Introducción
"Los chicos deben ser chicos", "las chicas son emocionales y sensibles", "los hombres no lloran, las mujeres sí". Estos y otros estereotipos de género han perpetuado la idea de que las mujeres son más empáticas y más humanas que los hombres. El término "género" se utiliza para referirse a "las actitudes, sentimientos y comportamientos que una cultura asociada con el sexo biológico de una persona" [1], mientras que el término "sexo" se refiere al estado biológico de una persona [1].
Se han obtenido pruebas de apoyo a los estereotipos de género a través de cuestionarios de empatía mediante el auto-informe [2, 5], que pueden estar fuertemente sesgados por las expectativas sociales de género relevantes [6, 7].
Del mismo modo, los resultados de las medidas autoadministradas han motivado la opinión de que las mujeres están más orientadas al cuidado que los hombres en el razonamiento moral [8, 9]. Si bien esta evidencia parece revelar las diferencias de sexo tanto en la empatía como en el juicio moral, se deriva de instrumentos que tienden a sesgar las respuestas hacia estereotipos de roles de género [7, 10, 11]. De hecho, las diferencias entre los sexos están típicamente ausentes en las tareas experimentales pertinentes [4, 12] y en las medidas fisiológicas [6, 13, 14].
Además, los resultados disponibles provienen de muestras relativamente pequeñas, lo que arroja dudas sobre ambas líneas de investigación porque pueden inflar los tamaños del efecto y producir estimaciones inexactas de la relevancia de una diferencia significativa.
A través del presente estudio poblacional, nuestro objetivo era:
(a) evaluar si la empatía, el juicio moral y su relación difieren entre los sexos.
(b) probar si las diferencias de empatía previamente reportadas obtenidas a través de instrumentos basados en roles de género también surgen en un paradigma experimental bien validado [15-19].
En particular, al analizar los datos de muestras masivas, pretendemos ir más allá de los valores de p como indicadores de significación y centrarnos en la sistematicidad de las diferencias potenciales considerando los tamaños de efecto realmente informativos.
Resumen
La investigación sobre las diferencias sexuales en relación a la empatía ha revelado hallazgos mixtos. Mientras que las medidas experimentales y neuropsicológicas no muestran ningún efecto sexual consistente, los datos de autoinforme indican consistentemente mayor empatía en las mujeres. Sin embargo, los resultados disponibles provienen principalmente de poblaciones separadas con muestras relativamente pequeñas, lo que puede inflar los tamaños del efecto y dificultar la comparabilidad entre ambos cuerpos empíricos.
Para elucidar el problema, llevamos a cabo dos estudios a gran escala.
Primero, examinamos si las diferencias de sexo emergen en una gran muestra poblacional (n = 10.802) cuando la empatía se mide con un paradigma experimental de empatía por dolor. Además, investigamos la relación entre empatía y juicio moral.
En el segundo estudio, una submuestra (n = 334) completó un cuestionario de empatía de auto-reporte.
Los resultados mostraron algunas diferencias sexuales en el paradigma experimental, pero con tamaños de efecto minúsculo. Por el contrario, las mujeres se presentaron como más empáticas a través de auto-informes.
Además, las respuestas utilitaristas a los dilemas morales fueron menos frecuentes en las mujeres, aunque estas diferencias también tuvieron pequeños tamaños de efecto.
Estos hallazgos sugieren que las diferencias sexuales en la empatía son muy impulsadas por la medida de evaluación. En particular, los autoinformes pueden inducir sesgos que llevan a los individuos a asumir estereotipos de roles de género.
El conocimiento del papel de los instrumentos de medición en este campo puede perfeccionar nuestra comprensión de los vínculos entre la empatía, las diferencias sexuales y los roles de género.
Conclusión
En conclusión, nuestros resultados sugieren que las diferencias sexuales en la empatía son altamente dependientes del método de evaluación. Se detectaron niveles más altos de empatía en las mujeres en la empatía auto-reportada, mientras que se observaron diferencias sexuales insignificantes en las respuestas empáticas al dolor de otros.
Además, encontramos que las respuestas utilitaristas a los dilemas morales eran más frecuentes en los hombres que en las mujeres. Sin embargo, estos resultados deben ser interpretados con precaución debido a los pequeños tamaños del efecto.
Estos hallazgos destacan la necesidad de nuevos estudios sobre las diferencias sexuales en empatía y juicio moral, incluyendo muestras basadas en la población, múltiples medidas y documentación del tamaño del efecto. Además, los estudios futuros deben controlar las variables sociales y culturales potencialmente relacionadas con las respuestas empáticas y los estereotipos de roles de género. Estas consideraciones pueden extender nuestro conocimiento de estos complejos fenómenos sociales.