Un encuentro solidario

Foro VIH-SIDA: dicuso de clausura, Dra. Mirta Roses

"Latinoamérica y el Caribe: Unidos en la diversidad hacia el acceso universal"

 ... revertir la epidemia del VIH mediante una respuesta integral: prevención, atención y tratamiento, en un ambiente social de respeto y de ejercicio de los derechos humanos, incluyendo el derecho a la salud, la inclusión, y la no tolerancia al estigma y la discriminación ...   
 
Discurso clausura
IV FORO LATINOAMERICANO Y DEL CARIBE EN VIH/SIDA/ITS

Dra. Mirta Roses Periago*
Directora de la Organización Panamericana de la Salud.

Hace dos años muchos de los acá presentes nos encontramos en El Salvador. En Noviembre del 2005, en el contexto del III Foro Latinoamericano y del Caribe en VIH/SIDA/ITS, el IV Congreso Centroamericano de ITS/VIH/SIDA (CONCASIDA 2005) y el IV Encuentro Centroamericano de personas viviendo con VIH/SIDA, la OPS reiteró su compromiso y determinación programática para cambiar el rostro del VIH/SIDA en las Américas.

El lanzamiento oficial del Plan Regional de VIH/ITS para el Sector Salud 2006-2015 es una contribución a este propósito. Antes del 2015 debemos haber logrado detener y comenzado a revertir la epidemia.

En aquel momento, cientos de participantes, entre ellos, trabajadores(as) de la salud, activistas, personas viviendo con el VIH, organizaciones de la sociedad civil, agencias internacionales, y todo el colectivo que conforman este Foro, espacio importante de intercambio de experiencias y debate para dar respuesta a la epidemia, reclamamos y celebramos, el gran logro de las Américas al alcanzar la meta establecida para la iniciativa 3 para el 5, significando esto, una expansión acelerada del acceso a tratamiento en prácticamente todos los países de la Región.

Al mismo tiempo, discutimos las grandes brechas existentes, las inequidades, los obstáculos, la marcha acelerada de la epidemia, que continúa superando nuestra capacidad de respuesta: Hemos aumentado la cobertura de tratamiento significativamente, pero seguimos lamentando la pérdida de vidas prematuramente y la posibilidad de prevenir nuevas infecciones.

En nuestra Región cada día sufrimos con la desaparición de alrededor de 230 vidas por causa del SIDA y se producen cerca de 450 nuevas infecciones, muchas de ellas en niños nacidos de madres VIH + y en adolescentes.

Hemos llegado al Foro de Buenos Aires con desafíos crecientes, pero también con compromisos renovados. Bajo el lema "Latinoamérica y el Caribe: Unidos en la diversidad hacia el acceso universal", durante estos días de intenso debate, se han destacado los éxitos más recientes, los retos actuales, y sobre todo, hemos reafirmado una actuación responsable e inteligente, en base a la experiencia adquirida en la Región.
América, como otras regiones del mundo, nos señala, que la única manera de detener y revertir la epidemia del VIH es mediante una respuesta integral que logre un balance adecuado entre la prevención, la atención y el tratamiento, en un ambiente social de respeto y de ejercicio de los derechos humanos, incluyendo el derecho a la salud, la inclusión, y la no tolerancia al estigma y la discriminación.

En estos momentos, se hace imperioso incrementar el acceso a tratamiento a personas que lo necesitan, intensificando y reorientando las acciones para alcanzar una reducción drástica y sostenida de nuevas infecciones. Esto implica hacer cambios estructurales e individuales para modificar situaciones y comportamientos que aumentan el riesgo y la vulnerabilidad de las personas. Es necesario más que nunca fortalecer la participación de la sociedad civil organizada y de las propias comunidades en la gestión y la implementación de una agenda de prevención visible, permanentemente activa y actualizada, basada en evidencia y que respete e incluya, como bien expresa el lema de este Foro, a la diversidad.
Es indiscutible que el Sector Salud, tiene una responsabilidad inalienable en la construcción de esa respuesta integral y en garantizar el acceso universal a servicios de prevención, atención y tratamiento, y por tanto su fortalecimiento es indispensable. En este sentido, es necesario llamar la atención a los siguientes elementos.

