Una revisión orientada a la práctica

Sífilis del embarazo y sífilis congénita

Junto con el aumento de los casos de sífilis en personas en edad reproductiva, los casos de sífilis congénita también aumentaron

Autor/a: Irene A. Stafford, Kimberly A. Workowski, Laura H. Bachmann

Fuente: N Engl J Med 2024; 390:242-53 Syphilis Complicating Pregnancy and Congenital Syphilis

Indice
1. Página 1
2. Referencias bibliográficas

Resumen:

Revisión y actualización sobre sífilis en el embarazo y en la descendencia

La sífilis congénita, descripta por primera vez por Gaspar Torella en 1497, se debe principalmente al pasaje transplacentario de Treponema pallidum, y continúa causando importantes consecuencias negativas en todo el mundo.1 Después de una constante disminución de los casos de sífilis primaria y secundaria en Estados Unidos después de 1990, lo que llevó a tener esperanzas de su eliminación, las tasas alcanzaron su punto más bajo en 2001. Desafortunadamente, las tasas posteriormente aumentaron entre hombres y mujeres en edad reproductiva, así como en lactantes, y en 2021, la tasa de sífilis congénita en los Estados Unidos fue la más alta en casi 30 años.2


Epidemiología

La sífilis, como muchas infecciones de transmisión sexual (ITS), afecta desproporcionadamente a poblaciones con acceso limitado a la atención médica.2-5

Las tasas anuales de sífilis primaria y secundaria en Estados Unidos entre los nativos americanos y de Alaska, los nativos hawaianos e isleños del Pacífico, y las mujeres negras, en comparación con las mujeres blancas, han aumentado en los últimos 5 años por factores de 8, 4 y 3,5, respectivamente.2,3,5

Junto con el aumento de los casos de sífilis en personas en edad reproductiva,2 los casos de sífilis congénita aumentaron un 754,8% de 2012 a 2021; actualmente, 1 de cada 1.300 nacidos vivos se ven afectados.2 Dado que estos datos reflejan sólo los casos de sífilis identificados y notificados, probablemente representan una subestimación de la incidencia.2,6,7

Los casos de sífilis en la infancia tardía y la niñez temprana entre niños adoptados internacionalmente o refugiados también han ido aumentando.8 Las crecientes tasas de sífilis congénita son anteriores a la pandemia de la enfermedad por coronavirus de 2019 (Covid-19), pero aumentaron aún más a medida que los programas de salud pública cambiaron para responder al Covid-19.2,5,9-13 El efecto de la sífilis no tratada en los resultados de salud materna y neonatal es profundo: se estima que la transmisión de la sífilis de madre a hijo cuesta 3,6 millones de dólares en años de vida ajustados por discapacidad y 309 millones de dólares en costos médicos a nivel mundial.14-16

Patogénesis

La sífilis congénita suele ser el resultado del pasaje transplacentario de T. pallidum al feto durante la infección materna diseminada.

Con menor frecuencia, la infección neonatal ocurre por exposición a lesiones genitales sifilíticas en el momento del parto.17-25 T. pallidum tiene un genoma pequeño con expresión limitada de proteínas de la membrana externa, lo que hace que el organismo sea esencialmente indetectable por el sistema inmune fetal después de la exposición, llevando a una infección fetal persistente.20-22 El riesgo de infección congénita para el feto es del 50 al 70% en embarazos complicados con sífilis temprana, pero disminuye al 15% si la sífilis materna se contrajo más de un año antes del embarazo.2,17-26

La transmisión puede ocurrir en cualquier momento durante el embarazo y se cree que el riesgo de transmisión aumenta con la duración de la exposición gestacional. Sin embargo, la estimación del riesgo puede verse confundida por una infección previa al embarazo.17-25 Datos limitados sugieren que la infección fetal se produce a través de una infección placentaria, seguida de una infección del líquido amniótico, y en última instancia, disfunción hematológica, lo que lleva a hidropesía no inmune, aunque la verdadera secuencia sigue siendo desconocida.17

