Un libro del Dr. Ricardo Teodoro Ricci | 09 JUN 24

Abriendo puertas a la Medicina Narrativa

La medicina narrativa ha logrado aunar dos vertientes que parecían, desde hace un tiempo, estar desvinculadas y sin esperanza de confluencia.
Autor/a: Ricardo Teodoro Ricci 

Prólogo

Estimados lectores, en sus manos tienen un libro que aspira a plantearles una propuesta audaz. Comencemos por lo evidente, es una publicación acerca de la Medicina Narrativa en nuestro idioma. Eso no es poca cosa, teniendo en cuenta que, si bien a nivel mundial las publicaciones que tratan este tema están creciendo exponencialmente, no abundan las que utilizan el idioma español. Este intenta ser un texto que aborde las temáticas incluidas en la Medicina Narrativa en nuestra lengua y con no pocos modismos criollos. Reconoce, además, que está desarrollando conceptos y perspectivas que se encuentran absolutamente vigentes tanto en la práctica como en la educación médicas.

Mi vinculación con la medicina narrativa es acaso el punto culminante de una búsqueda y una carrera que ha durado varios años. He sido profesor durante más de treinta años de varias disciplinas que se incluyen en las denominadas Humanidades Médicas. Con mis pares y con los alumnos hemos tratado de diversos modos temas como: la relación médico – paciente, la centralidad del paciente en la atención médica, los cuidados del personal de la salud para evitar el hartazgo, las crisis vocacionales, los episodios de violencia y los modos diversos de abandonar el ejercicio de nuestra hermosa profesión.

Para aspirar a algo de éxito en estos complicados asuntos, es necesario proponer un modo de hacer medicina en cuyo centro no sólo se posicione declarativamente al paciente, sino al ser humano, incluido el profesional de la salud que, de un modo u otro, expuesto a situaciones de dolor, enfermedad, sufrimiento, minusvalía. Acontecimientos que naturalmente alteran el modo en el que discurre su vida, interrumpe el considerado normal, fluir de sus días, altera, coarta y limita su historia. Sugerir un modo –para nada nuevo– de ejercer y enseñar la medicina que atienda al ser humano, tanto al que circunstancialmente sufre necesidad, como al que se halla en posición de satisfacer esa necesidad y cuidar del semejante.

La medicina narrativa ha logrado aunar dos vertientes que parecían, desde hace un tiempo, estar desvinculadas y sin esperanza de confluencia. Por un lado, la práctica clínica potenciada por los avances científicos y tecnológicos, y por otro el trato humano y humanitario de los otros, de esos otros iguales a mí. Ambas perspectivas, tanto en los planes de estudios como en la práctica, parecían discurrir por caminos paralelos. No se visualizaba un modo de lograr una sinergia virtuosa que los incluyera a ambos. Es justamente en este punto donde la medicina narrativa ofrece una oportunidad potente, ya que plantea ejercer la medicina con un enfoque narrativo que propone escucharnos y valorarnos. Estar atentos a las historias de los pacientes, valorando sus emociones, afectos y valores. Atender al quehacer del personal de salud, interesándose en sus logros y frustraciones, sus desvelos y sus historias personales. Apreciar los estados de ánimo, desavenencias, desconsuelos, obstáculos, tanto de los pacientes como de los integrantes del equipo de salud. La medicina narrativa ha demostrado empírica y científicamente ser capaz de echar luz, de paliar y hasta de resolver muchas de estas trabas cotidianas.

 

Comentarios

Para ver los comentarios de sus colegas o para expresar su opinión debe ingresar con su cuenta de IntraMed.

AAIP RNBD
Términos y condiciones de uso | Política de privacidad | Todos los derechos reservados | Copyright 1997-2024