En jóvenes sin otros factores de riesgo

Tabaquismo y prediabetes promueven alto riesgo de ACV

La prediabetes y el consumo persistente de tabaco pueden triplicar el riesgo de ataque o derrame cerebral en adultos jóvenes sanos

Sesiones Científicas 2023 de la American Heart Association, poster resumido Su4248

Puntos destacados de la investigación:

  • Los adultos de 18 a 44 años de edad que consumen tabaco durante mucho tiempo y tienen prediabetes (niveles de azúcar en sangre más altos de lo normal) tienen un riesgo 3 veces mayor de sufrir un derrame cerebral.
     
  • Los resultados provienen de un estudio nacional de más de 1 millón de admisiones hospitalarias en EE. UU. entre consumidores de tabaco adultos jóvenes sin otros factores de riesgo cardiovascular conocidos.
     
  • Según los investigadores, puede ser importante detectar la prediabetes en los jóvenes consumidores de tabaco y ayudar a todas las personas, en particular a las que tienen prediabetes, a reducir su consumo de tabaco.

“Estos hallazgos de un estudio estadounidense a gran escala justifican los exámenes de detección temprana y las estrategias de prevención de la prediabetes en jóvenes consumidores de tabaco con el fin de reducir su riesgo de sufrir un derrame cerebral”, indicó el autor del estudio Advait Vasavada, M.B.B.S., residente de Medicina Familiar de University of Nebraska Medical Center en Omaha.

Los investigadores utilizaron la Muestra Nacional de Pacientes Hospitalizados, una gran base de datos nacional, para analizar las admisiones hospitalarias en todo Estados Unidos en 2019 de más de 1 millón de jóvenes consumidores de tabaco (entre 18 y 44 años de edad). Todos fueron considerados metabólicamente sanos y no tenían factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares conocidos, como presión arterial alta, diabetes tipo 2, colesterol alto u obesidad. Todos tenían un diagnóstico anotado en sus registros médicos como consumidores de tabaco persistentes o a largo plazo dependientes de la nicotina y tenían dificultades para reducir la cantidad que consumían.

De los admitidos en el hospital, aproximadamente dos de cada 1.000 tenían prediabetes y eran tabaco dependientes. La prediabetes se refiere a un nivel de azúcar en sangre en ayunas que es más alto de lo normal y que puede progresar hasta convertirse en un diagnóstico de diabetes tipo 2. Las personas con prediabetes también tienen un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y derrames cerebrales; sin embargo, estos riesgos pueden reducirse mediante cambios en el estilo de vida, como consumir alimentos saludables, perder peso y aumentar la actividad física.

Al comparar a los consumidores de tabaco hospitalizados con prediabetes con aquellos sin prediabetes, los investigadores determinaron lo siguiente:

  • Tasas más altas de enfermedad pulmonar obstructiva (19.2 % vs. 11.7 %, respectivamente), ataque cardíaco anterior (1.5 % vs. 0.4 %, respectivamente) y enfermedad renal crónica (2.5 % vs. 0.9 %, respectivamente).
     
  • Una mayor probabilidad de que la hospitalización se debiera a un ataque cardíaco, derrame cerebral o insuficiencia cardíaca (2.9 % vs. 1.4 %, respectivamente).
     
  • Una mayor probabilidad de que la hospitalización se debiera a un derrame cerebral (1.9 % vs. 0.5 %, respectivamente).

Después de realizar ajustes en función de numerosos factores posibles que también podrían haber influido (como la edad, la raza, el sexo, los ingresos del hogar, el abuso de alcohol o drogas y algunas otras afecciones médicas), los consumidores de tabaco hospitalizados con prediabetes tenían un riesgo 3.31 veces mayor de que la hospitalización de debiera a un derrame cerebral.