Detección en la madre

Las pruebas serológicas en la primera visita prenatal son obligatorias en la mayoría de los estados de los Estados Unidos y son recomendadas por las autoridades sanitarias a nivel mundial.27-29 Las directrices sobre ITS de los Centros para Control y Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan repetir los exámenes de detección durante el embarazo a las 28 semanas de gestación y en el momento del parto en mujeres que viven en áreas de alta prevalencia; mujeres que son consideradas con mayor riesgo de contraer sífilis debido a que tienen relaciones sexuales con múltiples parejas, sexo junto con consumo de drogas o sexo transaccional; mujeres que reciben atención prenatal tardía o nula; y mujeres que están encarceladas (o tienen una pareja encarcelada) o que tienen vivienda inestable.27

Aunque no existe una definición consensuada de alta prevalencia, el 95% de los estados informó al menos un caso de sífilis congénita en 2021.2 Una historia social y sexual completa es crucial para la evaluación del riesgo individual. Sin embargo, en una amplia revisión sobre sífilis gestacional, casi la mitad de las pacientes no informaron ningún factor de riesgo,30 lo que indica que la detección basada únicamente en factores de riesgo conductuales puede pasar por alto una importante proporción de infecciones por sífilis.26,31-34

Para capturar mejor los factores de riesgo estructurales para sífilis como redes comunitarias y sexuales, se han desarrollado modelos predictivos que incorporan tasas de sífilis temprana en hombres, tasas de delitos violentos, raza o grupo étnico, urbanicidad, tamaño de la población y presencia o ausencia de un condado vecino con sífilis temprana.35,36 Estas puntuaciones de riesgo tienen una precisión variable a la hora de identificar condados de EE.UU. con un riesgo elevado de sífilis, incluyendo la sífilis congénita. Se necesita más trabajo para trasladar estos hallazgos a un uso práctico.


Presentación clínica de la sífilis durante el embarazo

La presentación clínica de la sífilis no difiere entre mujeres embarazadas y no embarazadas.

La sífilis primaria se caracteriza por uno o más chancros indurados en el lugar de la inoculación, que generalmente son indoloros y ocurren dentro de las 3 semanas posteriores a la exposición, aunque los chancros pueden tener una apariencia atípica y ser dolorosos.27

Después de que la lesión primaria ha resuelto, a menudo aparece una erupción macular durante la fase secundaria. Esta erupción con frecuencia, pero no siempre, afecta las palmas y plantas de los pies, pudiendo ser descamativa. Estas diversas características hacen que el diagnóstico sea un desafío.

Debe distinguirse un exantema sifilítico de otras erupciones que pueden ocurrir durante el embarazo, como la dermatitis atópica del embarazo o el penfigoide gestacional. Las manifestaciones clínicas en la sífilis primaria y secundaria pueden superponerse, particularmente en personas con infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).27,37-40 Los síntomas inespecíficos de la sífilis primaria y secundaria puede resultar en un diagnóstico tardío durante el embarazo.17,24 Otros hallazgos clínicos de la sífilis pueden incluir linfadenopatía, alopecia, condiloma lata y placas en la mucosa oral.27

La resolución de los signos y síntomas de la sífilis define una infección latente, que se detecta únicamente mediante pruebas serológicas. La infección latente adquirida durante el año previo se denomina sífilis latente temprana y su clasificación precisa requiere una entrevista con el paciente, un examen físico, una revisión de los resultados de las pruebas serológicas y del historial de tratamiento, e información sobre el estado de infección de la pareja sexual del paciente (o parejas).27 Hasta una cuarta parte de las personas que no reciben tratamiento tienen sífilis secundaria recurrente dentro del primer año después de la infección y los hallazgos clínicos patognomónicos pueden estar ausentes.24,27 La sífilis permanece latente en aproximadamente el 70% de los casos no tratados pero progresa a sífilis terciaria en el 30% restante.27

Diagnóstico de sífilis durante el embarazo

Se puede utilizar microscopía de campo oscuro, prueba de anticuerpos de fluorescencia directa y tinción inmunohistoquímica o con plata para evaluar las lesiones de sífilis temprana mediante la detección directa de T. pallidum, aunque la mayoría de los entornos clínicos no están equipados para realizar estas pruebas, y la prueba de anticuerpos de fluorescencia directa no está disponible actualmente en los Estados Unidos.

