Introducción
Los problemas psiquiátricos de la infancia son comunes y están asociados con resultados adversos de salud mental pobres logros escolares, y comportamiento delictivo más tarde1-3. El comportamiento problemático en los niños a menudo coincide con los primeros problemas de desarrollo.
En una muestra de gemelos basada en la comunidad se reportó una modesta asociación entre el comportamiento problemático y los problemas cognitivos.4 Del mismo modo en un estudio de seguimiento basado en la población, los retrasos en la función motora y en el desarrollo del lenguaje predicen trastornos psiquiátricos más tarde.5
Estas observaciones están de acuerdo con la noción de que existe una asociación entre los problemas de desarrollo temprano y el comportamiento problemático posterior. Una posible explicación de este enlace viene de la investigación de los trastornos del desarrollo.6
Por ejemplo, los niños con autismo muestran problemas con el tono muscular en la infancia.7 Otras anormalidades, tales como dificultades en la coordinación motora, también se observaron en niños en riesgo de autismo.8
Las anormalidades neuromotoras, incluyendo movimiento anormal y problemas en la coordinación motriz, también pueden ser precursores de la esquizofrenia.9 En general, con esta línea de investigación, se sugiere que ese deterioro motor temprano,que refleja disfunción neural difusa, representa un marcador de vulnerabilidad parapsicopatología.10,11
No obstante, la asociación con un problema posterior decomportamiento en niños pequeños y con problemas emocionales particulares no está completamente entendida.
La asociación entre el desarrollo neuromotor y la psicopatología posterior podría ser un posible objetivo de tratamiento para la detección temprana y la prevención. Si el deterioro neuromotor temprano puede predecir patrones específicos de comportamiento en la población general,podríamos ser capaces de influenciar mejor en el desarrollo de la enfermedad con intervenciones tempranas.
En estudios registrados, los investigadores que utilizaron la evaluación de rutina de los hitos motores dieron a conocer importantes hallazgos en la investigación psicopatológica, pero tienen varias limitaciones (p. ej., el ajuste apropiado para los factores de confusión).11,12
Además, los investigadores que llevaron a cabo estudios que evalúan el funcionamiento motor y trastornos psiquiátricos en grandes muestras se basaron en el informe de los padres sobre la edad en que lograron un hito motor.10
Por otro lado, los estudios basados en exámenes neurológicos completos realizados por profesionales para evaluar el desarrollo neuromotor como precursor de psicopatología son típicamente administrados en muestras pequeñas o muestras clínicas.10
Por lo tanto, el objetivo de los autores fue estudiar la asociación prospectiva entre medidas objetivas de desarrollo neuromotor realizado en la infanciacon medidas repetidas de los niños internalizando y externalizando problemas hasta la edad de 10 años.
En base al trabajo previo de los autores, que demostró la importancia del funcionamiento ejecutivo posterior en niños con un desarrollo motor subóptimo, ellos testearon el cambio y la planificación en los niños como mecanismos subyacentes de cualquier asociación potencial.13
Aunque el comportamiento infantil fue medido utilizando la clasificación de los padres, el desarrollo neuromotor del bebé fue evaluado por enfermeras de investigación,eliminando el sesgo de método común.14 La hipótesis de los autores es que los bebés con desarrollo neuromotor no óptimo tuvieron un mayor riesgo de internalizar y externalizar problemas.
Métodos |
>> Participantes
Los participantes fueron del EstudioGeneración R, una cohorte poblacional en los Países Bajos, que sigue a los niños y a sus padres de la vida fetal en adelante.15, 16. Se invitó a participar del estudio a mujeres embarazadas con fecha probable de parto entre 2002 y2006 en Rotterdam.
Un total de 4006 lactantes se sometieron a una evaluación neuromotora en edades corregidas entre 2 y 5 meses de edad durante una visita al domicilio. Estuvo disponible información de 1 o más evaluaciones del comportamiento de los niños hasta los 10 años para 3474 niños (86,7%de 4006).
Debido a que la exclusión al azar de hermanos no cambió los resultados, fueron incluidos en el análisis. El estudio fue aprobado por el Comité de Ética Médica del Centro Médico de la Universidad Erasmus. Se obtuvo el consentimiento informado por escrito de los participantes adultos.