Sector Salud, responsabilidad en la construcción de una respuesta integral

1. La necesidad de continuar redoblando y multiplicando los esfuerzos para servicios de calidad y cálidez a personas viviendo con VIH: esto se traduce en la capacidad de los servicios de salud de captación temprana de las personas infectadas y la prestación de atención integral oportuna y continúa, incluyendo el tratamiento, para retardar lo más posible la progresión de la enfermedad y asegurar los máximos beneficios de la terapia antiretroviral. En muchos centros de atención de nuestra región, más de las tres cuartas partes de los pacientes con infección por VIH que acuden gravemente enfermos, se enteran por primera vez de su condición de seropositivos en ocasión de esta consulta tardía que a menudo termina en internamiento. Además, desafortunadamente, aún en muchos servicios en la Región las personas conocidas o presuntamente infectadas son estigmatizadas y como consecuencia sufren discriminación y maltrato. Es necesario remover esta barrera de acceso.

2. La necesidad de fortalecer los servicios de atención materna para garantizar la reducción de la transmisión vertical del VIH y la eliminación de la sífilis congénita. A pesar de disponibilidad de intervenciones altamente costo-efectivas en este campo, en muchos países los niveles de cobertura dejan mucho que desear, y continúan los nacimientos de niños VIH+ y con sífilis congénita perfectamente evitables. No lograremos la eliminación de la sífilis congénita en la región ni la reducción del VIH pediátrico, si no logramos fortalecer los servicios de atención materna.

3. El fortalecimiento de los servicios de salud sexual y reproductiva y de prevención de la transmisión sexual del VIH para grupos prioritarios como los jóvenes, particularmente la mujer joven, hombres que tienen sexo con hombres, trabajadoras(es) sexuales y migrantes. El sector salud tiene una responsabilidad fundamental en la implementación de intervenciones encaminadas a reducir la eficiencia de la transmisión sexual del VIH basadas en la evidencia actual. Las acciones de prevención primaria deben ocupar una posición prioritaria y visible en las agendas de las respuestas nacionales y de la cooperación internacional a la epidemia VIH. La reducción de nuevos casos, particularmente por transmisión sexual, debe constituirse en una meta de trabajo, dentro de una agenda más amplia de promoción y protección de la salud sexual y reproductiva.

4. Necesitamos reducir aun más los costos asociados a la terapia antiretroviral. A pesar del éxito de las negociaciones, hemos visto como no todos los países han logrado comprar a los precios competitivos establecidos en dichas negociaciones, con discrepancias importantes que pueden ser reducidas. Por otra parte, se hace imperante la reducción de costos de los medicamentos de segunda línea que continúan extremadamente caros. En este sentido, aplaudimos la resolución de la XXVIII REMSAA de iniciar la III Negociación de ARV en la Región y estaremos prestando todo nuestro apoyo a este proceso. La OPS continuara apoyando los esfuerzos del GAN (Grupo de Acompañamiento de las negociaciones de Antiretrovirales -GAN/ARV), creado por solicitud de los Ministros de Salud de los 11 países de América del Sur y México que participaron en la II Ronda de Negociaciones con la Industria Farmacéutica, celebrada precisamente aquí, en Buenos Aires Argentina, del 3 al 5 de Agosto del 2005.