Se dispone de pruebas de amplificación de ácidos nucleicos (siglas en inglés, NAAT) y sus resultados se pueden utilizar para el diagnóstico clínico si están validados por los estándares establecidos en las Enmiendas de Mejoramiento del Laboratorio Clínico. Sin embargo, ningún ensayo que detecte directamente T. pallidum ha sido aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para uso comercial en los Estados Unidos.27

El diagnóstico serológico de la sífilis es el mismo en personas embarazadas y no embarazadas y pueden ser hecho con el uso del algoritmo tradicional o de secuencia inversa.27 El algoritmo de detección de sífilis tradicional comienza con un inmunoensayo no treponémico (ej., una prueba rápida de reagina plasmática o una prueba del Laboratorio de Investigación de Enfermedades Venéreas [VDRL]), seguida de un inmunoensayo treponémico (ej., ensayo de aglutinación de partículas de T. pallidum [TP-PA]) para confirmación.

En el algoritmo de secuencia inversa, primero se utiliza un inmunoensayo treponémico automatizado, típicamente un inmunoensayo enzimático treponémico o ensayo de quimioluminiscencia, que luego requiere una prueba cuantitativa no treponémica para su confirmación. Debe realizarse una segunda prueba treponémica específica con diferentes antígenos de los utilizados en la prueba treponémica específica original (ej., el ensayo TP-PA) cuando el algoritmo de secuencia inversa genera resultados discordantes.27 Hay más de 18 tipos diferentes de pruebas treponémicas disponibles para su uso en los Estados Unidos, y la elección del algoritmo que se utilizará en una práctica o institución clínica determinada debe basarse en los recursos de laboratorio disponibles, el volumen de pruebas y las poblaciones de pacientes atendidas.27

Se debe considerar que un paciente con resultados reactivos tanto en las pruebas treponémicas como no treponémicas tiene infección activa a menos que el tratamiento previo resulte en una disminución en un factor de 4 del título no treponémico previo al tratamiento adecuadamente documentada y que no existe preocupación por una reinfección según lo descripto en las guías de ITS de los CDC.27

Independientemente del algoritmo de prueba utilizado, los valores cuantitativos no treponémicos se utilizan para monitorear la actividad de la enfermedad y la respuesta al tratamiento en mujeres embarazadas, que es el enfoque utilizado en personas no embarazadas.27

Dado que el tratamiento efectivo de la sífilis durante el embarazo es prioritario, los títulos no treponémicos se evalúan a las 8 semanas después del tratamiento (vs. ≥ 6 meses después del tratamiento en personas no embarazadas) y en el momento del parto, a menos que exista preocupación por una reinfección o el tratamiento haya fracasado.27 Un aumento sostenido de un factor de 4 de los títulos previos al tratamiento puede representar fracaso del tratamiento o reinfección y requiere re tratamiento del paciente.27 Las directrices para el manejo de la sífilis después del parto son las mismas que para las personas no embarazadas.27

Tratamiento de la sífilis durante el embarazo

El único agente antimicrobiano que ha demostrado ser seguro y eficaz para el tratamiento de la sífilis durante el embarazo es la penicilina G benzatínica parenteral, administrada por vía intramuscular según la etapa clínica, un enfoque que no difiere durante el embarazo.27

Si la paciente tiene antecedentes de alergia a la penicilina, se recomienda la evaluación con pruebas cutáneas o una provocación oral con penicilina durante el embarazo.27,41 Si estas pruebas no son factibles o si se confirma una alergia mediada por IgE, se debe realizar una desensibilización hospitalaria.41-46 Una historia de síndrome de hipersensibilidad grave, como el Síndrome de Stevens-Johnson, amerita consulta con un alergista.27