>> Desarrollo Neuromotor
Los autores realizaron un examen neurológico completo adecuado a la edad, abarcando la evaluación del tono, suscitando respuestas y sentidos y otras observaciones (como movimientos espontáneos) a los 2 a 5 meses. Hubo 2 versiones del instrumento de evaluación neuromotora (para las 9-15 semanas ypara las 15-20 semanas) adaptado del Examen de Neurodesarrollo de Touwen.17
Todos los ítems medidos fueron categorizados en los siguientes 3 grupos: tono, respuestas, y sentidos y otras observaciones. Los ítems de tonos fueron calificados como tono normal, bajo o alto; la mayoría de las respuestas y sentidos y otras observaciones fueron calificados como presentes, ausentes o excesivas.
Una respuesta apropiada para la edad fue etiquetada como "normal"; una respuesta que indicaba retraso en el desarrollo fue etiquetada como "no normal". Los sentidos y otras observaciones comprenden el estrabismo, la fijación de los ojos, el seguimiento del movimiento de los ojos, oído, sudoración y reacciones de sobresalto.
Dentro de la subescala de medición del tono, se realizó una distinción más entre tono bajo y tono alto, lo que resulta en 2 escalas adicionales para el tono: "síntomas de tono bajo" y "síntomas de tono alto".
Como los autores estudiaron a una población no clínica, las medidas de resultado fueron sesgadas; por lo tanto, los autores categorizaron los puntajes de suma del total y las subescalas en terciles, clasificando posteriormente los terciles más bajos y los terciles medios como desarrollo neuromotor óptimo y los terciles más altos como no óptimos.18
Los autores examinaron la fiabilidad intra observador del corto intervalo test retest y la fiabilidad interobservador de la evaluación (n=76). El coeficiente de correlación intraclase para la fiabilidad interobservador fue de 0,64.13
Los problemas en el desarrollo neuromotor predicen problemas de internalización a la edad de 10 años
>> Comportamiento del niño
Se utilizaron dos versiones de la Lista de Verificación del Comportamiento Infantil (CBCL en inglés) para obtener informes estandarizados de los padres del comportamiento problemático de los niños: la versión preescolar (CBCL /11 / 2-5) y la versión para niños en edad escolar (CBCL / 6-18).
Al sumar los puntajes de las preguntas específicas deCBCL / 11/2-5, se obtuvieron las siguientes escalas de síndrome: emocionalmente reactivo, ansioso y/o deprimido, quejas somáticas, retraído, problemas para dormir, puntajes de atención y comportamiento agresivo.
El CBCL / 6-18 incluye escalas similares al CBCL / 11 / 2-5, con la excepción de los emocionalmente reactivos y las puntuaciones de problemas de sueño. Hay 2 escalas amplias: la internalización comprende al ansioso y/o deprimido, retraído-deprimido y escalas de quejas somáticas mientras que la externalización comprende problemas de atención y comportamiento agresivo.
De acuerdo con la taxonomía del CBCL, los comportamientos de internalización comprenden problemas que se manifiestan principalmente dentro del yo, como la tristeza o la ansiedad, quejas somáticas sin causa médica conocida, y retraimiento de los contactos sociales.
Estos problemas que pertenecen a las emociones son a menudo más difíciles de detectar que los problemas abiertos de comportamiento. Los problemas de externalización que son dirigidos al exterior generan incomodidad y conflicto.19, 20
Se informó buena confiabilidad y validez para ambas versiones de la CBCL.21 Se usaron valores de escala continua después de una transformación de raíz cuadrada para aproximar normalidad.
Debido a que las puntuaciones CBCL / 6-18 tenían diferentes escalas en comparacióna la versión para edades más jóvenes, los autores estandarizaron todos los puntajes de la escala CBCL dividiéndolos por su correspondiente DE. Este método les permitió comparar 2 puntajes que son de diferentes distribuciones.
>> Covariables
Se usaron cuestionarios para obtener información sobre el nivel de educación más alto completado, edad, síntomas psiquiátricos prenatales, etnia infantil, historia de tabaquismo durante el embarazo e ingresos del hogar. El tabaquismo materno era evaluado mediante cuestionarios en la inscripción, a mitad del embarazo, y al final del embarazo. El ingreso de la familia fue definido por el total neto de ingreso mensual del hogar.
Se utilizó el Inventario Breve de Síntomas para evaluar los síntomas psiquiátricos prenatales de los padres.22 La etnia del niño se basó en los países de nacimiento de los padres. Se usaron las ecografías fetales para establecer la edad gestacional al nacer.
