Aunque la cantidad de personas diagnosticadas con diabetes sigue en aumento, la buena noticia es que la mayoría de personas con la enfermedad saben que la tienen, muestra un nuevo estudio.
La investigación sugiere que a lo largo de las dos últimas décadas y media, el porcentaje de casos sin diagnosticar se ha reducido de forma significativa.
"Si va al médico, probablemente no tenga que preocuparse por una diabetes sin diagnosticar", dijo la autora del estudio, Elizabeth Selvin, profesora de epidemiología en la Facultad de Salud Pública Bloomberg de la Universidad de Johns Hopkins.
Selvin explicó que los estimados anteriores sugerían que entre más de una cuarta parte y un 30 por ciento de las personas con diabetes probablemente no estaban enteradas. Pero esos estimados daban por sentado que los médicos solo realizaban una prueba y que no daban seguimiento con una segunda prueba de confirmación, como recomienda la Asociación Americana de la Diabetes (American Diabetes Association).
Pero "encontramos que eso no es congruente con la forma en que la diabetes se diagnostica en la práctica clínica. En la práctica, un hallazgo anómalo se confirma con una segunda prueba para el diagnóstico. Cuando se usan dos pruebas, se está realizando un buen trabajo de detección y diagnóstico de la diabetes", aseguró Selvin.
De hecho, el método de dos pruebas parece capturar más o menos un 90 por ciento de todos los casos de diabetes, anotaron los investigadores.
Selvin y sus colaboradores usaron datos de las Encuestas nacionales de examen de salud y nutrición realizadas de 1988 a 1994 y de 1999 a 2014.
Las encuestas mostraron que cuando la investigación comenzó en 1988 a 1994, había unos 10 millones de adultos con diabetes y diabetes confirmada sin diagnosticar (es decir, personas que recibieron una sola prueba y no recibieron una prueba de seguimiento). Para el periodo de 1999 a 2014, había 25.5 millones de adultos con diabetes o diabetes sin diagnosticar.
La nueva investigación reveló que la cantidad de casos sin diagnosticar como porcentaje de todos los casos de diabetes se redujo de más de un 16 por ciento a poco menos de un 11 por ciento a lo largo de 26 años.
Las personas que estaban sin diagnosticar eran más propensas a tener sobrepeso o a ser obesas, a tener una edad más avanzada, o a pertenecer a una minoría racial o étnica. También era menos probable que tuvieran un seguro médico o acceso a la atención de la salud, encontró el estudio.
"Lo que debemos averiguar es cómo dirigir los esfuerzos de evaluación y prevención al grupo que en realidad no está diagnosticado. Algunas de las personas que se pasan por alto tienen [unos niveles de azúcar en la sangre] muy altos, y los esfuerzos se deben concentrar en lograr que esa gente vaya a la clínica", enfatizó Selvin.
Los hallazgos aparecen en la edición del 23 de octubre de la revista Annals of Internal Medicine.
La Dr. Anne Peters es directora del programa clínico de diabetes de la Facultad de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California, en Los Ángeles. Escribió un editorial que acompañó al estudio.
"Creo que hay menos casos sin diagnosticar de lo que pensábamos, pero todavía queda mucha gente sin diagnosticar", lamentó Peters.
"Las personas con factores de riesgo deben hacerse las pruebas. Pero la gente le tiene miedo al estigma. Le tiene miedo a la enfermedad. Pero la diabetes no tiene que ser horrible. La gente no debe rendirse. Necesitamos mucha más concienciación pública y mucha más prevención", señaló.
Y eso no significa que haya que perder 100 libras (45 kilos). "Perder 15 libras (6.8 kilos) puede hacer una gran diferencia. Tan solo caminar 30 minutos al día, cinco días a la semana, es increíblemente beneficioso. Aborde la diabetes paso a paso", aconsejó Peters.
"Hay muchas formas nuevas de tratar la diabetes. Casi todo ha cambiado en los últimos 30 años. Pero mientras antes se inicie el tratamiento, mejor. Es mejor encarar algunas cosas", afirmó.
FUENTES: Elizabeth Selvin, Ph.D., M.P.H., professor, epidemiology, Johns Hopkins University Bloomberg School of Public Health, Baltimore; Anne Peters, M.D., director, clinical diabetes program, Keck School of Medicine, University of Southern California, Los Angeles; Oct. 23, 2017, Annals of Internal Medicine