Se ha demostrado que los agentes antimicrobianos distintos de la penicilina no tienen actividad bactericida contra T. pallidum y no se recomiendan para el tratamiento de la sífilis durante el embarazo.27,46-49 Si se utilizan regímenes alternativos durante el embarazo, el recién nacido debe ser evaluado y potencialmente tratado por infección congénita.27 La reacción de Jarisch–Herxheimer ocurre en hasta el 40% de las mujeres tratadas por sífilis durante el embarazo y se caracteriza por calambres, pirexia y mialgias.27,44,45 Debe considerarse el monitoreo continuo de la frecuencia cardíaca fetal por 12 a 24 horas después del tratamiento para confirmar el bienestar fetal si la madre presenta síntomas compatibles con la reacción de Jarisch-Herxheimer.17-24

Aunque no se han realizado ensayos controlados aleatorios que comparen regímenes de dosificación en mujeres embarazadas, estudios de cohortes prospectivos han demostrado más de un 95% de eficacia cuando se utiliza una dosis única de 2,4 millones de unidades de penicilina G benzatínica en la infección temprana, con poco aumento en la eficacia cuando se utilizan dosis más altas o múltiples.17-22

En caso de infección latente tardía o de duración desconocida, se recomiendan tres dosis de 2,4 millones de unidades de penicilina G benzatínica, administradas semanalmente. Si el intervalo entre dosis excede los 9 días, el tratamiento se considera inadecuado y debe reiniciarse.27 Una puesta en escena cuidadosa de la sífilis garantiza el uso adecuado de los agentes antimicrobianos, eliminando la administración innecesaria de dosis adicionales de penicilina G benzatínica, junto con un seguimiento estricto, cuando la sífilis temprana es caracterizada erróneamente como sífilis latente tardía o sífilis de duración desconocida.

Una disminución por un factor de 4 en los títulos maternos no treponémicos puede indicar una respuesta materna al tratamiento, pero no confirma la ausencia de infección neonatal. Cuando se inicia el tratamiento en el tercer trimestre, es posible que no haya tiempo para que los títulos no treponémicos caigan a esos valores antes del parto, lo que complica la confirmación de cura materna y requiere vigilancia continua de la díada expuesta.50-52 Los departamentos de salud locales y la Red Nacional de Centros de Capacitación en Prevención Clínica de ITS (www.nnptc.org) pueden ser recursos invaluables para ayudar a los médicos en las decisiones sobre el manejo de la sífilis.

Diagnóstico y manejo de la infección fetal

La sensibilidad de la microscopía de campo oscuro para visualizar T. pallidum en muestras de amniocentesis varía del 42 al 86%,20,53 pero ésta sigue siendo poco práctica debido a su disponibilidad limitada.20 La prueba de anticuerpos de fluorescencia directa para T. pallidum no está disponible en los Estados Unidos. La prueba de amplificación de ácidos nucleicos tiene una sensibilidad que oscila entre el 75 y el 100%.53-57 

Dadas las sensibilidades limitadas de la microscopía de campo oscuro (cuando está disponible) y las pruebas de amplificación de ácido nucleico, la ultrasonografía es el método más comúnmente utilizado para examinar un feto en busca de evidencia de sífilis congénita.24,51,52

La evidencia ecográfica de infección intrauterina, que se puede detectar después de las 18 semanas de gestación, cuando el feto es capaz de generar una respuesta inmune a la infección por T. pallidum, incluye hepatomegalia fetal (en el 80% de los casos); anemia, como lo indica la velocidad sistólica máxima de la arteria cerebral media (33%); placentomegalia (27%); polihidramnios (12%); e hidropesía no inmune (10%).24,51,52,58-64 Sin embargo, la ausencia de anomalías ecográficas no descarta una infección congénita. La prevalencia de sífilis congénita en el momento del parto oscila entre el 12 y el 15% entre los fetos en riesgo sin hallazgos ecográficos de infección congénita.50,51