5. Es necesario prestar atención a la sostenibilidad de las respuestas y los servicios, y particularmente al financiamiento y gasto, sobre todo por la presencia de un volumen importante de recursos externos en la gran mayoría de los países. Desde el punto de vista de una asignación de recursos que busca maximizar la rentabilidad social, el objetivo debe ser atender a las personas viviendo con VIH, al mismo tiempo que se trabaja intensamente en reducir la velocidad de transmisión del virus y se fortalece la capacidad de respuesta del Sistema de Salud. De otra forma, la respuesta va a caminar siempre "detrás de la epidemia". Para esto se requiere, que además del trabajo que tenemos que realizar para mejorar la provisión de servicios, también trabajemos el ámbito de los procesos y criterios que se siguen para la asignación de recursos. En este momento más que nunca se requiere de un uso costo-efectivo de los recursos disponibles. Para muchos países, aun existe una brecha de financiamiento importante para llegar al acceso universal. El aumento de la calidad y efectividad del gasto contribuirá de manera importante a la reducción de la brecha de financiamiento. Esto implica, una inversión fundamentada en la situación epidemiológica de cada país, que permita focalizar acciones en las necesidades de las personas con mayor probabilidad de exponerse al VIH. Es imperante reducir la brecha de financiamiento y abogar por el aseguramiento de la respuesta al VIH en la Región.

6. Se deben mejorar los sistemas de vigilancia epidemiológica en la Región. La capacidad de planificación racional y efectiva dependerá del conocimiento que tengamos acerca de la epidemia: quienes son más afectados, por qué, dónde se encuentran y cuál es la dinámica de movimiento de la epidemia. Esto solo será posible mediante el fortalecimiento de la vigilancia epidemiológica que en este momento es aún incompleta, desactualizada y deficiente en nuestra Región.

7. Tenemos que continuar abogando para una participación más activa y efectiva de otros sectores en la respuesta al VIH, particularmente Educación y Desarrollo. La educación de calidad, y el derecho al trabajo, constituyen elementos centrales, externos al sector salud, que deben ser claramente explicitados en el marco prioritario de las políticas públicas nacionales y en la cooperación internacional.

Con estos retos, iniciamos otra parte de la jornada. Concluímos exitosamente el Foro 2007, con numerosas lecciones aprendidas y más aún, con compromisos renovados. Por nuestra parte, la OPS, y el conjunto de las agencias del sistema de Naciones Unidas, vinculadas a través del Programa Conjunto ONUSIDA, reiteramos nuestro compromiso para intensificar los esfuerzos en apoyo a los países y los mecanismos y redes subregionales y regionales. Contamos con la extraordinaria respuesta de la comunidad internacional y la concertada movilización de la sociedad civil para avanzar la agenda regional y llegar al próximo Foro con menos muertes, menos infecciones y más personas en tratamiento. Este compromiso se expresa en estos momentos, en un Plan de Trabajo Regional, aprobado por todos los Directores Regionales de las Organizaciones de Naciones Unidas, con el apoyo del secretariado del ONUSIDA, el cual guiará nuestro quehacer en los próximos dos años, y facilitará las sinergias necesarias para una respuesta más efectiva del sistema. Un elemento central en este Plan Conjunto de Trabajo Regional, es el aumento de la visibilidad de nuestra Región en el contexto internacional, y la promoción de espacios específicos, como la idea de una UNGASS Regional, que permitan mantener el VIH/SIDA en lo más alto de la agenda política de nuestra Región, y del resto del mundo.

En este sentido, al concluir el Foro 2007, también iniciamos de inmediato nuestro tránsito a un encuentro importante, que representa una oportunidad única para la región: la XVII Conferencia Internacional de SIDA que tendrá lugar en México, en Agosto del 2008. Desde ya, expresamos nuestro compromiso para lograr que México 2008 se convierta en un escenario propicio que permita aumentar la visibilidad de América Latina y el Caribe en el contexto mundial.

Esperamos que la XVII Conferencia Internacional de SIDA se convierta en una oportunidad más para una acción regional concertada de todos los actores que permita colocar muy en alto las necesidades de la Región, además de los avances.
Nuestra Región puede, nuestra Región quiere, nuestra Región tiene voluntades, nuestra Región tiene experiencias exitosas, continuemos todos y todas unidos y a paso acelerado.