La partera y los registros hospitalarios proveyeron información sobre la fecha de nacimiento del bebe, peso al nacer y sexo. Los padres informaron sobre comportamiento del espectro autista de sus hijos a la edad de 6 años usando una Escala de Respuesta Social.21
Los padres también calificaron el funcionamiento ejecutivo de sus hijos a los 4 años en dominios de cambio y planificación utilizando el Inventario de Calificación de Comportamientode la Función Ejecutiva-versión preescolar.23
>> Análisis estadístico
Las diferencias en las características entre niños con y sin datos sobre comportamiento problemático fueron comparadas por pruebas X2 y pruebas t de muestras independientes.
Los autores observaron que las madres de bebés con datos faltantes eran menos educadas y sufrieron más síntomas psicológicos prenatales comparadas con las incluidas; esto fue observado previamente.18, 24 No hubo diferencias en otras característicasentre los 2 grupos.
Los autores utilizaron modelos lineares mixtos generalizados (GLMMs en inglés) para estimar los coeficientes estandarizados (ß) y los intervalos de confianza (IC) del 95% de la asociación entre desarrollo neuromotor medido en la infancia y los puntajes de internalización y externalización hasta la edad de 10 años. Posteriormente, los autores examinaron las asociaciones con las diferentes escalas de síndrome CBCL.
Todos los modelos incluyeron una intercepción aleatoria a nivel del niño y una pendiente para dar cuenta de las medidas repetidas de comportamiento infantil y para modelar la variable de efecto específica del niño. En estos modelos, los autores utilizaron puntuaciones repetidas CBCL de los niños de1, 5 a 10 años.
Los GLMMs son robustos a las pérdidas durante el seguimiento bajo el supuesto de la pérdida al azar.25, 26 La prueba de supuestas pérdidas27 confirmó que el faltante en los puntajes de externalización pero no en la internalización era completamenteal azar. Todos los modelos fueron repetidos con desarrollo neuromotor como una variable continua.
Los modelos fueron ajustados por factores de confusión, seleccionados en base del método de cambio de estimación o el marco teórico de la pregunta de estudio. También ajustaron los modelos para la versión de instrumento utilizado. En un paso adicional, los autores ajustaron los modelos para comportamientos autistas del niño para evaluar si los resultados fueron independientes de los rasgos autistas.28
Se probaron los términos de interacción de desarrollo neuromotor con la edad de cada evaluación CBCL, sexo, etnia,y nivel educativo.Debido a que las pruebas de razón de verosimilitud no revelaron diferencias significativas entre modelos anidados, excepto para el modelo de tono muscular bajo y edad en relación con los problemas de externalización, los términos de interacción no estaban incluidos en otros modelos finales.
Los autores ejecutaron modelos de mediación con ICs 99% corregidos por el sesgo, aplicando 5000 muestras de arranque utilizando un macro SPSS (IBMSPSS Statistics, IBM Corporation, Armonk, NY).29 Exploraron los efectos indirectos del desarrollo neuromotor infantil en el comportamiento de internalización del niño a través del cambio y la planificación (resultados transformados en raíz cuadrada).
Para manejar los valores perdidos en las covariables, utilizaron imputaciones múltiples. Las imputaciones estaban basadas en información sobre eldesarrollo neuromotor infantil y todas las covariables medidas.
Se generaron cinco conjuntos de datos independientes y se calcularon estimaciones agrupadas para esos conjuntos de datos.Se realizaron múltiples imputaciones usando SPSS versión 22.0. Todos los demás análisis se realizaron usando SAS versión 9.3 (SAS Institute, Inc, Cary, NC) y R 3.4.0.30
Resultados |
Los niños con bajo tono muscular tienen menos probabilidades de aprender a cambiar su foco de atención y por lo tanto experimentarán más dificultades en adaptarse a los cambios en el ambiente.
El desarrollo neuromotor fue evaluado a la edad promedio de 12,6 semanas (DE =2 semanas). El desarrollo neuromotor general no óptimo predijo puntajes de internalización a través de la infancia.
El tono muscular bajo en la infancia se asoció con mayores puntuaciones de internalización (reporte de madres: ß ajustado = 0,11; IC 95%: 0,05 a 0,18; reporte de padres: ß ajustado = 0,13; IC 95%: 0,04 a0, 22).
También hubo una asociación entre sentidos y otras observaciones en la infancia y en puntajes de internalización pero no entre tono muscular alto o reflejos ypuntajes de internalización.