La anemia fetal y la hidropesía relacionada en general resuelven dentro de las 3 semanas posteriores al tratamiento de la sífilis materna, con posterior normalización de las medidas del hígado fetal y la placenta, que puede tomar hasta 15 semanas después del tratamiento.51 La detección temprana y el tratamiento adecuado antes del tercer trimestre permiten que las anomalías ecográficas resuelvan completamente en la mayoría de los fetos.50,51 En consecuencia, la ecografía debe preceder al tratamiento preparto, ya que los hallazgos anormales, especialmente la hidropesía no inmune, indican un riesgo de complicaciones obstétricas.17,27,50,51

Más del 80% de los fetos con hidropesía nacen prematuros debido a la preocupación por el estado fetal.

La exposición a subproductos de T. pallidum por el tratamiento materno puede desempeñar un rol contribuyente.17,50,51 Las anomalías ecográficas fetales deben ser monitoreadas en forma seriada para informar al equipo de atención pediátrica sobre posibles complicaciones en el parto.

La etapa de la sífilis y los títulos no treponémicos. en la madre siguen siendo crudos sustitutos del riesgo de infección en fetos sin marcadores ecográficos de infección. Un estudio demostró que hasta el 16% de los recién nacidos con sífilis congénita eran nacidos de mujeres tratadas que tenían una adecuada disminución por un factor de 4 de los títulos no treponémicos. antes del parto.50 Sin embargo, en algunos estudios, no se observó sífilis congénita si el intervalo entre el tratamiento adecuado y el parto era de más de 28 días.34,52

Teniendo en cuenta estos datos, se debe enfatizar sobre el tratamiento materno temprano.26

Desafortunadamente, algunos neonatos tienen sífilis congénita independientemente de si el tratamiento materno es adecuado, lo que subraya la necesidad de mejorar el diagnóstico de infección neonatal.2,68-71

Evaluación neonatal y manejo

Al igual que con el diagnóstico prenatal de sífilis, el diagnóstico neonatal puede realizarse mediante diversos métodos, muchos de los cuales no tienen la aprobación de la FDA y no están ampliamente disponibles.27,54-57,65 

La evidencia inmunohistoquímica de infección placentaria, que tiene un 67 a 82% de sensibilidad y un 58% de especificidad, puede ayudar a establecer el diagnóstico.72 Dado que la IgM materna no atraviesa la placenta, el nivel de IgM neonatal puede tener una función diagnóstica, aunque se desconocen las características de rendimiento de los ensayos actuales.73,74 Dado que los anticuerpos treponémicos maternos pueden ser transferidos pasivamente al feto en ausencia de infección neonatal activa, la evaluación de este marcador no es útil.27,66-71,73,74 Los anticuerpos IgA e IgG no treponémicos son más útiles para el diagnóstico neonatal, aunque la sensibilidad se reduce porque también cruzan pasivamente la placenta.73

Los criterios diagnósticos incluyen títulos no treponémicos en el recién nacido que son cuatro veces los títulos en la madre, pero la ausencia de tales resultados no descartan el diagnóstico de sífilis congénita.27,69-71,75 La mayoría de los recién nacidos con sífilis congénita tienen títulos no treponémicos que se reducen por un factor de 2 a 4, en comparación con los títulos maternos no treponémicos.27,69-71,75

Dada la escasez de pruebas diagnósticas para el recién nacido, las decisiones de tratamiento generalmente se basan en una combinación de factores, incluyendo la identificación de sífilis en la madre, la evaluación de la idoneidad del tratamiento materno, el intervalo entre el inicio del tratamiento materno y el parto (con un intervalo de >30 días considerado adecuado), la comparación de los títulos serológicos no treponémicos maternos y neonatales en el parto, y la presencia o ausencia de evidencia clínica, de laboratorio y radiográfica de sífilis en el neonato.27

Los bebés nacidos de madres con sífilis deben someterse a pruebas no treponémicas y evaluación clínica para detectar signos de sífilis congénita.

