Importantes cambios metabólicos

Cirugía bariátrica relacionada con menos ataques cardiacos y muertes

Las personas con problemas cardiovasculares graves podrían ser buenas candidatas, afirman expertos.

Fuente: Medlineplus

Las personas obesas que se someten a cirugía para perder peso parecen reducir el riesgo de ataque cardiaco, accidente cerebrovascular (ACV) y muerte, informan investigadores suecos.
 
Y esos beneficios para la salud cardiaca parecen estar conectados con los cambios metabólicos que ocurren tras la cirugía, como una producción de insulina alterada, en lugar de la pérdida de peso, señalan los investigadores.
 
"La cirugía bariátrica se asocia con una reducción de alrededor de 30 por ciento en la incidencia tanto del ataque cardiaco como del ACV", aseguró el investigador líder, el Dr. Lars Sjostrom, profesor del Instituto de Medicina de la Universidad de Gotemburgo.
 
"El índice de masa corporal antes de la operación no predice el efecto del tratamiento quirúrgico, mientras que la concentración de insulina antes de la cirugía se relaciona firmemente con el beneficio futuro", apuntó.
 
La cirugía bariátrica conlleva alterar el estómago para reducir la cantidad de comida que se consume o digiere. Dados estos nuevos hallazgos, algunos expertos creen que los criterios para las operaciones deben incluir algo más que el índice de masa corporal (IMC), una medida que toma en cuenta la estatura y el peso.

"Antes, pensábamos que la cirugía era un atajo para los pacientes que no tenían la fuerza de voluntad para perder peso por sí mismos", señaló el Dr. Francesco Rubino, jefe de cirugía metabólica gastrointestinal del Colegio Médico Weill Cornell en la ciudad de Nueva York. Sin embargo, la cirugía podría salvar las vidas de los pacientes con diabetes o enfermedad cardiaca sin controlar.
 
"No creo que un límite en el IMC deba descalificar a los pacientes", apuntó Rubino. Se considera obesa a una persona cuando tiene un IMC de 30 o más.
 
El estudio, que se inició en 1987 y que aparece en la edición del 4 de enero de la revista Journal of the American Medical Association, es el primer estudio prospectivo en mostrar estos beneficios cardiovasculares de la cirugía para perder peso, apuntaron los investigadores.
 
El equipo de Sjostrom utilizó el estudio de Sujetos Suecos Obesos, y observó datos de más de 2,000 participantes del estudio que se sometieron a cirugía bariátrica, y más de 2,000 que no lo hicieron. Todos estaban en la mediana edad, eran blancos y obesos, con y sin afecciones de salud preexistentes.
 
Los tipos de cirugía bariátrica incluidos fueron la derivación gástrica, en que se reduce el tamaño del estómago con grapas; la banda gástrica, que usa una banda ajustable para restringir la ingesta alimentaria; y la gastroplastia vertical con banda, que también limita la ingesta alimentaria.
 
Durante más de 14 años de seguimiento, 28 personas que se sometieron a cirugía bariátrica murieron por un problema cardiovascular, frente a 49 de las que no se hicieron la cirugía, hallaron los investigadores.
 
Hubo 199 primeros ataques cardiacos o ACV entre los pacientes quirúrgicos, frente a 234 entre los participantes que no se operaron, anotaron.
 
Ocurrieron menos ataques cardiacos letales en el grupo de cirugía que en el grupo sin cirugía (22 frente a 37). La cirugía también se asoció con menos ACV letales y no letales.
 
Pero no se observó una relación significativa entre la pérdida de peso y los eventos cardiovasculares en ninguno de los dos grupos, hallaron los investigadores.

Aunque ese hallazgo podría ser una casualidad estadística, Sjostrom dijo que otros motivos podrían explicarlo.
 
"Ningún tratamiento no quirúrgico ha mostrado efectos favorables sobre los eventos cardiovasculares entre los obesos", apuntó Sjostrom.
 
"Nuestros hallazgos enfatizan incluso más los efectos favorables de la cirugía bariátrica en comparación con la atención usual. Además, todas las directrices para la cirugía bariátrica probablemente tengan que ser modificadas dado que todas usan al IMC como el criterio de selección principal", señaló.

El Dr. Edward Livingston, autor de un editorial acompañante en la revista, concurrió en que el peso no debe seguir siendo el factor determinante para la cirugía bariátrica.
 
Según estos hallazgos, "el objetivo de la cirugía debe ser tratar una afección que mejoraría con la pérdida de peso", señaló Livingston, catedrático Dr. Lee Hudson-Robert R. Penn de cirugía del Centro Médico de la Universidad de Texas Southwestern, en Dallas. "Estos pacientes se benefician de algo de la cirugía que no es la pérdida de peso".
 
Los pacientes obesos que tienen diabetes o apnea del sueño podrían encajar en esta categoría, además de las personas con artritis de la rodilla o de la cadera que necesitan un reemplazo de articulación, comentó Livingston.

Anotó que el motivo de que esas afecciones mejoren no está claro. Quizás sea la operación, una mejor atención médica, o que los pacientes se cuiden mejor, sugirió.
 
Dependiendo de la operación en sí, la cirugía bariátrica cuesta entre 10,000 y 20,000 dólares más costos de seguimiento, y la cobertura de seguro no es constante, añadió Livingston.

"Abordaría la cirugía bariátrica con precaución. No es una panacea. Tiene muchas desventajas", explicó Livingston. Las complicaciones pueden incluir escapes, infecciones y embolismo (un bloqueo repentino de una arteria), señaló.
 
Además, muchos pacientes recuperan el peso perdido tras la cirugía. "En realidad no sabemos cuáles son los resultados muy a largo plazo de estas operaciones", comentó Livingston.
 
FUENTES: Lars Sjostrom, M.D., Ph.D., professor, Institute of Medicine, University of Gothenburg, Sweden; Edward H. Livingston, M.D., Dr. Lee Hudson-Robert R. Penn Chair in Surgery, University of Texas Southwestern Medical Center, Dallas; Francesco Rubino, M.D., chief, gastrointestinal metabolic surgery, and associate professor, surgery, Weill Cornell Medical College, and assistant attending surgeon, New York-Presbyterian-Weill Cornell Medical Center, New York City; Jan. 4, 2012, Journal of the American Medical Association