No hubo asociación entre desarrollo neuromotor general no óptimo en la infancia y puntajes de externalización. Tampoco el tono muscular bajo o alto se asoció con puntuaciones de externalización.
Los autores representaron cómo el bajo tono muscular de los bebés se relaciona con la internalización y con los puntajes de externalización con el tiempo. Cuando repitieron el análisis con las variables neuromotoras continuas, los resultados permanecieron esencialmente sin cambios.
Cuando se testeó la interacción del desarrollo motor con la edad en la evaluación CBCL, los autores observaron que para los puntajes de externalización, el test de relación de verosimilitud reveló un modelo de ajuste mejorado en comparación con el modelo sin término de interacción. No hubo asociación general constante entre el tono muscular bajo y los puntuaciones de externalización hasta los 10 años.
Los autores examinaron la asociación entre el desarrollo neuromotor infantil y las subescalas de internalización (informe de madre y padre) y encontraron que los niños con desarrollo neuromotor no óptimo era más probable que tuvieran mayor retraimiento, fueran emocionalmente reactivos y puntajes de ansiedad y/o depresión (este último solo con el informe del padre).
En particular, un tono muscular bajo estaba consistentemente asociado con mayores puntajes de retraimiento (informe de madres: ß ajustado= 0,09; IC 95%: 0,05 a0, 14; informe de padres: ß ajustado = 0,09; IC 95%: 0,03 a 0,16). No se observó asociación con tono muscular alto.
Los autores observaron un efecto indirecto significativo del tono muscular bajo en la internalización y, en particular, en los problemas de retraimiento explicados por los problemas con los cambios (ß ajustado = 0,03; IC 95% para internalización: 0,00 a 0,06; ß ajustado = 0,02; IC 95%: 0,00 a 0,04 para retraimiento). Los autores no observaron mediación por planificación.
En todos los análisis, el ajuste para rasgos autistas no cambió los resultados. Excluyendo a los 21 niños con impedimentos físicos, los resultados se mantuvieron sin cambios. No hubo diferencia en el sexo en la relación entre el desarrollo neuromotor infantil y el comportamiento infantil (datos no mostrados).
Discusión |
Los bebés con bajo tono muscular podrían tener dificultades para iniciar el movimiento e interactuar con el medio ambiente y por lo tanto mostrar síntomas de comportamiento retraído
Los autores encontraron que los niños con desarrollo neuromotor no óptimo y, en particular, con bajo tono muscular y sentidos no óptimos estuvieron consistentemente asociados con los puntajes de internalización, según lo informado repetidamente por madres y padres hasta la edad de 10 años.
Esta asociación fue principalmente explicada por los problemas de retraimiento y fue parcialmente mediada por los problemas en el dominio de cambios. Los autores no observaron ninguna asociación entre desarrollo neuromotor no óptimo y puntajes de externalización.
Factores genéticos y ambientales comunes podrían ser la base tanto del neurodesarrollo no óptimo como del comportamiento problemático de los niños. Variaciones genéticas sutiles, representadas por polimorfismos de un solo nucleótido o la variación del número de copias, ha sido asociado con anomalías sutiles del desarrollo del cerebro.31
En un metaanálisis reciente del genoma amplio, los investigadores demostraron que los problemas de internalización son hereditarios y moderadamente genéticamente estables desde la infancia hasta la adultez.32
Al mismo tiempo, los teratógenos pueden causar anormalidades cerebrales durante el desarrollo prenatal, 33 que a su vez conducen a problemas del neurodesarrollo durante el curso de la vida. Ejemplos de estas influencias adversas son la exposición a la nicotina y al alcohol durante la gestación, 34,35 infecciones virales, 36,37así como también estrés materno, nutrición, y edad.38, 39
En el análisis de los autores, ellos controlaron por varios factores ambientales. Observaron que la edad gestacional y el peso al nacer como indicadores de injurias durante el embarazo no afectaron sustancialmente las asociaciones en estudio. Del mismo modo, los síntomas psiquiátricos parenterales, posibles indicadores de estrés, no explican sus observaciones.40, 41
Con ajuste, la relación entre el desarrollo neuromotor temprano y el comportamiento problemático se atenuó para la psicopatología de los padres, pero se mantuvo. Los factores postnatales (por ej., la salud física del niño) también subyacen a la asociación entre el desarrollo neuromotor infantil y los problemas de internalización en los niños.42,43