Los neonatos con sífilis pueden ser prematuros o pequeños para la edad gestacional.21-32 Las mujeres con sífilis tienen una mayor tasa de nacimientos prematuros que las mujeres con otras infecciones del tracto genital, incluso con ajuste para factores de confusión.76 Los neonatos sintomáticos tienen anemia y trombocitopenia (en el 37% de los casos), disfunción hepatobiliar (33 a 100%), lesiones ampollosas o mucocutáneas (40%) y osteocondritis o periostitis (75%).71,77-79 Las lesiones en los huesos largos que tienen una apariencia apolillada debido a desmineralización son patognomónicos de sífilis congénita.77 La rinitis sifilítica (“resoplidos”) y la fiebre también son comunes.77-79

Los recién nacidos que cumplen los criterios diagnósticos para sífilis confirmada o altamente probable deben someterse a una evaluación para detectar neurosífilis y reciben tratamiento con penicilina G cristalina acuosa intravenosa basada en el peso, incluso si ya se ha administrado ampicilina y gentamicina por sospecha de sepsis neonatal.27

Hasta el 60% de los neonatos sintomáticos tienen neurosífilis, que se manifiesta como convulsiones, anomalías oftalmológicas, parálisis de nervios craneales o infartos cerebrales en el 5 al 40% de los afectados.71,77-80 Los resultados en la prueba de líquido cefalorraquídeo (LCR) son difíciles de interpretar, ya que los anticuerpos no treponémicos pueden transferirse pasivamente desde el plasma al LCR. La sensibilidad de una VDRL de LCR es de aproximadamente 50%, con una especificidad del 90%.71,77-80

Las secuelas en el desarrollo neurológico a largo plazo de la neurosífilis son en gran medida desconocidas. La falta de investigación en este campo es un impedimento importante para el desarrollo de intervenciones específicas en la primera infancia que puedan servir mejor a los niños afectados.

Las manifestaciones tardías de la sífilis congénita, que pueden ocurrir después de los 2 años de edad, incluyen anomalías óseas en la línea media de la cara y las extremidades inferiores, dientes de Hutchinson (dientes diastemáticos con muescas), anomalías oculares, y pérdida auditiva neurosensorial.78-80 La sospecha clínica de infección por sífilis a cualquier edad debe provocar una evaluación completa por un especialista en enfermedades infecciosas pediátricas.26

Uno de los desafíos clave para diagnosticar y tratar adecuadamente la sífilis congénita al nacer es la alta tasa de casos asintomáticos.27,68,78-80 Los neonatos asintomáticos no presentan evidencia clínica ni de laboratorio de infección, pero pueden ocurrir manifestaciones de la enfermedad días o meses más tarde en ausencia de tratamiento.27,78-80 Entre 2014 y 2018, se informó que el 55,5% de los bebés nacidos vivos en los Estados Unidos con sífilis congénita eran asintomáticos.70 En el 2% de estos bebés, el diagnóstico se estableció después del período neonatal. Por el contrario, un porcentaje sustancial de recién nacidos asintomáticos y en riesgo no adquieren sífilis y se tratan de forma conservadora en base a las guías de tratamiento actuales de los CDC.27 La definición de caso de vigilancia para sífilis congénita de los CDC se estableció para estandarizar la notificación y no está destinada al diagnóstico clínico.

Todos los neonatos con pruebas no treponémicas reactivas deben controlarse serológicamente cada 2 a 3 meses para garantizar la normalización de los resultados.

