal para tratar de urgencia las reacciones alérgicas más graves que pueden causar la muerte por obstrucción de las vías respiratorias o colapso cardiovascular. Hasta ahora, el tratamiento con adrenalina para disminuir la reacción anafiláctica se hace con una inyección intramuscular.

Victoria Cardona, jefa de Servicio de Alergología del Hospital Universitario Vall d'Hebron (Barcelona) y presidenta del Comité de Anafilaxia de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic), afirmó  que "sabemos que muchos pacientes son reticentes a usar los autoinyectores de adrenalina por diversas razones: miedo a las inyecciones, temor a efectos adversos o, incluso, porque no quieren tener que acudir posteriormente a un centro de urgencias, que es la recomendación habitual".

El comité de medicamentos de uso humano (CHMP) respaldó la eficacia y seguridad de este espray, el primer fármaco administrado por la nariz para tratar de urgencia la anafilaxia, la forma más grave de reacción alérgica minutos después tras la exposición al alérgeno-.

El retraso en el diagnóstico y el tratamiento pueden resultar en obstrucción de las vías respiratorias o colapso cardiovascular, pero la administración de epinefrina, o adrenalina, durante una reacción anafiláctica disminuye la reacción y mejora el flujo sanguíneo y la respiración, debido a que reduce la dilatación de los vasos sanguíneos y su permeabilidad inducida por la histamina.

Como asegura Cardona, la aparición de nuevos dispositivos que administran la dosis de adrenalina por vías alternativas como la nebulización intranasal podría ayudar a solucionar los temores y las reticencias ante los pinchazos.

"Los estudios publicados, a pesar de que se han realizado sobre todo en voluntarios sanos y no en pacientes durante una reacción, parecen indicar una buena absorción del fármaco y un correcto efecto farmacológico. Por ello, podría tratarse de un cambio de paradigma en el autotratamiento por parte de los pacientes durante las reacciones anafilácticas", explica la portavoz de la Seaic.

Los efectos secundarios más observados fueron similares a los experimentados con las inyecciones, como náuseas, dolor de cabeza, irritación de garganta y mareos, pero también malestar y secreción nasales. El CHMP recomendó medidas adicionales para minimizar riesgos y prevenir el uso inapropiado del espray, como videos de formación y material educativo digital para pacientes y profesionales de la salud.