Aunque los autores no pueden descartar por completo potenciales influencias de un tercer factor (que subyace al desarrollo neuromotor no óptimo y a la psicopatología del niño) basados en sus resultados, los autores pueden concluir que las habilidades motoras están en el núcleo de las acciones e interacciones diarias de los bebés y de los niños y consecuentemente afectan el desarrollo perceptual, cognitivo ysocial.44,45
Por lo tanto,las habilidades motoras pueden iniciar una cascada de eventos, influenciando el desarrollo subyacente. Desde las observaciones originales de Piaget de que las experiencias sensorio motrices propias de los bebés son fundamentales para su aprendizaje sobre el medio ambiente, los investigadores en varios estudios reportaron evidencia de relaciones entre las habilidades motoras y el desarrollo en dominios aparentemente sin relación, como la percepción del objeto,el procesamiento facial y las habilidades lingüísticas.46
Por ejemplo, las primeras experiencias exitosas que se alcanzan a los 3 meses se encontró que estaban asociadas con la atención de los infantes a las caras más que a losobjetos.47
De manera similar, en otro estudio, el inicio de sentarse de forma independiente a los 3 a 5 meses predijo desarrollo del lenguaje a los 10 y 14 meses.48 El tono muscular bajo afecta la forma en que los bebés se mueven y desarrollan y puedesignificar que los bebés logren tarde losprincipales hitos del desarrollo.
Estos bebés se enojan cuando enfrentan nuevas situaciones en el área motora y por lo tanto pasan menos tiempo explorando objetos y diferentes formas de hacer las cosas. Este cauteloso y temeroso estilo de comportamiento infantil puede tener consecuencias a largo plazo para las comunicaciones y para el desarrollo emocional y cognitivo. Como consecuencia, los bebés pueden convertirse en más reactivos.
Los autores mostraron una asociación entre bajo tono muscular e internalización y, en particular, problemas de retraimiento, que era independiente de los rasgos autistas. Este hallazgo es compatible con la teoría de Touwen que describe a los bebés con desarrollo neuromotor subóptimo (es decir, signos neurológicos leves) como mostrando típicamente "comportamiento torpe" que empeora entre los 4 y 9 años.49
Los bebés con bajo tono muscular podrían tener dificultades para iniciar el movimiento e interactuar con el medio ambiente y por lo tanto mostrar síntomas de comportamiento retraído durante la infancia y la edad escolar. Con sus resultados, los autores sugieren que el tono muscular bajo en la infancia podría ser un precursor independiente del comportamiento retraído en estos niños.
No está claro si los niños se retraen porquefalta el impulso para la interacción social o por miedo y ansiedad. Cualquiera que sea el origen de los signos neurológicos menores y leves, su presencia juega un papel en el desarrollo de los problemas de comportamiento y de aprendizaje, la mayoría probablemente en combinación con otros factores.
Hasta donde saben los autores, este estudio es el primero en investigar si el funcionamiento ejecutivo subyace en el camino del bajo tono muscular a los problemas de internalización. Encontraron que un proceso cognitivo de orden superior, como el cambio, es un factor importante en la vulnerabilidad de los niños a la psicopatología. El cambio presenta un dominio separado de otros dominios de función ejecutiva.13, 50,51
Los niños con problemas para el cambio se describen a menudo como rígidos, inflexibles, no creativos en la resolución de problemas, o molestos cuando se producen cambios en las rutinas. Las características neurobiológicas específicas del cambio, descrito como la capacidad de hacer la transicióny para cambiar el foco de 1 estado mental a otro, son menos conocidas que las de otros aspectos de la función ejecutiva.52
Los niños con bajo tono muscular tienen menos probabilidades de aprender a cambiar su foco de atención y por lo tanto experimentarán más dificultades en adaptarse a los cambios en el ambiente
El aspecto del cambio de la función ejecutiva se basa en otros dominios de la función ejecutiva como la inhibición y se desarrolla más tarde a través del desarrollo.53
Los bebés con bajo tono muscular enfrentan más problemas cuando se adaptan a nuevas circunstancias durante la infancia. Estos niños más "rígidos" corren un mayor riesgo de desarrollar la internalización y, en particular, un comportamiento retraído.54
Los problemas cognitivos y motores combinados pueden ser el resultado de problemas subyacentes de inhibición o un déficit de automatización general. Los investigadores sugirieron que el desarrollo motor predice cambios e inhibición.13, 55 El cambio aborda particularmente la habilidad para automatizar el comportamiento.56
Basado en sus hallazgos, los autores postulan que los niños con bajo tono muscular tienen menos probabilidades de aprender a cambiar su foco de atención y por lo tanto experimentarán más dificultades en adaptarse a los cambios en el ambiente.