Los anticuerpos maternos no treponémicos transferidos pasivamente pueden estar presentes en un lactante hasta los 15 meses de edad. En la mayoría de los recién nacidos no infectados, sin embargo, los títulos no treponémicos serán normales a los 6 meses de edad.27 Si persisten títulos elevados después de los 6 meses, el bebé debe ser evaluado y tratado como se describió anteriormente.27 En un neonato tratado, pruebas no treponémicas elevadas o persistentes después de los 6 a 12 meses de edad deberían indicar reevaluación, incluyendo análisis del LCR y tratamiento si se sospecha una infección persistente.27

La tasa de pérdida durante el seguimiento llega al 65% en algunas regiones de EE. UU., lo que aumenta el riesgo de falta o retraso en el diagnóstico y complicaciones neonatales.4,81 Se necesitan programas que apoyen la adherencia materna y neonatal al seguimiento longitudinal a fin de reducir la morbilidad. La atención centrada en el paciente, la entrega de medicamentos y pruebas móviles inspiradas en los programas perinatales de VIH pueden resultar beneficiosos.

Desafíos y oportunidades perdidas

La eliminación de la sífilis perinatal es posible con un diagnóstico y tratamiento oportunos durante el embarazo.27

En base a los datos de vigilancia, las oportunidades perdidas más comunes para la prevención de la sífilis congénita son falta o retraso de la atención prenatal (en el 42% de los casos de sífilis perinatal), tratamiento materno inadecuado (31%), identificación tardía de la seroconversión materna durante el embarazo (14%) y atención prenatal sin pruebas de sífilis (8%).2 Según datos de vigilancia preliminares de los CDC, se han notificado 3761 casos de sífilis congénita en 2022, lo que representa un aumento de casos durante la última década, y el 88% de estos casos se debieron a falta de pruebas oportunas, tratamiento inadecuado o ambos en embarazadas infectadas.82 Las oportunidades perdidas varían según la región de EE. UU., lo que subraya la necesidad de adaptar la prevención al entorno local.2,4,31-36

Dada la utilidad limitada del uso de conductas de riesgo individuales de las embarazadas y sus parejas para predecir el riesgo de sífilis, los enfoques deben perfeccionarse para identificar específicamente las características del paciente y del contexto que hacen al screening de la sífilis rentable durante el tercer trimestre o en el momento del parto.

Se requieren nuevos enfoques diagnósticos capaces de detectar la infección por T. pallidum en el recién nacido. La detección directa de T. pallidum al nacer puede resultar en un tratamiento más oportuno. Numerosos objetivos de lipoproteínas superficiales o sub-superficiales de T. pallidum han sido evaluados para su uso en investigación diagnóstica. Ensayos de reacción en cadena de la polimerasa dirigidos a POLA, TPP47, o ambos, y NAAT dirigidas a ARNr 16S y 23S, TMPC y TMPA están siendo investigados actualmente para el diagnóstico, incluso mediante pruebas de muestras obtenidas de forma no invasiva, como hisopados de mucosa anal, vaginal u oral.54-57,83,84 El diagnóstico oportuno al nacer reduciría sustancialmente la carga de seguimiento que desproporcionadamente pone en desventaja a los pacientes con barreras socioeconómicas como transporte, cuidado infantil o costos de seguro.4,26,30-36

Si la penicilina G benzatínica no está disponible debido a una escasez crítica, que actualmente es el caso de los Estados Unidos, se debe priorizar la administración del medicamento en embarazadas y recién nacidos.27 Se recomienda la doxiciclina oral como terapia alternativa, excepto durante el embarazo, incluyendo el período posparto. Aunque la administración a corto plazo de la doxiciclina durante la lactancia no está contraindicada, el cumplimiento puede verse comprometido debido a la vacilación relacionada con los posibles efectos adversos en los lactantes, como la tinción del esmalte y defectos esqueléticos.85,86

La penicilina G procaína, una opción de tratamiento previa para recién nacidos con sífilis congénita posible, confirmada o altamente probable ya no está disponible porque ha sido discontinuada por el fabricante.27 Un estudio en curso está evaluando regímenes alternativos para el tratamiento de la sífilis durante el embarazo, como la amoxicilina en dosis altas. Otros ensayos han evaluado el tratamiento con macrólidos, tetraciclinas y cefalosporinas en personas adultas no embarazadas. Sin embargo, hay escasez de investigaciones dedicadas a la evaluación de terapias alternativas para la sífilis congénita y la sífilis durante el embarazo.47-49

