NUEVA YORK (Reuters - Cuando se trata del dolor de espalda baja, más pruebas no conducen a un mejor tratamiento. Al contrario, en realidad generarían una peor atención, sin mencionar los mayores costos.
Según un informe del Comité de Lineamientos Clínicos del Colegio Médico Estadounidense (ACP) hay "buena evidencia" de que las imágenes espinales de rutina en los pacientes con dolor de espalda baja no están asociadas con beneficios significativos e incluso pueden generar daños.
El reporte añadió que las imágenes de diagnóstico -como las radiografías lumbares, las tomografías computarizadas (TC) o las imágenes por resonancia magnética (IRM)- son necesarias para los pacientes con dolor de espalda baja "sólo si tienen déficit neurológicos progresivos graves o signos o síntomas que sugieran una condición seria o específica subyacente".
Sólo deberían realizarse más controles por imágenes ante la aparición de nuevos síntomas o cambios en los anteriores, dado que esas pruebas en general se sobreutilizan y generan "costos elevados y crecientes" relacionados con el tratamiento del dolor de espalda baja.
"Honestamente, no se trata sólo del costo; realmente estamos haciendo daño concreto a nuestros pacientes", dijo a Reuters Health Amir Qaseem, del Departamento de Programas Clínicos y Calidad de la Atención del ACP.
"Con la realización de imágenes innecesarias, no están recibiendo atención de buena calidad", agregó.
En el artículo, publicado en Annals of Internal Medicine, el comité señaló que las pruebas por imagen generan aumento de los costos a través de los costos directos de los exámenes y además en test adicionales, seguimientos, derivaciones y posibles procedimientos invasivos.
"Los médicos deben detener los pedidos de estas pruebas y hablar con sus pacientes sobre por qué no están solicitando un test. La mayoría de los pacientes no quiere las pruebas que no son beneficiosas y que podrían resultar dañinas", indicó Qaseem.