Mayor pérdida de grasa

El ejercicio aeróbico es lo mejor para perder peso y grasa

Los investigadores lo compararon con el entrenamiento de resistencia y hallaron que es más efectivo.

Fuente: Medlineplus

Si usted quiere quemar grasa y perder peso, el ejercicio aeróbico es mejor que el entrenamiento de resistencia, afirma un estudio reciente.
 
"No es nuestra intención desanimar a nadie de hacer un entrenamiento de resistencia", afirmó la autora del estudio, Leslie Willis, coordinadora de investigación clínica del Centro Médico de la Universidad de Duke y fisióloga del ejercicio.

Estudios previos han mostrado que el entrenamiento de resistencia tiene muchos beneficios, entre los que se incluye la mejora del control de azúcar en la sangre, pero los resultados con respecto a la reducción de la grasa no han sido concluyentes, señaló.
 
El nuevo estudio, publicado el 15 de diciembre en la revista Journal of Applied Physiology, comparó el entrenamiento de resistencia con el ejercicio aeróbico para determinar cuál es el más idóneo para perder peso y grasa.
 
Los resultados del nuevo estudio sugieren que para las personas que disponen de poco tiempo, concentrarse en el ejercicio aeróbico es el mejor modo de perder peso y grasa, aseguró Willis.
 
El equipo de Willis repartió a 234 hombres y mujeres de mediana edad, todos ellos con sobrepeso u obesos, en tres grupos para un estudio de ocho meses de duración. Los participantes del grupo de entrenamiento de resistencia se ejercitaron tres veces a la semana, siguiendo instrucciones para realizar ejercicio alrededor de tres horas en total. Usaron ocho máquinas de pesas distintas.
 
Los participantes del grupo aeróbico recorrieron unas 12 millas (19.3 km) a la semana en bicicletas elípticas y cintas de correr, durante aproximadamente 133 minutos a la semana, o unas 2 horas y cuarto.
 
Los del grupo de combinación hicieron ejercicio tres días a la semana, alternando el esfuerzo del entrenamiento de resistencia con el aeróbico.
 
En total, 119 completaron el estudio. Los que hicieron ejercicios aeróbicos o los combinados redujeron un total de masa corporal y de grasa mayor que los del grupo de resistencia, pero la diferencia no era sustancial, señaló Willis.
 
Por ejemplo, los del grupo aeróbico solo perdieron 3.8 libras (1.7 kilos) y los del grupo de combinación, 3.6 libras (1.6 kilos).
 
Las personas del grupo de combinación fueron los que más volumen de cadera redujeron. La cadera ancha de más de 35 pulgadas (unos 89 cm) en las mujeres y de más de 40 pulgadas (101.6 cm) en los hombres es un factor de riesgo de enfermedad cardiaca y otros problemas.
 
Las personas del grupo de combinación "se comprometieron el doble de tiempo y no mejoraron de forma significativa los resultados de pérdida de masa de grasa de los del grupo aeróbico", observó Willis.
 
"Si una persona tiene como objetivo la masa grasa, yo diría que el método más efectivo respecto al tiempo empleado sería centrarse en el ejercicio cardiovascular", opinó.
 
"Con el entrenamiento de resistencia la masa magra aumentó, pero la masa de grasa no cambia, así que el peso no cambió", aseguró.
 
El Dr. Timothy Church, director de investigación de medicina preventiva en el Centro de Investigación Biomédica Pennington, en Baton Rouge, Luisiana, afirmó que los expertos saben que el "ejercicio aeróbico realmente contribuye a perder peso".

Sin embargo, añadió, los resultados del estudio no aportan razones para descartar el entrenamiento de resistencia. Las personas pierden masa muscular conforme envejecen, afirmó, y el entrenamiento de resistencia, que ayuda a mantener la fortaleza muscular, puede ser de ayuda para los problemas en la calidad de vida.
 
Puede ayudar a las personas a realizar pequeñas aunque importantes tareas del día a día, como levantar a sus nietos en brazos y poner las maletas en los maleteros que hay encima de los asientos de los aviones, afirmó.
 
FUENTES: Leslie Willis, M.S., exercise physiologist, Duke University Medical Center, Durham, N.C.; Timothy Church, M.D., Ph.D., M.P.H., director, preventive medicine research, Pennington Biomedical Research Center, Baton Rouge, La.; Dec. 15, 2012, Journal of Applied Physiology.