Los desafíos persistentes para la eliminación de la sífilis congénita incluyen barreras estructurales en la atención de la salud que pueden verse agravadas por enfermedades mentales y consumo de sustancias.4,38-41 El miedo a acciones legales o punitivas que resultan en la pérdida de la custodia de los hijos perpetúan las barreras a la atención prenatal entre las mujeres que luchan contra los trastornos por uso de sustancias.38-41

A pesar de los mayores esfuerzos para mejorar las pruebas y el tratamiento de la sífilis, las estrategias para mejorar el tratamiento de las parejas sexuales están fracasando.87,88 Un estudio en Uganda que utilizó llamadas telefónicas y mensajes de texto para notificar a las parejas de mujeres embarazadas con sífilis mostró una tasa baja de tratamiento de la pareja (<20%). Los participantes del estudio expresaron su falta de voluntad para recibir tratamiento para la sífilis por miedo a las inyecciones y a la pérdida de dignidad.87 El tratamiento de las parejas masculinas es un contribuyente importante para romper la cadena de infección y reinfección materna que contribuye a la sífilis congénita.

Los factores de riesgo asociados con la falta de un diagnóstico y un seguimiento apropiados de la sífilis para las díadas madre-hijo han sido el foco de los esfuerzos de intervención federales, estatales y municipales apoyados por los CDC.89-91 Las nuevas iniciativas incluyen la implementación de exámenes de exclusión voluntaria al momento de la prueba de embarazo, incluso en los departamentos de emergencia y en los centros de atención de urgencia, y una prueba rápida de sífilis con tratamiento presuntivo si el resultado de una prueba treponémica específica aislada es positiva o si el examen físico y los síntomas sugieren sífilis.27 La identificación y el tratamiento inmediato a través del servicio de urgencias también pueden aumentar la equidad sanitaria para aquellos afectados desproporcionadamente por las ITS, que a menudo carecen de acceso a la atención sanitaria.27,73,89

Necesidades futuras

Mientras continúe la epidemia de sífilis congénita se necesitarán enfoques novedosos y constantes. Es importante ofrecer intervenciones locales adaptadas que aborden los factores sociales y estructurales asociados con las disparidades en la atención prenatal y la detección de ITS, un enfoque que es consistente con el Plan Estratégico Nacional sobre Infecciones de Transmisión Sexual.90 Se han establecido nuevos fondos y asociaciones federales a través de los CDC y los Institutos Nacionales de Salud para apoyar los esfuerzos locales para eliminar la sífilis congénita.89-91 Enfoques estandarizados para la detección, opciones diagnósticas y terapéuticas nuevas y mejoradas, y otras intervenciones que aborden la sífilis congénita y que estén integradas en un marco de equidad en salud probablemente mejoren el diagnóstico y el tratamiento de la sífilis congénita, lo que a su vez debería reducir sustancialmente la morbilidad y mortalidad asociada con esta enfermedad en gran medida prevenible.


Comentario:

La sífilis congénita causa importantes consecuencias negativas en todo el mundo. Como muchas infecciones de transmisión sexual, afecta desproporcionadamente a poblaciones con acceso limitado a la atención médica, lo que probablemente lleva a una subestimación de su incidencia real. El efecto de la sífilis no tratada en los resultados de salud materna y neonatal es profundo: signos y síntomas a corto y largo plazo, discapacidad y elevados costos en salud, entre otros. Es importante dirigir los esfuerzos para implementar intervenciones locales que aborden los factores asociados con las disparidades en la atención prenatal y la detección de ITS, junto con enfoques estandarizados para la prevención, la detección, el diagnóstico y el tratamiento oportunos de la embarazada, su pareja y la descendencia a fin de reducir la morbilidad y mortalidad asociada con esta enfermedad.


Resumen y comentario objetivo: Dra. María Eugenia Noguerol