Un grave problema de salud pública

Nueva guía de abordaje ante el grave problema del suicidio en EE.UU.

Se analizan las evidencias acerca de las intervenciones disponibles

Autor/a: Kristen E. D'Anci, PhD; Stacey Uhl, MS; Gina Giradi, MS; Constance Martin, BA

Fuente: Treatments for the Prevention and Management of Suicide: A Systematic Review

Introducción

El suicidio es un problema creciente de salud pública, con un aumento de la tasa nacional en los Estados Unidos en un 30% entre 2000 y 2016. Según los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la tasa nacional de suicidios aumentó de 10.4 a 13.5 por cada 100 000 personas, con aumentos anuales promedio de 1% de 2000 a 2006 y de 2% de 2006 a 2016.

Resultados de una encuesta de 2017 por la Administración de Servicios de Abuso de Sustancias y Salud Mental (SAMHSA) sugiere que la ideación suicida, la planificación del suicidio y los intentos de suicidio han aumentado especialmente en los últimos 10 años entre las personas de 18 a 25 años.

La SAMHSA señala que estos aumentos se han producido conjuntamente con un aumento en la prevalencia de afecciones de salud mental que causan un deterioro significativo en el funcionamiento diario, especialmente episodios depresivos mayores y abuso crónico de sustancias.


Resumen

Antecedentes

El suicidio es un problema creciente de salud pública, con un aumento de la tasa nacional en los Estados Unidos en un 30% entre 2000 y 2016.

Propósito

Evaluar los beneficios y los daños de las intervenciones farmacológicas y no farmacológicas para prevenir el suicidio y reducir los comportamientos suicidas en adultos en riesgo.

Fuentes de datos

MEDLINE, EMBASE, PsycINFO y otras bases de datos desde noviembre de 2011 hasta mayo de 2018.

Selección de estudios

Revisiones sistemáticas (RS) y ensayos controlados aleatorios (ECA) que evaluaron las terapias farmacológicas o no farmacológicas para adultos con riesgo de suicidio.

Extracción de datos

Un investigador resumió los datos y evaluó la calidad del estudio, y un segundo investigador verificó la precisión de las abstracciones y las evaluaciones.

Síntesis de datos

Se incluyeron ocho RS y 15 ECA. La evidencia de las intervenciones psicológicas sugiere que la terapia cognitivo-conductual (TCC) reduce los intentos de suicidio, la ideación suicida y la desesperanza en comparación con el tratamiento habitual (TAU).

La evidencia limitada sugiere que la terapia de conducta dialéctica reduce la ideación suicida en comparación con el control de la lista de espera o la planificación de crisis.

La evidencia de los tratamientos farmacológicos sugiere que la ketamina reduce la ideación suicida con eventos adversos mínimos en comparación con placebo o midazolam.

El litio reduce las tasas de suicidio entre pacientes con trastornos del estado de ánimo unipolar o bipolar en comparación con el placebo. Sin embargo, no se observaron diferencias entre el litio y otros medicamentos en la reducción del suicidio.

Limitación

Síntesis cualitativa de nueva evidencia con metanálisis existentes, deficiencias metodológicas de los estudios, heterogeneidad de intervenciones no farmacológicas y evidencia limitada de tratamientos farmacológicos y daños.

Conclusión

Tanto la terapia cognitivo-conductual como la terapia de conducta dialéctica mostraron un beneficio modesto para reducir la ideación suicida en comparación con el tratamiento habitual y la TCC también redujo los intentos de suicidio en comparación con el TAU.

La ketamina y el litio redujeron la tasa de suicidio en comparación con el placebo, pero hubo información limitada sobre los daños. Se dispone de datos limitados para respaldar la eficacia de otras intervenciones no farmacológicas o farmacológicas.

Discusión
En esta publicación revisamos y sintetizamos la evidencia de 8 RS y 15 ECA de intervenciones no farmacológicas y farmacológicas destinadas a prevenir el suicidio en personas en riesgo. Estas intervenciones son un subconjunto de temas incluidos en la GPC actualizada VA / DoD 2019 para la evaluación y el manejo de pacientes con riesgo de suicidio. 

Las intervenciones no farmacológicas abarcaron una variedad de enfoques entregados cara a cara o por Internet u otra tecnología. Encontramos evidencia de fuerza moderada que respalda el uso de TCC presencial o prestada por Internet para reducir los intentos de suicidio, la ideación suicida y la desesperanza en comparación con TAU.

Encontramos evidencia de baja intensidad que sugiere que la TCC no fue efectiva para reducir los suicidios. Sin embargo, las tasas de suicidio fueron generalmente bajas en los estudios incluidos, lo que limita nuestra capacidad de sacar conclusiones firmes sobre este resultado.

Los datos de pequeños estudios proporcionan evidencia de baja intensidad que respalda el uso de DBT sobre la terapia orientada al cliente o el control para reducir la ideación suicida. Para otros resultados y otras comparaciones, no encontramos ningún beneficio de DBT.