Por Gina Kolata
De The New York Times
NUEVA YORK.– La gente que tiene hernia de disco en la región lumbar puede recuperarse sin necesidad de operarse, afirmaron ayer investigadores de la Universidad de California. Un gran estudio mostró que si bien la cirugía pareció calmar el dolor más rápidamente, la mayoría de los pacientes se recupera con el tiempo, sin que les produzca ningún daño esperar.
El trabajo, publicado en el Journal of the American Medical Association, es el primer gran ensayo bien diseñado para comparar la cirugía para la ciática con la espera. Fue controvertido, ya que muchos cirujanos dijeron que estaban seguros de que la cirugía era necesaria y que hubiera sido una falta ética para con sus pacientes incluirlos en el estudio.
Al final, sin embargo, ni la cirugía ni la espera resultaron claramente ganadoras, y la mayoría de los pacientes pudo decidir qué hacer. A pesar de que muchos no se atuvieron al tratamiento aconsejado, la mayor parte obtuvo buenos resultados con cualquiera de los dos métodos.
Los pacientes que se sometieron a la cirugía afirmaban frecuentemente haber sentido un alivio inmediato. Pero entre tres y seis meses más tarde, los pacientes de ambos grupos mostraron una marcada mejoría.
Después de dos años, alrededor del 70% de los pacientes de los dos grupos dijo haber experimentado "una gran mejoría" en sus síntomas. Ninguno de los que esperaron tuvo consecuencias serias y ninguno de los que fueron operados tuvo un resultado desastroso.
Muchos cirujanos temieron durante mucho tiempo que la espera causara graves daños, pero esos temores resultaron carentes de fundamento.
"Pienso que esto tendrá un impacto -dijo el doctor Steven R. Garfin, jefe del Departamento de Cirugía Ortopédica de la Universidad de California, en San Diego, Estados Unidos-. Muestra que no hay que correr a someterse a una cirugía. El tiempo es usualmente un aliado, no un enemigo."
Temores infundados
Cerca de un millón de estadounidenses sufren de ciática, dijo el doctor James Weinstein, profesor de Cirugía Ortopédica de Dartmouth, que dirigió el estudio. Esa condición se caracteriza por un dolor desesperante en la cadera o en las piernas, asociado a veces con debilidad en una pierna.
Se produce cuando un disco intervertebral presiona la raíz del nervio ciático, que dirige la parte de atrás de las piernas. Se estima que 300.000 estadounidenses son sometidos a cirugía cada año para aliviar esos síntomas, dijo el doctor Weinstein.
A los pacientes se les suele decir que si demoran la cirugía existe riesgo de que se produzca un daño permanente del nervio afectado, tanto como una debilidad en una pierna o incluso la pérdida del control de la vejiga o de esfínteres. Pero nada de eso ocurrió durante los dos años que duró el estudio que comparó la cirugía versus la espera en casi 2000 pacientes.
El estudio no incluyó a las personas que sólo tenían dolor de espalda, que puede ser el resultado de una gran variedad de causas. Tampoco incluyó a personas con condiciones que sí requieren cirugía en forma inmediata, como aquellos casos en los que se ha perdido el control de esfínteres o de la vejiga.
En cambio, incluyó a la vasta mayoría de las personas con ciática que llevan una vida miserable a causa del dolor. Para estos pacientes, el temor a los peligros de demorar la operación es "como convivir con un gorila en una habitación", dijo el doctor Eugene J. Carragee, profesor de Cirugía Ortopédica de la Universidad de Stanford, Estados Unidos. El doctor Carragee dijo que él nunca había creído que eso fuera cierto, pero que la preocupación estaba difundida tanto entre los médicos como entre los pacientes.
"La preocupación era no saber -agregó-. Si alguien se presentaba con una gran hernia de disco, podía uno decirle «Bueno, si no le molesta mucho, ¿puede esperar?» ¿Qué pasaría si algo realmente terrible hubiese pasado por esperar?"
Con estos nuevos resultados, es claro que el riesgo de esperar "si existe, es extraordinariamente pequeño", dijo el doctor Carragee.
El estudio involucró a 13 clínicas ubicadas en 13 estados de los Estados Unidos. Todos los participantes tenían dolor causado por hernia de disco, que se irradiaba a las piernas. Los pacientes fueron asignados al azar a ser operados o a esperar. A aquellos que no recibieron cirugía se les indicaron medicamentos antiinflamatorios.