“Si usted es un adulto joven metabólicamente sano y tabaco dependiente, es aconsejable reducirlo, aunque mejor aún sería eliminarlo por completo. También vale la pena señalar que tener prediabetes puede aumentar significativamente el riesgo de sufrir un derrame cerebral a una edad temprana, incluso si no consume productos de tabaco”, afirmó Vasavada. “Es recomendable desarrollar un estilo de vida saludable en general, además de asegurarse de que su nivel de azúcar en sangre esté bien controlado y sea medido en sus visitas de atención preventiva de rutina”.

Esa M. Davis, M.D., MPH, miembro del Comité de Drogas, Alcohol y Tabaco de la American Heart Association, indicó que los resultados del estudio ofrecen evidencia adicional de por qué el consumo de tabaco es peligroso y que dejar de fumar es esencial para prevenir enfermedades cardíacas y derrames cerebrales.

“Tener prediabetes por sí solo ya representa un factor de riesgo importante para desarrollar enfermedades cardiovasculares”, expresó. “Si se le suma el consumo de tabaco, esto aumenta drásticamente el riesgo de sufrir un derrame cerebral y, por lo tanto, es más importante esforzarse por dejar de consumir tabaco”.

Davis es Profesora de Medicina Familiar y Comunitaria y Decana Adjunta Sénior de Medicina Comunitaria y de Salud Poblacional en la University of Maryland School of Medicine en Baltimore.

“Los jóvenes suelen tener la impresión de que los derrames cerebrales les ocurren a las personas mayores; es decir, a la edad de sus abuelos. Sin embargo, estamos empezando a tener evidencia, como en este estudio, de que eso no es así, ya que los derrames cerebrales ocurren a edades más tempranas”, afirmó.

“Lo más importante que puede hacer por la salud de su corazón y para disminuir el riesgo de sufrir un derrame cerebral y enfermedades cardíacas es dejar de fumar. Y, con este estudio, se indica que, si usted tiene prediabetes, es aún más importante que deje de fumar lo antes posible, porque su riesgo de sufrir un derrame cerebral y una enfermedad cardíaca se vuelve mucho mayor y puede ocurrir mucho antes”.

Antecedentes del estudio:

El estudio consistió en un análisis de registros médicos electrónicos de la Muestra Nacional de Pacientes Hospitalizados de 2019. La base de datos registra entre 7 y 8 millones de admisiones hospitalarias cada año.

En general, ambos grupos estaban conformados principalmente por adultos blancos; sin embargo, el grupo sin prediabetes tenía más adultos blancos (67.9 % vs. 45.7 %, respectivamente). El grupo con prediabetes tenía un porcentaje mayor de adultos negros en comparación con el grupo sin prediabetes (33.8 % vs. 17.7 %, respectivamente).

La mediana de edad de las personas con prediabetes era de 36 años.

En este estudio, entre los jóvenes consumidores de tabaco hospitalizados, los que tenían prediabetes eran mayores (edad mediana de 36 vs. 31 años, respectivamente) y, con mayor frecuencia, eran hombres.

De 1.017.540 jóvenes consumidores de tabaco hospitalizados, 2.390 (0.2 %) personas tenían niveles de azúcar en sangre superiores a lo normal, lo que cumplía los criterios de prediabetes.

El análisis incluyó todas las formas de consumo de tabaco; sin embargo, no se dispuso de información adicional para categorizar el tipo de uso.

El estudio tuvo varias limitaciones, entre ellas que examinó datos de pacientes de registros hospitalarios; utilizó de una base de datos que puede incluir errores de codificación; faltaba información sobre el motivo exacto de cada hospitalización; y no había datos de seguimiento. Si bien los investigadores pudieron considerar y ajustar numerosos factores que podrían haber influido en el riesgo de derrame cerebral, es posible que haya factores no reconocidos que se pasaron por alto o no se incluyeron.

“Solo teníamos información sobre las tasas de derrame cerebral y otros eventos cardíacos asociados con una única hospitalización. Se justificaría realizar estudios prospectivos para observar la tasa de derrames cerebrales a lo largo del tiempo en consumidores jóvenes de tabaco con y sin prediabetes”, indicó