Los autores no encontraron una asociación entre el desarrollo neuromotor infantil y las puntuaciones de externalización. Los problemas de externalización como la agresión, son altamente prevalentes en niños pequeños57 y probablemente a menudo reflejan una etapa normal del desarrollo de los niños como es evidente por la disminución de los síntomas de externalización vistos tanto en niños con desarrollo motor óptimo como con desarrollo motor no óptimo.
Desarrollar un sentido de autonomía y determinación para convertirse en independiente de los cuidadores por lo general involucra conflictos con los padres y con otros cuidadores. Esto podría explicar por qué en niños pequeños, los puntajes en el rango límite del comportamiento de externalización es menos probable que tengan sus orígenes en un desarrollo neuromotor deficiente.
En estudios de gemelos, los investigadores demostraron que aunque los comportamientos de externalización tienen una genética única y una base ambiental compartida, los comportamientos de internalización están asociados solamente con influencias genéticas únicas.58
Los hallazgos de los autores son compatibles con la noción de que los comportamientos de externalización son sensibles a la influencia ambiental como indica un desarrollo no normativo temprano en niños más hipotónicos al inicio del estudio; aunque,en teoría, una diferencia de edad tan limitada también podría ser de origen genético.
Este estudio tiene varias fortalezas, incluyendo una muestra grande, que se consideraron muchos factores de confusión, y que se realizaronevaluaciones objetivas del desarrollo neuromotor independientemente de la madre. Esto es importante, ya que confiar en el informe de los padres tanto para el neurodesarrollo como para el comportamiento del niño puede introducir un sesgo del método compartido.14
Además, los autores usaron los informes de la madre y del padre sobre el comportamiento infantil para probar la consistencia y obtener una descripción más precisa de los problemas de los niños.59 Pero también enfrentaron limitaciones.
Primero, tuvieron una pérdida durante el seguimiento. Sin embargo, usaron GLMM que son robustos a las pérdidas durante el seguimiento si la suposición sostiene que la falta de resultado sucedió al azar.
Segundo, solo tuvieron datos de calificación parental sobre el comportamiento infantil. Los padres que conocen el retraso del bebé en el desarrollo neuromotor podrían haber estado más atentos al problema de comportamiento de su hijo.
Además, los padres estaban cegados al desarrollo neuromotor retardado y, por lo tanto, su informe fue independiente del desarrollo neuromotor en lainfancia. Los autores consideraron muchos factores de confusión; sin embargo, no pudieron descartar la confusión residual. Realizaron varias rondas de pruebas.
Por lo tanto, debe considerarse el hallazgo casual al interpretar los datos. Además, las betas observadas indican pequeños efectos como se esperaba en la población general.
Conclusiones |
Los problemas en el desarrollo neuromotor predicen problemas de internalización a la edad de 10 años
En un estudio perspectivo basado en la población, los autores encontraron que los bebés con desarrollo neuromotor no óptimo y, en particular, bajo tono muscular, tienen mayores puntajes de internalización durante la infancia. Con sus hallazgos, los autores sugieren que los problemas de internalización en la infancia podrían tener orígenes en el neurodesarrollo temprano.
Son necesarios más estudios para examinar si la evaluación temprana del desarrollo neuromotor podría ayudar a identificar la vulnerabilidad de internalizar los síntomas y podría ser utilizada para intervenciones específicas en niños pequeños. Por ejemplo, experiencias alcanzadas en forma escalonadase ha demostrado que mejoran los parámetros de desarrollo en niños de 3 meses en riesgo de retraso motor.60
>> Comentario:
El presente estudio evaluó en forma prospectiva que los problemas en el desarrollo neuromotor predicen problemas de internalización a la edad de 10 años.
Se sugiere que una evaluación del desarrollo neuromotor en forma precoz podría ayudar a identificar a los niños que son más vulnerables a presentar síntomas de internalización, y de esta forma articular intervenciones dirigidas y precoces. Serán necesarios más estudios en diferentes escenarios para validar estos hallazgos.
Resumen y comentario objetivo: Dra. Alejandra Coarasa